miércoles, 29 de septiembre de 2010

los fundamentos de la organizacion

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amo

Amo lo que veo y lo que ocultas
amo lo que muestras o insinuas
amo lo que eres o imagino
te amo en lo ajeno y lo que es mío
Amo lo que entregas, lo que escondes
amo tus preguntas, tus respuestas
yo amo tus dudas y certezas
te amo en lo simple y lo compleja
Y amo lo que dices, lo que callas
amo tus recuerdos, tus olvidos
amo tus olores, tus fragancias
te amo en el beso y la distancia
Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor sin doble filo
te amo y si pudiera no amarte
sé que te amaría aún lo mismo
Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor al dar lo mío
te amo con orgullo de quererte
porque para amarte yo he nacido
Amo lo que seas y lo que puedas
amo lo que afirmas, lo que niegas
amo lo que dices, lo que piensas
te amo en lo que mides y lo que pesas
Y amo lo que atrapas, lo que dejas
amo tu alegría y tus tristezas
te amo en la carne y en el alma
te amo en tus crisis y en tus calmas
Amo lo que pides y regalas
amo tus caricias, tus ofensas
amo tus instante y lo eterno
te amo en tu cielo y en tu infierno
Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor sin doble filo
te amo y si pudiera no amarte
sé que te amaría aún lo mismo
Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor al dar lo mío
te amo con orgullo de quererte
porque para amarte yo he nacido

domingo, 26 de septiembre de 2010

ministerio de juan el bautista

La trascendencia del ministerio de Juan el Bautista puede derivarse de las propias declaraciones
de nuestro Señor con respecto a él. Él llama a Juan “un profeta” y “mucho más que un profeta,” y
que declara que entre los nacidos de mujer no se ha levantado otro más grande que él. Le aplica las
palabras proféticas de Malaquías (3:1): “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí.” La interpretación y significado precisos de la declaración de Mateo 11:12 y
Lucas 16:16 pueden ser algo oscuros, pero puede haber poca duda de que, en general, se tiene la
intención de describir la superioridad de Juan sobre todos los profetas precedentes, y que coloca
esta superioridad en su conexión cercana con la aparición real del reino de los cielos como una
realidad presente abarcando los pensamientos y conmoviendo los intereses de los hombres: “Desde
los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo
arrebatan.”
A pesar de la preeminencia adscrita de esta manera a Juan, es claro, a partir de la razón dada
para esta preeminencia, que él no era tanto un revelador de nueva verdad sino uno que recapitula la
antigua verdad. En el punto en donde el antiguo pacto está a punto de pasar hacia el nuevo, Juan
una vez más resume en su ministerio el mensaje total de toda la revelación precedente y se convierte
de esta forma en el vínculo de enlace entre esa revelación y el cumplimiento que había de seguir. A
partir de esto debe explicarse el carácter austero de su obra y predicación. Este no era resultado que
Juan tuviera una concepción inferior y menos espiritual del reino de Dios de la que Jesús tenía, sino
simplemente de su posición como el último representante de una dispensación en la que la santidad
y la justicia de Dios eran fuertemente enfatizadas. En el llamado de Juan al arrepentimiento la carga
tanto de la ley como de los profetas encuentra su declaración final. Casi cada rasgo de la apariencia
del Bautista da testimonio de la íntima conexión entre él y el antiguo pacto. Llevó la vida de un
Nazareo, una de las formas Antiguo testamentarias de consagración al servicio de Jehová (Lucas
1:15). Su medio ambiente del desierto era un símbolo del estado muerto, estéril y anti-espiritual de
Israel (Oseas 2:14, 15; Isa. 40:1-4); su enfoque con respecto al ascetismo en el tema del ayudo
señala en la misma dirección (Mat. 11:10). Era, por así decirlo, una re-encarnación de Elías, el
severo profeta del Antiguo Testamento, de quien también tomó prestado su atuendo; no sólo la
imagen sino que en gran medida incluso la fraseología de la predicación de Juan se derivaba de dos
profetas del Antiguo Testamento, Isaías y Malaquías. Además de esto tenemos la declaración
expresa de nuestro Señor que coloca a Juan por fuera de los límites del reino de los cielos, i.e., fuera
de la realización Novo testamentaria de este reino históricamente inaugurado por el mismo Jesús.
Nuestro Señor no quiso decir que Juan no fuese un creyente en el sentido Antiguo testamentario,
sino simplemente que oficial y personalmente él no participaba en los privilegios mucho mayores
del nuevo pacto: Aquel que es menor en el reino de los cielos, i.e., ocupa un lugar relativamente
más bajo que Juan bajo el Antiguo Testamento, pero que es absolutamente mayor que Juan, debido
a que el reino mismo es muy superior a la etapa típica de la teocracia (Mat. 11:11).
Además, al reiterar los llamados legales y proféticos al arrepentimiento Juan también repitió en
la hora undécima las predicciones Antiguo testamentarias de la salvación mesiánica por venir. La
relación orgánica en la que estos dos elementos de la revelación del Antiguo Testamento se hallan
uno para con el otro se encuentra notoriamente reflejada en la manera en que Juan vincula las dos
partes de su mensaje: “Arrepentios, pues el reino de los cielos se ha acercado.” Pero la fuerza lógica
de la apelación es incrementada por el carácter crítico del tiempo; la cercanía del reino se convierte
∗∗El Estudiante Bíblico 1 (1900): 26-32.
en el motivo para el arrepentimiento. Juan describe la naturaleza del reino que se está acercando al
llamarlo un bautismo con el Espíritu Santo y con fuego. En esta declaración el “fuego”
evidentemente se refiere al juicio, que desde tiempos antiguos había estado asociado con la venida
del reino (Mat. 3:10, 12). Pero se ha afirmado sin fundamento que el bautismo con el Espíritu Santo
de igual manera se refiere al aspecto judicial de la crisis que se avecinaba. Aunque coloca el énfasis
principal sobre el pecado y el juicio, no podemos creer que Juan dejara totalmente de lado el
carácter salvífico del reino que había sido enviado a anunciar. El Espíritu se halla más bien como la
fuente de todas las influencias y beneficios espirituales relacionados con el reino. Otra concepción
errónea frecuentemente encontrada en las interpretaciones modernas de la obra de Juan es que su
idea del orden de cosas que se aproximaba se hallaba moldeada en gran manera según las
expectativas Judías prevalecientes, y por lo tanto, al igual que éstas, era carnal y política. El mismo
hecho que Juan anuncia el juicio y criba de Israel como el resultado más importante de la crisis que
se avecina, y que advierte en contra del orgullo y la confianza falsas de la descendencia natural de
Abraham, lo mismo que su significativa declaración de que Dios puede levantar hijos a Abraham
aún de las piedras, comprueba que sus ideas con respecto al reino de Dios eran radicalmente
diferentes de las del Judaísmo contemporáneo. Solamente en un aspecto Juan revela las
limitaciones, en conexión con este tema, que se hallaban necesariamente inherentes en su
pensamiento con respecto al reino desde la perspectiva del Antiguo Testamento. Como con los
profetas del Antiguo Testamento, él no distingue agudamente entre los estados y fases sucesivas en
la realización de las promesas mesiánicas. El bautismo con fuego y con el Espíritu Santo se
representan como dos lados del mismo acto. El mismo cumplimiento podría enseñar claramente que
estos dos lados, puestos juntos en el cuadro de Juan, estarían en realidad separados por un largo
intervalo de tiempo.
Como el ministerio de Juan resumía en sí mismo la sustancia de toda la verdad del Antiguo
Testamento, así su ministerio, a su vez, estaba resumido en su bautismo. Este rito se vinculaba a las
abluciones ceremoniales del Antiguo Testamento y al uso figurativo hecho por los profetas sobre el
poder limpiador y vivificador del agua. Sin embargo, era una nueva institución por las razones de su
introducción que los críticos de Juan demandaban y el Bautismo mismo afirmó una autoridad divina
especial. Algunos han intentado explicarlo como una imitación de los lavamientos requeridos a
todos los convertidos del paganismo al Judaísmo, el así llamado bautismo de prosélitos, pero,
mientras tal lavamiento puede haberse acostumbrado tan temprano como el tiempo de Juan, no
puede haber poseído en sus días su posterior prominencia como rito de iniciación en el Judaísmo, de
manera que la imitación consciente parece quedar excluida. El bautismo de Juan era “un bautismo
de arrepentimiento para perdón del pecado.” Presuponía, expresaba y fortalecía la gracia del
arrepentimiento y era una señal manifestada por aquellos que lo recibían en fe para el perdón de los
pecados. Deben evitarse dos extremos al estimar el valor y la eficacia de este sacramento. Por un
lado, algunos casi lo han desprovisto de todo significado dándole un carácter puramente negativo
como si se tratara de arrepentimiento sin fe, y como teniendo solo una referencia probable al perdón
de los pecados en el futuro mesiánico (enfatizando el para), o negando que el don del Espíritu
estuviese en algún sentido conectado con él. Es verdad, dice Juan: “Yo a la verdad os bautizo en
agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más
poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” Pero esto ha de entenderse desde el
punto de vista que el bautismo de Juan, perteneciendo al antiguo pacto, compartía con todas las
ceremonias de esta dispensación el carácter de un tipo señalando hacia el cumplimiento en Cristo.
En tanto que esto no estorba el hecho que, en otro sentido, las ceremonias del Antiguo Testamento
eran medios reales de gracia, esto no prueba que el bautismo de Juan fuese solamente un tipo. Por
otro lado, no necesitamos irnos al otro extremo de colocarlo totalmente en línea con el bautismo
Cristiano, pues este último descansa en la obra terminada de Cristo. La verdadera visión es que el
bautismo de Juan era un verdadero sacramento del antiguo pacto y confería a todos aquellos que lo
recibían en fe la manera y medida de gracia Antiguo testamentaria. La diferencia era una de grado,
no de sustancia.
El bautismo de Juan se tornó de especial importancia como el medio por el cual nuestro Señor
fue oficialmente introducido en su ministerio público, o, para hablar en lenguaje escritural, como el
instrumento para la unción mesiánica de Jesús. Aparte de anunciar la proximidad del reino en
general, Juan tuvo la tarea especial de dar testimonio del Mesías en persona. Nuestro Señor mismo
le adjudicó gran importancia a este testimonio, pues, cuando más tarde los líderes Judíos le
preguntaron por cuál autoridad Él realizaba Sus actos mesiánicos Él les planteó la contra-pregunta,
si el bautismo de Juan era del cielo o de los hombres, indicándoles de ese modo que no eran capaces
de juzgar Sus afirmaciones hasta que hubiesen tomado primero una posición definitiva con respecto
a las afirmaciones de Juan. Se pueden distinguir dos facetas en este testimonio presentado por Juan,
uno, cuyo registro ha llegado a nosotros en gran parte en los Evangelios Sinópticos de Mateo,
Marcos y Lucas, precediendo el bautismo de Jesús, el otro registrado en el Evangelio de San Juan, y
que pertenece al tiempo subsiguiente a este evento. Durante la primera faceta Juan habló en
términos generales del Mesías como “el Más Poderoso” que había de venir después de él. Enfatiza
Su absoluto derecho y poder para juzgar al pueblo de Israel. Llama a la teocracia Su piso trillador,
adjudicándole así una calidad tal de dueño con respecto al pueblo como se le podía adjudicar
solamente a Jehová. En esto Juan se apegó a un modo de declaración que había sido observado en
las mismas primeras revelaciones del Nuevo Testamento, dado a sus padres en el tiempo de la
encarnación, y en el que una de las dos principales corrientes de la profecía mesiánica Antiguo
testamentaria, aquella que hablaba de la venida del mismo Jehová a Su pueblo, fue reproducida.
Durante la faceta posterior su testimonio se volvió más personal y definido, y en algunas de sus
declaraciones captamos el eco del evento trascendental del bautismo de Jesús, que ya había
ocurrido. La designación de Juan de Jesús como “el Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo” (Juan 1:29) arroja luz sobre su propia interpretación del significado interno de este acto.
Como en la profecía de Isaías 53 el Siervo sufriente de Jehová fue representado bajo la figura de un
cordero, para indicar que, aunque en un sentido idéntico con el rebaño caprichoso, sin embargo, en
otro sentido, Él era diferente de ellos, porque siendo Él mismo inocente y estando dispuesto a llevar
con paciencia el castigo que otros habían merecido, así Jesús había venido al bautismo de Juan, un
Israelita de Israelitas, identificándose Él mismo con el pueblo de Dios, pero no porque Él necesitara
esta limpieza para Su propio pecado individual, sino porque Él vicariamente tomó sobre Sí mismo
la pena en la que habían incurrido. En otra declaración que se apega a Malaquías 3:1, el Bautista
asciende a la idea de la preexistencia de Cristo no meramente durante la dispensación del Antiguo
Testamento, “el cual es antes de mí,” sino en un sentido absoluto “porque era primero que yo” (Juan
1:30). El último testimonio de Juan está registrado en 3:27-36. Aquí él contrasta su propia posición
oficial con la del Salvador y muestra que toda rivalidad queda así, en principio, excluida. Jesús es el
Novio, él es simplemente el amigo del Novio, cuya tarea es unirles a Él y a la novia, Jesús e Israel,
juntos. Por lo tanto, el reporte que todos traen a Jesús, es que su gozo, i.e., el gozo específico que le
pertenece a él como precursor, ha sido cumplido. Con referencia a los versículos 31-36 es algo
difícil decidir si estas palabras son una continuación del discurso del Bautista o constituyen algunos
comentarios del evangelista Juan sugeridos por lo primero. Hay mucho que favorece la opinión de
que el Bautista está todavía hablando aquí. Si es así, las declaraciones en los versículos 34 y 35 se
hacen significativas como reminiscencias de lo que había ocurrido en el bautismo de Jesús: “Pues
Dios no da el Espíritu por medida. El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su
mano.” El verso 36 también parece señalar en retrospectiva hacia la declaración sinóptica de Juan
concerniente al doble bautismo futuro con el Espíritu Santo y con fuego. Aquí la promesa del
Espíritu Santo se ha convertido en una “vida eterna” presente y en “ira por venir,” una ira que “se
aguanta.” Así, lo último se corresponde cercanamente con y reafirma lo primero.
La figura del Bautista, como nos es dibujada en los Evangelios, es una intrínsecamente grande y
noble. Pero ha sido eclipsada necesariamente por la más ilustre figura del Mismo Hijo de Dios.
Como uno de los antiguos escritores dice: “Cuando aparece la radiante luz del sol, no solamente la
de las estrellas, sino también la de la luna, deben palidecer como la cera.” Para nuestro ordinario
juicio humano es casi imposible no encontrar algo patético en este eclipse de gran carácter. Sin
embargo, no seremos capaces de apreciar la grandeza real de Juan hasta que nos demos cuenta de
que su virtual desaparición tenía la naturaleza de una auto-desaparición, hecha por su parte de buena
gana y con gozo, para poder servir con ella a su Señor. Si no hubiese nada más, entonces esto
mostrará que Juan, aunque permaneciendo oficialmente fuera del reino, había entendido y asimilado
el gran principio sobre el cual el reino es edificado, el de la auto-negación y el servicio. Algunos
escritores modernos han caído en el hábito de decir cosas groseras acerca de Juan y no están
dispuestos a darle el crédito con nada más alto que la expectativa Judía en boga de un reino
mesiánico político. Presumimos que tales escritores niegan la autenticidad de aquel hermoso dicho:
“Es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe” (Juan 3:30). Es una satisfacción saber que Jesús
mismo apreció y honró a Su precursor y expresó este sentimiento en más de una ocasión. Lo llama
la lámpara que ardía y alumbraba, que se consume para dar luz a otros. Y aún en la hora de
debilidad, cuando la propia fe de Juan había comenzado a flaquear y había enviado a Jesús sus
pesquisas con dudas, nuestro Señor se tomó el trabajo de defenderlo de la sospecha injusta, como si
algún motivo egoísta hubiese inspirado la duda, protegiendo así la nobleza de su carácter, porque
era precioso para Él y porque no podía soportar que otros pudiesen pensar mezquinamente con
respecto a él. Hay para nosotros algo inexpresablemente conmovedor en esta gratitud leal hacia un
siervo fiel por parte de Aquel quien había venido Él mismo a servir a todos los otros. Y podemos
descansar seguros que, lo que sea que puedan decir los jueces modernos, Juan ha recibido su
recompensa y ha experimentado la verdad de aquel otro dicho de nuestro Señor: “Si alguno me
sirviere, mi Padre le honrará.”

sábado, 25 de septiembre de 2010

las bienaventuranzas

Gran parte de la enseñanza de Jesús se ocupó de la conducta humana. En el sermón del monte se concentra de forma especial la enseñanza ética del maestro de maestros, que reúne las perspectivas tanto de una ética sapiencial como teológica.

Las bienaventuranzas transmiten palabras cargadas de fuerza, radicalidad, esperanza, convicción, contraste, autenticidad, compromiso y de una visión de vidas transformadas íntimamente, que manifiestan el gobierno de Dios y proclaman su reino.

´´Toda enseñanza ética de Jesús es sencillamente una exposición de la ética del Reino de Dios, de la manera en que los hombres se conducen inevitablemente cuando se colocan de hecho bajo el gobierno de Dios´´ (1)

Recorrido histórico de su interpretación

A lo largo de la historia, las bienaventuranzas y en su conjunto el sermón del monte, han sido objeto de muchos estudios que han intentado dar respuesta a varios interrogantes. Ante la cuestión de la radicalidad en las palabras de Jesús, surge una preocupación que lleva a preguntarnos si realmente puede vivirse esta “utopía cristiana” en medio de la complejidad de nuestro mundo hostil. Este esfuerzo de delimitar su aplicabilidad ha llevado ha distintas interpretaciones y explicaciones.
La iglesia antigua

Hasta el siglo V se considera que contiene la esencia de la moral cristiana, Jesús expone los preceptos que los discípulos deben llevar a la práctica en cuanto al como vivir, proponiendo un ideal de perfección. Algunos de sus representantes principales fueron Justino y Juan Crisóstomo.

El catolicismo medieval

A partir del s. XII, observamos el surgimiento de una “ética de dos grados”. Se entiende como un estilo de vida de perfección exigible solo al clero mediante preceptos y reglas monásticas. Entienden que la población laica, el cristiano ordinario, no puede llegar al ideal del sermón de la montaña, por tanto no tienen obligación de cumplir tales mandamientos.

La reforma

Lutero apela a la universalidad del sermón de la montaña, cuyos destinatarios son todos los hombres, aunque acepta que el sermón plantea unas exigencias que son prácticamente imposibles de cumplir en su totalidad, por ello piensa que la idea de Jesús al pronunciar estas palabras era la de hacer que el hombre tomase conciencia de su culpabilidad en cuanto a esta incapacidad de cumplimiento, aceptando su situación como pecador y reconociendo su orgullo e impotencia, abriendo así un camino hacia la fe auténtica y la gracia de Dios, haciendo una mención al estilo de Pablo en cuanto a la ley y la gracia.(2)

La era moderna

Alrededor del 1900 tras la revolución científica del renacimiento y la era de las luces se propone una visión conceptual del sermón, que incluye distintos matices propuestos por varios teólogos que han marcado de forma importantísima el pensamiento cristiano y teológico de nuestros días. Haré un breve repaso de los nombres más relevantes:

Wilhelm Herrmann

Defendió una ética del pensamiento moral, la aplicación es más a nivel de actitud interior que acción externa.

Friedrich Naumann

Siguiendo una interpretación histórica, limita el sermón a un tiempo, el siglo I y un auditorio limitado, sus discípulos.

Albert Schweitzer

Explica una ética interina, puramente escatológica, Jesús predica la inminente llegada del reino de Dios y por tanto sus exigencias radicales conforman una moral concreta limitada a este periodo(que comprendería desde su anuncio en el sermón del monte a su cumpilimiento final), pero tras la expectativa frustrada del anuncio del reino escatológico de Dios (que se esperaba que sucediese de forma inminente y obviamente no ocurrió) por lo que dirá que Jesús se equivocó, y como consecuencia directa su mensaje pierde sentido, no teniendo aplicación actual.

Dietrich Bonhoeffer

Refuerza la idea de seguimiento en la proclamación del mensaje de Jesús, descubriendo un nuevo matiz de un compromiso en la llamada a un seguimiento que debe darse en comunidad, no pudiendo ser vivido individualmente. También diferencia lo que entendió como “gracia barata” y “gracia cara”. “La gracia barata es la gracia sin seguimiento de Cristo, la gracia sin cruz, la gracia sin Jesucristo vivo y encarnado”. “es cara porque le cuesta al hombre la vida, es gracia porque le regala la vida; es cara porque condena el pecado, es gracia porque justifica al pecador. Sobre todo, la gracia es cara porque ha costado cara a Dios, porque le ha costado la vida de su Hijo… es gracia sobre todo porque Dios no ha considerado a su Hijo demasiado caro con tal de devolvernos la vida, entregándolo por nosotros.” (3)

Leo Tolstoi

Afirmó una interpretación que resume “como una expresión de una ética de amor universal” (4) defendiendo una postura de rechazo a la violencia, abolición de los cargos públicos, la propiedad privada y las fronteras nacionales.

Estructura y forma literaria

Para facilitar la ubicación de las bienaventuranzas y su conexión con todo el mensaje de los evangelios, voy a detenerme un momento en centrar la estructura y forma literaria del evangelio, más concretamente del discurso del sermón del monte y por último haré un repaso general de algunos aspectos concretos en cuanto a estructura y forma literaria de las bienaventuranzas.

El sermón de la montaña y el evangelio de Mateo

Voy a centrarme en el texto de Mt., para el estudio de las bienaventuranzas ya que tras su lectura en paralelo con el texto de Lc., observamos como prácticamente todo el discurso de Lc. podemos encontrarlo en Mt. Se ha dicho que Mt. es por excelencia el evangelio de la iglesia. Escrito para instruir acerca de Jesucristo al nuevo pueblo de Dios. Se ofrece ante el lector como un texto de estructura básicamente didáctica. Es evidente que Mt. está más interesado en recopilar y presentar en su obra el pensamiento de Jesús que en dotarla de un contenido puramente narrativo. Consecuencia de este enfoque es que el evangelista haya transmitido un enriquecedor cuadro de la cristología de la iglesia primitiva, cuadro que puede resumirse en cuatro puntos fundamentales:

* Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, es el Mesías esperado por el pueblo judío.
* En Jesús, descendiente de David (1.6; 20.30–31; 21.9), se cumplen las profecías mesiánicas del AT.
* El pueblo judío no llegó a comprender cabalmente la categoría espiritual ni la profundidad de la obra realizada por Jesús en obediencia perfecta a la voluntad de Dios.
* El rechazo de Jesús, el Cristo, por parte del judaísmo palestino, proyectó el mensaje evangélico al mundo gentil, revelando de ese modo su sentido universal.

Un rasgo característico de este primer evangelio es su continua referencia al AT, con el objeto de demostrar que las Escrituras tienen su pleno cumplimiento en Jesús (1.22–23; 2.15,17–18,23; 4.14–16; 8.17; 12.17–21; 13.35; 21.4–5; 27.9–10). Mateo, más que Marcos y Lucas, menciona con frecuencia citas de la Ley y los Profetas (5.17,18; 7.12; 11.13; 22.40) y también hace referencia a tradiciones y prácticas religiosas judías vigentes en la época (entre otros, 15.2; 23.5,16–23).

También nos presenta a Jesús como el intérprete infalible de las Escrituras. Él es el Maestro sin igual, que desde la verdad y la autenticidad descubre lo falso de ciertas actitudes humanas aparentemente piadosas, pero en realidad llenas de avidez por recibir el aplauso público (6.1). Es especialmente interesante el trato que da al aspecto pedagógico de la actividad de Jesús. Mientras que Marcos y Lucas asocian las palabras de Jesús al momento concreto en que fueron pronunciadas, Mateo las escribe de modo ordenado. Las reúne en amplias unidades discursivas, se cree que fueron así compuestas con el objetivo de ayudar a los creyentes a aprenderlas de memoria (ya que la memorización era la herramienta de la que se valían fundamentalmente los judíos para retener la palabra de Dios). Entre estos discursos se encuentra el que nos ocupa. Estos sermones o discursos aparecen en el evangelio precedidos y seguidos por determinadas fórmulas literarias que sirven de marco (5.1–2 y 7.28).

El tema predominante en la predicación del Señor es el reino de Dios, generalmente designado en este evangelio como “reino de los cielos” y contemplado en su doble realidad presente y futura, “el ya, pero todavía no”. La proclamación de la proximidad del reino es también el anuncio que Jesús encarga a sus discípulos (10.7), a quienes, después de resucitado, les prometerá su presencia permanente en medio de ellos: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (28.20). Mateo escribe su obra siguiendo, en líneas generales, el esquema de Marcos, aun cuando a cada paso pone su sello personal en los textos que redacta. En cuanto a los materiales narrativos utilizados, si bien muchos son comunes a Marcos y sobre todo a Lucas, hay alrededor de una cuarta parte que aporta Mateo de manera exclusiva, que sugieren la influencia de los escritos de Qumrán y otras tradiciones orales.(5)

Los relatos de Mt. son más concisos que los de Marcos, son de un estilo severo y pulcro, y mantienen cierto tono ceremonial que induce a pensar en un escritor de formación rabínica. A ello contribuye la presencia en el texto de muchos elementos literarios que son típicamente hebreos.

Este evangelio, como todos los libros del NT, ha llegado a nosotros en lengua griega. Desde los primeros siglos de la vida de la iglesia, se viene discutiendo la posibilidad de que hubiera sido redactado inicialmente en arameo y traducido más tarde al griego; pero no hay constancia histórica alguna de que esto haya sido así. Lo cierto es que el texto griego de Mt. es el único que se conoce. Respecto al lugar y tiempo de composición del evangelio, no es posible fijarlos con exactitud. Muchos piensan que pudo haber sido escrito en tierras de Siria, quizás en Antioquía, después de que los ejércitos romanos destruyeran Jerusalén en el año 70.

Las Bienaventuranzas

Las bienaventuranzas constituyen una unidad en si mismas, son una pieza cerrada, compuesta cuidadosamente, podría decirse que su estructura tan sumamente equilibrada hacen de ellas uno de los textos más artísticos del N.T. Las bienaventuranzas se escriben siguiendo un esquema tripartito fijo, es decir, contienen : a) Una bendición ( “bienaventurados”); b) Un sujeto (“los”); c) Una oración causal (“porque”).

La primera y la última aparecen enmarcadas por la misma expresión: “porque de ellos es el reino de los cielos”, siendo estas las más largas, reforzando la importancia que como hemos dicho en el punto anterior, se le da al tema del reino de los cielos. Las primeras ocho bienaventuranzas se presentan como dos estrofas de cuatro, de igual extensión, la última es más extensa que las anteriores y posee una promesa en segunda persona del plural, estos dos últimos versículos podrían considerarse más bien como un anexo explicatorio que aplica lo dicho a los oyentes y permite una transición a la siguiente perícopa (“…vosotros sois la luz…”Mt.5.13-16). A las bienaventuranzas se las suele conocer según su forma literaria con la expresión “macarismo” (del griego makarios). Se pueden encontrar estos macarismos en multitud de obras literarias antiguas del A.T (Sal 1.1; cf. Sal 32.1–2; Pr 8.32, 34; Is 56.2), textos judíos, griegos, y otros textos del N.T ( Mt.11.6; 13.16; 16.17; 24.26; Lc. 1.45; 7.23; Jn.13.17; 20.29; Rom.4.7-8;… y siete de ellas en el Apocalipsis Ap.1-3).

La palabra bienaventurado, significa dichoso, feliz ( si enfatizamos el sentimiento subjetivo) o bendecido, digno de ser felicitado ( si resaltamos la actividad Divina).

Varias de las bienaventuranzas en este pasaje son paradojas: es decir, afirmaciones que parecen contradecir el sentido común, pero que aquí expresan los verdaderos valores del reino de Dios. Sin embargo como dice uno de los comentarios bíblicos que he consultado:

“Ni la palabra bienaventurados ni “felices” traducen adecuadamente ,´makarios´ que viene a ser, más bien, un término de felicitación o recomendación. Estas cualidades deben ser envidiadas e imitadas; son las que componen ”(6)

El texto podríamos decir cumple por tanto una función pragmática, suscitar gozo y alegría en medio de una situación que según los valores de la sociedad no serían de ninguna forma motivo de la más mínima alegría. En este contexto, el macarismo como forma literaria en el sermón del monte manifiesta los valores y conceptos morales de felicidad que conforman una sociedad o comunidad religiosa. Haciendo que el individuo que acepte tal macarismo entre a formar parte de ella, y en sentido contrario el que lo rechaza se auto excluye del grupo de bienaventurados. Se le concede pues a las bienaventuranzas “un valor sociológico al convertirse en “marca” de identidad y de delimitación social”(7)

Contexto

Antes de acercarnos al texto, nos será de ayuda citar algunos aspectos generales del contexto histórico y literario en que ubicamos estas palabras de Jesús, que nos faciliten una comprensión más profunda. Encontramos el discurso de las bienaventuranzas al comienzo del sermón del monte (porque Jesús subió a la montaña y desde allí dirige su mensaje a sus oyentes) en el evangelio de Mt. o si seguimos el texto en Lc., iniciando el sermón de la llanura (ya que dice que el Señor bajó de la montaña y desde ahí pronunció su discurso). En ambos encontramos una introducción que arroja un cierto ambiente de solemnidad a las palabras de Jesús: Mateo 5:1-2: “Y cuando vio las multitudes, subió al monte; y después de sentarse, sus discípulos se acercaron a El. Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:”(8) Lucas 6:20a: “Volviendo su vista hacia sus discípulos decía:” (9) “A esta correlación de la comunidad de los discípulos y el todo Israel corresponde, en el plano del ethos, una observación a la que se llega cuando se estudia detalladamente la instrucción moral de Jesús: es extraordinariamente difícil distinguir entre las instrucciones de Jesús dirigidas exclusivamente al círculo de los discípulos y aquellas otras destinadas a la totalidad de Israel.” (10)

Tanto Mt. como Lc. sitúan el sermón que contiene las bienaventuranzas al comienzo del ministerio público de Jesús, que en el evangelio de Mt. Encierra como hemos dicho, una visión general basada en la predicación del Reino, incluyendo una enseñanza que nos lleva irremediablemente a la acción, a la praxis de lo que constituye la voluntad de Dios para su pueblo, la esencia del anuncio del evangelio del Reino de Dios. “La praxis de los discípulos no es para Mateo un signo <ético> del nuevo mundo ya iniciado, pero tampoco es solo una <ética provisional>, entendida como el “ethos peculiar” del último y breve tiempo anterior al final. El sermón de la montaña es más bien la expresión pura, universal, de la voluntad de Dios en la línea de la ley y los profetas, es decir, tal como fue siempre. En este sentido formula las condiciones de admisión en el reino de Dios.” (11)

Mateo comienza su evangelio presentándonos una genealogía en la que sitúa a Jesús dentro de la trayectoria del pueblo de Dios, formando parte crucial de la historia de Israel. Asigna a Jesús el título de Mesias, matizando su descendencia de la línea real de David y a su vez de la promesa dada a Abraham.

En el relato de su nacimiento amplia algunos detalles en cuanto a la naturaleza y misión salvadora del Mesias Emmanuel. El capítulo dos, sitúa a Jesús dentro del marco socio-político de su tiempo. Refleja un contraste que resulta abrumador y terrible, al analizar la reacción de Herodes y el pueblo judío, que al enterarse del nacimiento del posible Mesias tratan de asesinarle mientras que un grupo de personas gentiles le buscan para adorarle. Esto conformará una de las “citas de cumplimiento” que encontramos en Mt., recordándonos la respuesta de los líderes judíos y del pueblo pidiendo la crucifixión de Jesús en contraste con muchos de los gentiles que recibieron el evangelio del reino.

En el capítulo tres vemos a Jesús junto a Juan en dos actos vitales que lo sitúan como Hijo de Dios dentro de la tradición profética, estos son el bautismo y tentación. Muestran en Jesús una actitud de obediencia y sometimiento a la palabra de Dios. Tras cumplir con la última profecía, volviendo a Galilea comienza su ministerio y su anuncio del reino de los cielos que se a acercado, abriendo una invitación al arrepentimiento y al seguimiento de Cristo, reuniendo un grupo de seguidores que responden positivamente ante el llamado del Maestro, dando comienzo a la constitución de la comunidad cristiana. Como nos dice M. Mayordomo en su tesis:“Cuando Jesús enuncia su mensaje lo hace como Mesias davídico-real, Hijo amado y aprobado de Dios como el Emmanuel que acompaña a los suyos. El SM sigue lógica y narrativamente la predicación del Reino y la invitación gratuita de seguimiento.” (12)

Interpretación

Consideraciones generales

Las bienaventuranzas pueden considerarse bien como una expresión de condiciones morales para entrar en el reino de los cielos o por el contrario verlas más bien como promesas de bendición escatológica. Por tanto a la hora de concretar el modo correcto de entender las bienaventuranzas nos encontramos con esta compleja discusión, ante la cual yo me quedo con una postura intermedia, que afirma que probablemente se da una mezcla de matices, tanto éticos (en los que el énfasis recaería en la descripción del discípulo idóneo) como escatológicos ( resaltando la oración causal de bendición divina), aunque es evidente que los v.10-12 dificilmente constituyen una condición de entrada al reino. También podríamos considerar la idea de una posible relación interna entre las bienaventuranzas, en que la primera surge como base principal y las otras simplemente completan, añadiendo luz sobre ella, ampliando el concepto de lo que significa ser “pobre en espíritu”.

Las bienaventuranzas
en espíritu (5.3)

En cuanto a los destinatarios de esta primera bienaventuranza se han dado distintas interpretaciones, yo resumiré brevemente las distintas posiciones que he podido recoger que nos aporten una idea lo más amplia posible de esta polémica expresión. El término “pobre” puede hacer referencia a un tipo de pobreza real, económica, material, refiriéndose a personas que carecen de dinero, como sugiere la traducción de la palabra griega “ptochós”, como la pobreza social más fuerte, aquel que tiene que mendigar. O puede tener un significado metafórico en cuanto a inferior, menesteroso, desvalido, miserable, entendiendo entonces una pobreza interior.(13)

La iglesia medieval (como he comentado en el punto III. B.) entendió esta referencia como pobreza voluntaria, acogiéndose a las reglas monacales seguidas por clérigos y monjes. Lo más complejo es el significado que se le da a la expresión “en espíritu” que en griego constituye un dativo “to pneúmati”. Si lo entendemos como espíritu humano, podría interpretarse como “pobre en virtud del propio espíritu” es decir un pobre voluntario; otra posibilidad sería entenderlo como “pobre por (influencia de) el Espíritu divino”. La posición más extendida es la que entiende el dativo como dativo de relación, lo que favorece la comprensión de la frase en sentido general o metafórico, que desplaza el sentido de espíritu divino, quedándose con la referencia a espíritu humano, por lo que depende del significado que demos a “pobre” y a “espíritu” entendemos que apela no solo a lo material, sino al ánimo, a la vida interior. Se presenta entonces a éstos pobres como necesitados de Dios, mendigos ante Dios, rechazando el característico orgullo fariseo de “riqueza espiritual” creerse ricos, autosuficientes ante Dios. Este concepto apuntaría a una actitud ética de humildad, marcando así una tendencia a la interiorización, haciendo difícil concretar si los humildes son pobres o ricos materialmente.

En esta primera bienaventuranza central como punto de partida y referencia para el resto, Jesús subvierte y en cierta manera frustra las expectativas de sus oyentes al definir los conceptos de felicidad y dicha en relación a los necesitados de Dios, destacando la libertad de desprendernos de la falsa religiosidad y apariencia espiritual para vestirnos de humildad, mostrando una actitud abierta a la obra de Dios en nosotros.

“Pobre significa no estar apegado con el corazón ni con los sentidos a los bienes, los poseas o no” (14) El reino de los cielos (aún por llegar, descrito con imágenes en parte escatológicas v.4-9), se les promete a éstos. Este reino que se manifestará completamente en el día de salvación, se anticipa en Jesús y su seguimiento de forma dinámica y activa, en la medida en que su pueblo (su iglesia) muestra y vive comprometida con los valores del Reino.

Los que lloran

Ampliando la descripción del carácter de los que hemos identificado como pobres o humildes, se referirá a ellos como los que lloran, se afligen o están tristes. Esta tristeza podría ver su origen en la tristeza que produce el arrepentimiento, aunque el verbo griego “pentheo” no es tan específico. Podría reflejar el llanto del que habla Is.61.1-2 por el destino de Jerusalén, o también puede relacionarse con el énfasis que se hace en cuanto a las persecuciones y sufrimientos que acarrea el seguimiento de Jesús.

Si seguimos la idea sugerida de pobreza espiritual, se puede entender que esta tristeza se desprenda del reconocimiento de las limitaciones e incapacidades humanas, no tanto en cuanto a un fracaso personal sino a la frialdad social, la falta de pasión por Dios y por el prójimo. La oposición de valores y de estilo de vida que predominan en el mundo hacen que los seguidores de Jesús no puedan encontrarse bien ni felices en medio de tanta hostilidad. Por tanto la tristeza o sufrimiento que surge del corazón del discípulo no es solo subjetiva, sino también objetiva, entendida como resultado de la oposición de este mundo que se rige por valores totalmente contrarios al reino.

El consuelo prometido llega a los pobres y humildes con el acercamiento del reino en la persona y ministerio de Jesús.

Experimentarán por tanto la verdadera consolación del reino aquellos que están incómodos dentro del sistema de valores que rige a nuestro mundo, encontrando como consecuencia de la aflicción en este mundo el gozo del reino de Dios, el consuelo divino.

“El Espíritu del Señor DIOS está sobre mí, porque me ha ungido el SEÑOR para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón,… …para consolar a todos los que lloran, para conceder que a los que lloran en Sion se les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido…” (15) Isaías 61:1-3

Los mansos

Parece ser una referencia directa al salmo37:11, salmo sapiencial que define al manso como no violento, el que confía en Dios y espera en él. Es el hombre justo y misericordioso, el pobre y humilde, que no tiene otra alternativa que depender de Dios, en contraste con los malos, los impíos, los violentos, los ricos, que en su egoísmo oprimen a su prójimo.

El manso no es uno apocado, sino el que en su pobreza y humildad se somete en dependencia total a Dios. La mansedumbre se entiende por tanto como producto de confianza y fe en Dios. P. Wickham ilustra esta expresión con la actitud sumisa y dócil que caracteriza a ciertos animales domesticados (16), que se dejan guiar por otros, en nuestro caso por Dios, descansando en la fortaleza de ser guiados por uno más sabio y más grande que nosotros.

Mateo usa dos veces más este termino en su evangelio para referirse al carácter de Jesús, a su compasión, bondad, misericordia (11:29) y a la carencia de violencia (21:5). La mansedumbre es algo así como la versión exterior y social de la pobreza espiritual. Según U. Luz se entendió en el lenguaje judeohelenista, en sentido de una actitud ética, que para quienes vivían en el ámbito de las lenguas semitas adquirió el significado de “humildes”, “afables”. (17)

La promesa de heredar la tierra, puede entenderse de forma literal en cuanto a la tierra de Israel en sentido nacionalista (que no se corresponde con la visión a los gentiles del evangelio de Mt.), o también de forma literal pero universal, entendiendo la tierra en general, o por último de forma figurada entendiendo la vida eterna. En el lenguaje del cristianismo primitivo se usa el verbo “heredar” en sentido escatológico. También en el AT encontramos una interpretación figurada o escatológica de la promesa de heredar la tierra (Jer.30.3; Ez 47.14; Is 60.21).

Los que tienen hambre y sed de justicia

Esta expresión sumamente gráfica, refleja más que un simple “apetito”, define una necesidad existencial y vital, describiendo la profundidad del deseo de vivir esta justicia que caracteriza al reino de Dios.

Una cuestión interesante es si este hambre y sed tienen un sentido pasivo (desear algo que nos falta) entendiendo que Jesús se refiera al anhelo humano de ver la justicia divina en sentido de juicio escatológico o activo (buscar algo activamente). Si tenemos en cuenta lo que dice más adelante en 6.33, podemos pensar que Mt. nos lleva a un matiz más bien activo. También puede relacionarse con la experiencia de la tentación en Mt.4, donde Jesús vemos que padece hambre literal, pero a pesar de ello no hace uso de su poder, sino que su obediencia al Padre constituye su comida (Jn.4.34).

Según el contexto veterotestamentario judío que como he señalado suele seguir Mt., la “justicia” tendría que ver con el desarrollo de una ética de obediencia a Dios. Un ejemplo claro de justicia como sometimiento al cumplimiento de una exigencia sería el acto del bautismo de Jesús por Juan el Bautista, Mt. 3:15 “Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.” (18)

La justicia de Dios como actividad humana no está al margen de Dios, sino que Él nos muestra su voluntad moral en Jesús, creando así la base ética de un comportamiento justo. “Esta justicia no es el tipo de moralismo que caracterizaba a los Escribas y Fariseos (5:20). La justicia en el pensamiento hebreo era un concepto amplio de relaciones justas, rectas y armoniosas entre las personas. Significaba el bienestar en el sentido más amplio. Se trata de una vida caracterizada por el amor, es decir, la disposición de vivir a favor del prójimo. Se trata del hombre cuyos deseos más profundos se orientan a favor de los demás; a favor de los demás; a favor de su bien, su paz, su salvación, en fin, la justicia.” (19)

La promesa de Dios en cuanto a saciar al hambriento, también tiene tradición veterotestamentaria en el trasfondo judío (Sal 107.9). La forma pasiva (“serán saciados”) indica que la actividad proviene de Dios, siendo él mismo quien sacia el esfuerzo por vivir una vida justa, íntimamente ligada a la justificación por gracia.

La justicia puede concebirse por tanto, como dirá U. Luz , como la práctica de un comportamiento que se halle de acuerdo a las promesas y condiciones del pacto divino. (20)

Los misericordiosos

La misericordia es un tema central de la espiritualidad judía, entendida no como un sentimiento interior de pena por los pobres o necesitados, sino como acciones concretas de misericordia (p.e las limosnas Mt 6.2-4).

Al hablar de misericordia nos aproximamos al concepto judío de “ley” contenida en el A.T, que define la idea, como diría Zimmerli, de “comportamiento afortunado”.

Los misericordiosos no son insensibles al dolor ajeno, sino que van más allá del sentimiento, actuando para aliviar este dolor ajeno.

En la promesa que sigue vemos una cierta reciprocidad entre la acción humana y divina, la misericordia de Dios hacia el hombre tiene su expresión en Jesús que a su vez manifiesta la dimensión humana de ésta como ejemplo a seguir. Como dirá Pr.17.5 los misericordiosos tienen como promesa gustar de la misericordia de Dios, que al igual que en las anteriores promesas puede entenderse que se anticipa ya en este tiempo pero que tendrá su cumplimiento pleno en el juicio misericordioso de Dios (2ªTim 1.18).

“No les basta su propia necesidad y escasez, sino que se hacen participes de la necesidad ajena, …tienen un amor irresistible a los pequeños, enfermos, miserables, a los anonadados y oprimidos, a los que padecen injusticia y son rechazados, a todo el que sufre… por muy terrible que sea el pecado la misericordia se acerca a ellos…regala su propia honra al que ha caído en la infamia y toma sobre sí la vergüenza ajena…solo una honra y dignidad conocen: la misericordia de su Señor, de la que viven…la misericordia del crucificado, si se les injuria por esto, son felices. Porque alcanzarán misericordia. La honra de Dios será llevar la vergüenza de los pecadores y vestirlos con su dignidad. Bienaventurados los misericordiosos, porque tienen al misericordioso por Señor.” (21)

Los limpios de corazón

En el lenguaje judío se entiende que el “corazón” es el centro del querer, pensar y sentir humano. La pureza o limpieza de corazón no significa la ausencia de pecado, sino más bien a una conciencia transformada, caracterizada por una actitud leal, sincera, auténtica, sin hipocresía, guiada por intenciones transparentes y expresada en un comportamiento íntegro, en el que teoría y practica se correspondan.

La promesa de ver a Dios describe la comunión más íntima posible del hombre con Dios. Denota un conocimiento pleno, con un claro referente futuro que conforma la esperanza escatológica del creyente, aunque también hay una dimensión presente, como nos dice Pablo: “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.” (22) 1ªCorintios 13:12.

Los pacificadores

Algunos han interpretado el ser pacífico en términos de pasividad, sin embargo, por definición se traduce literalmente como “hacedores de paz” eirenopoioi,y se usaba para referirse a reyes que mediaban la paz entre enemigos a través de contratos o negociaciones, no se trataba por tanto de evitar conflictos de forma pasiva sino de trabajar activamente para la reconciliación de partidos enemigos.

El pacificador es por definición activista. Se esfuerza porque la justicia de Jesús irrumpa entre los hombres.

El concepto judío de paz es shalom, que incluye no solo una ausencia de conflicto armado, sino unas condiciones que conduzcan al bienestar de un pueblo en todas sus relaciones sociales y espirituales. De modo que los que trabajan por la paz o crean condiciones de “shalom” de Dios entre los hombres, participan de la misión de Dios en el mundo, “ y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.” (23) (Col.1:20).

Ser llamado o reconocido como hijo de Dios incluye, sin duda, ser declarados como hijos el día del juicio, pero también en el reino inaugurado por Jesús, los pacificadores ya serán reconocidos por su carácter como hijos. Los hijos de Dios son los que se asemejan a Él en el cumplimiento de su misión de shalom y reconciliación.

Como dice la oración que escribió Francisco de Asís, resumiendo las implicaciones de ser un “cristiano pacificador”:

“Señor, haz de mi un instrumento de tu paz, para que donde haya odio, ponga yo amor; donde haya mal, pueda llevar tu perdón; que donde haya discordia ponga yo armonía; donde exista error, ponga yo verdad; que donde haya duda ponga yo la fe; donde haya desesperación ponga yo esperanza; donde haya oscuridad ponga yo la luz donde haya tristeza ponga yo el gozo.” -Francisco de Asis.-

Los que padecen persecución

Aquí el verbo perseguir (dioko) se traduce como “cualquier forma de agresión verbal y física contra otra persona” (24), el motivo de la persecución es la justicia.

Esta bienaventuranza puede conectarse con la cuarta bienaventuranza, aquellos que ansían vivir en justicia y que ahora se dice que están dispuestos a sufrir por esta ética de vida de seguimiento y obediencia a Dios. Los bienaventurados son humildes, mansos, sensibles en cuanto al dolor ajeno, íntegros en su confianza en Dios, misericordiosos hacia los demás, mediadores entre enemigos, y a pesar de ello padecen persecución, parece ser que el comportamiento que recomienda Jesús es una provocación para los demás.

Mateo que elabora su evangelio en un momento histórico en que se han producido grandes persecuciones (como las que se vivieron en tiempos de Domiciano), entiende que la praxis de la vida como seguidor de Jesús, conlleva persecución e injuria. La promesa de recibir el reino tiene como en las anteriores (reflejando la idea de una unidad en las bienaventuranzas) un sentido escatológico y presente a su vez. “El reino inaugurado por Jesús se compone de aquellos que sufren en manos del mundo porque viven de acuerdo con una escala de valores contraria” (25)

La nueva bienaventuranza (vv.11-12) contrasta con la octava que le precede tanto por su estilo en prosa, su extensión, como por la alusión directa a los discípulos manifiesta en el uso de la segunda persona ( en vez de la tercera persona utilizada hasta ahora), que la distinguen claramente de ella. De forma que puede considerarse como explicativa de la anterior (v.10) y en general de todas las anteriores (v.3-10), y a su vez sirve de transición para los vv.13-16, que se dirigen igualmente a los discípulos.

El cambio que hace de pretérito perfecto pasivo del verbo “perseguir” a los que “padecen persecución” parece que busca hacer un énfasis sintáctico a un suceso pasado que repercute en el presente, indicando seguramente que los creyentes que leían el evangelio de Mt. padecían alguna forma de persecución ya que como he citado en el párrafo anterior, Mateo ve retrospectivamente la persecución de la comunidad de los primeros cristianos.

La relación que se establece entre los motivos que provocan la persecución, “por causa de la justicia” y “por mi causa”, deja entrever de forma natural una fuerte conexión entre la justicia del reino y la persona de Jesús. Aun cuando para un judío religioso el punto de referencia del comportamiento justo era la ley de Moisés, en este versículo se refuerza la relación de la justicia con el seguimiento de Jesús, estableciendo una clara relación entre ética y cristología.

Es también curioso el énfasis que hace con el doble imperativo “gozaos y alegraos” que en este apéndice sustituiría a la expresión “bienaventurados”, que se entiende que es resultado no de la persecución en sí, sino más bien de lo que se expresa en una situación así.

En estas palabras puede verse un cierto sentido de sucesión profética en los seguidores de Cristo. El hecho de identificarnos con el Jesús despreciado es identificarse con el Dios del AT que envió a sus profetas con un mensaje y una misión que llevar a cabo que les acarrearía persecución y sufrimiento.

“Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.” (26) -Santiago 5:10-11-

Esta identificación es también motivo de alegría y gozo porque no solo implica sufrimiento con el Nazareno o los profetas, sino un galardón como consecuencia lógica de habernos alineado con la causa o misión Divina en vez de con la que se vive en el mundo.

La ultima promesa recoge el sentido de las anteriores. Entendiendo que la recompensa no es algo a disposición del hombre, sino que es Dios el que consuela, sacia, da misericordia y hace hijos suyos. Es importante resaltar que no es cuestión de practicar la justicia del reino a fin de recibir la recompensa, sino más bien se trata de participar en el estilo de vida bienaventurado del reino, que conduce al gozo del reino cumplido, en el compromiso ético de una vida práctica de seguimiento a Jesús. “Si la recompensa fuese algo que la persona tiene que lograr, ganar o acumular con obras entonces no podría ser motivo de alegría y gozo en medio de padecimiento, más bien sería motivo de preocupación y esfuerzo religioso” (27)

Conclusiones

Después de indagar en el texto bíblico, reflexionar, familiarizarme con la interpretación que otros han hecho, extraer mis propias conclusiones, y ordenarlas para elaborar este ensayo, diré que me he quedado francamente impresionada ante la redacción que hace el evangelista de este inventario ético.

Al releer nuevamente esta porción de Mateo, he redescubierto palabras fascinantes del Maestro de Maestros. Haciendo un repaso general podría decir que cuando nos acercamos al texto, lo que se abre ante nuestros ojos es una larga lista de ocho bienaventuranzas, redactadas con una estructura idéntica, relativamente cortas, con un estilo rítmico, escritas en tercera persona, enmarcadas por la expresión “reino de los cielos”, divididas en dos estrofas; la novena bienaventuranza tiene claramente otro estilo: segunda persona, frases largas, prosa; que cierra con gran elegancia; es el punto culminante de la serie, pero a su vez una transición hacia la parte siguiente del sermón de la montaña. En cuanto a su contenido, se acentúan las disposiciones interiores, con expresiones como “de espíritu”, “de corazón”, “mansos”, “misericordiosos”, no refiriéndose a grupos sociales, sino a una disposición del alma, un estado del espíritu, una orientación de vida que seguir, en conclusión una disposición ética y moral.

Como vimos al hacer la reseña histórica, a menudo hemos malentendido las bienaventuranzas, pensando en ellas en sentido legalista de deber y recompensa, como si fuesen cosas que uno pudiese ponerse a hacer mediante un sencillo acto de voluntad, otras veces se han entendido como virtudes opcionales o consejos de perfección para cristianos que solo la élite será capaz de cumplir, como si hubiesen categorías de discípulos. Creo que es más acertado verlas como características de un estilo de vida propio del reino, que se espera que todos los miembros de la comunidad reflejen en su andar diario.

En Jesús se reconoce una integridad de todo su ser que le da autoridad, en Él se encarnan todas estas características del reino, la dicha del sufrimiento a favor de los pobres, los tristes, los cautivos, los ciegos y los oprimidos (como afirma en Isaías) que lejos de dar una visión idealista y un tanto utópica de la sociedad, las bienaventuranzas describen la persona humana de Jesús de forma realista y concreta, así como también a la comunidad que le sigue.

Las bienaventuranzas tienen un carácter ético en cuanto nos informan de los valores centrales del reino, que están en tensión y a veces incluso en abierta oposición con los conceptos de felicidad de nuestra sociedad de hoy.

Creo que en su sencillez radical Jesús nos presenta unas enseñanzas que encierran normas éticas realistas, posibles y pertinentes que conformen la base principal del carácter del discípulo. Se señala una ética para discípulos, para aquellos que deciden voluntariamente seguir a Jesús, una ética comunitaria, imposible de ser vivida desde el individualismo, una ética de testimonio, en la que se refleja la naturaleza de Dios, una ética de reconciliación, en esencia una ética de AMOR.

“Los pobres se encuentran en el salón de la alegría. Dios mismo enjuga las lágrimas de los que lloran, da de comer a los hambrientos con su cena. Los cuerpos heridos y martirizados están transfigurados, y en lugar de los vestidos del pecado y de la penitencia llevan la vestidura blanca de la eterna justicia. Desde esta alegría eterna resuena ya aquí un llamamiento a la comunidad de los que siguen bajo la cruz, las palabras de Cristo: bienaventurados, bienaventurados.” (28)

viernes, 24 de septiembre de 2010

tecnicas nemotecnicas

Las técnicas nemotécnicas ayudan a memorizar mejor, con mayor rapidez y con mayor eficiencia. Se registra mejor la información lo que permite posteriormente recordarla con mayor exactitud.

1.- Método de la palabra-pinza

Se cogen los números del 1 al 10 y cada uno de ellos se asocia con una palabra con la que rime. Cada estudiante puede hacer su propia asociación.

Esta palabra que rima es la "palabra-pinza" que utilizaremos para hacer asociaciones con la información que tenemos que memorizar.

Son asociaciones inverosímiles.

La memoria tiende a recordar con más facilidad aquello que le llama la atención, lo absurdo (si vemos un perro por la calle no le prestaremos atención, pero si vemos un perro verde no lo olvidaremos).

Veamos su funcionamiento:

Seleccionamos las siguientes "palabras-pinza":

Uno - zumo (nos imaginamos un vaso de zumo con una etiqueta en la que colocaremos mentalmente la información que queremos recordar).

Dos - tos (nos imaginamos una boca muy grande que se abra para toser y dentro de la boca un pequeño cartel donde colocamos la segunda información que queremos memorizar).

Tres - tren (nos imaginamos un tren de vapor que sale de un túnel y en la parte delantera de la locomotora un cartel donde colocaremos la tercera información que queremos memorizar).

Y así hasta el número diez.

Cuatro - zapato

Cinco - borrico

Seis - jersey

Siete - billete

Ocho - bizcocho

Nueve - jueves

Diez - pez

Hay que tratar de visualizar cada palabra pinza con el máximo detalle, interactuando con la información con la que la hemos asociado:

Por ejemplo si el primer dato que vamos a memorizar es "billete de avión", puedo imaginar lo siguiente: Un zumo de naranja fresco, vestido con una camisa hawaiana y unas bermudas, con una maleta en su mano, yendo al aeropuerto. En la etiqueta del vaso hay pegado un cartel que dice "billete de avión".

El recuerdo se producirá de la siguiente manera:

Pensaré en el número uno e inmediatamente me vendrá a la mente la palabra "zumo"; a partir de ahí recordaré la escena que había imaginado: vaso de zumo yendo al aeropuerto con una maleta y en la maleta escrito "billete de avión".

Este método exige conocer perfectamente la serie-pinzas que se utiliza. Se pueden elaborar listas de cientos de "palabras-pinza".

Una ventaja que ofrece este método es que se puede ir directamente al dato que uno quiere recordar, sin tener que recorrer toda la serie.

Por ejemplo: si quiero recordar el octavo dato de la lista utilizaré la palabra-pinza que corresponde al número ocho lo que me permitirá recordar el dato memorizado.

Además de los números, también se pueden utilizar como serie-pinzas los días de la semana, los meses del año, las letras del alfabeto, etc.

2.- Método de la cadena

Consiste en enlazar los diferentes elementos que se van a memorizar como si formaran una cadena:

Los elementos estarán interactuando dos a dos: el primero con el segundo, el segundo con el tercero, el tercero con el cuarto...

Imaginaremos escenas absurdas en las que intervienen cada pareja de elementos.

Hay que tratar de visualizar estas escenas con el mayor detalle posible.

Es un método muy eficaz para memorizar una lista de datos no demasiado extensa (máximo unos 10 elementos).

Con este método detectaremos inmediatamente si hemos olvidado algún objeto de la lista ya que a la cadena le faltará un eslabón.

Veamos su funcionamiento:

Vamos a memorizar la siguiente lista.

Carpeta, bolígrafo, calculadora, diccionario, libro

Generamos las siguientes relaciones:

1ª escena: Una carpeta va andando por la calle con mucha prisa porque pierde el autobús, va corriendo por la acera y tropieza con un bolígrafo que estaba tomando el sol y se cae (con esta imagen conectamos carpeta y bolígrafo).

2ª escena: Un bolígrafo se fue a dormir pero cuando se metió en la cama la notó un tanto extraña, muy dura y con teclas. Cuando levantó la sábana vio que no era su cama sino la calculadora de su amigo (aquí conectamos bolígrafo y calculadora).

Y así hasta tener conectados todos los objetos de la lista.

En el sistema de cadena (al igual que en el de relato y en el de lugares que veremos a continuación) cuando se pretende recordar la lista de objetos hay que realizar el recorrido completo empezando por el primer elemento de la lista.

3.- Método del relato

Consiste en crear una historia con todos los elementos que se pretende memorizar.

No se establecen relaciones dos a dos como en el caso anterior sino una única historia en la que participan todos ellos.

Este método puede ser adecuado cuando hay que memorizar elementos que no son fáciles de visualizar (por ejemplo, conceptos abstractos: justicia, igualdad...),

También puede servir cuando hay que memorizar reglas o definiciones (por ejemplo: "todo número multiplicado por cero es cero") haciendo que uno de los personajes del relato la diga en un momento determinado.

Este método es más apropiado para personas con mayor facilidad para la memoria verbal que para la visual.

Veamos como funciona.

Imaginemos que hay que memorizar la misma lista que en el punto anterior:

Carpeta, bolígrafo, calculadora, diccionario, libro

Podemos crear la siguiente historia:

"La carpeta llamó a su amigo el bolígrafo y se fueron a comprar pilas para la calculadora, pero en una esquina se chocaron con un diccionario que iba corriendo buscando un libro".

4.- Método de los lugares (o de loci)

Funciona asociando los elementos que hay que memorizar con una serie de lugares previamente establecidos.

Los lugares siguen un orden determinado, un recorrido establecido.

Podemos utilizar como lugares las habitaciones de la casa:

Se entra en casa, a la derecha la cocina, a continuación un aseo de invitados, le sigue el cuarto de mi hermana, el cuarto de mis padres y después su cuarto de baño. Volviendo por el pasillo, al otro lado el cuarto de mi hermano mayor, a continuación mi cuarto, luego el cuarto de baño de los hermanos, la sala de estar y en último lugar el comedor.

Se trata de un recorrido con 10 lugares determinados.

Otro recorrido puede ser las tiendas de la calle en la que vivo, o los pueblos por los que paso camino de la playa, etc.

Tienen que ser recorridos perfectamente conocidos, tienen que seguir un orden predeterminado (no vale alterarlo) y a ser posibles que sean recorridos ampliables por si hay que memorizar una lista más extensa (por ejemplo, en el recorrido de la casa se podría incluir la portería, el vestíbulo, la terraza, el trastero, el garaje, etc.).

Estos recorridos hay que repasarlos con frecuencia, conocerlos con total exactitud.

Este método funciona asociando a cada uno de estos lugares uno de los elementos de la lista que se pretende memorizar. Hay que tratar de visualizar el lugar y el elemento que se memoriza de forma muy precisa, interactuando, con imágenes muy claras.

Uno puede tener establecidos recorridos diferentes, de distinta longitud (según la extensión de la lista a memorizar) o utilizar un recorrido diferente con cada asignatura.

Este método tiene como ventaja que es reutilizable (a diferencia del método de la cadena y del relato), si bien es conveniente dejar pasar al menos un par de días antes de volver a emplearlo con una nueva lista de elementos para evitar que se pueda mezclar con la anterior. También permite detectar un olvido.

Veamos como funciona y para ello seguiremos utilizando la misma lista de objetos:

carpeta, bolígrafo, calculadora, diccionario y libro

Generamos las siguientes asociaciones:

1.- Cocina: quiero entrar pero no puedo abrir la puerta, consigo abrirla un poco y veo que el suelo está lleno de carpetas.

2.- Aseo de invitados: abro la puerta y siento un golpe en la cabeza; alguien ha colocado un bolígrafo sobre la puerta que ha caído y me ha golpeado.

3.- Cuarto de mi hermana: le voy a dejar un libro pero veo que la puerta no tiene picaporte sino un panel con dígitos, parecido a una calculadora, en el que tengo que teclear una contraseña.

Etc.

A la hora de recordar hay que seguir el recorriendo, entrando en cada una de las habitaciones de la casa, y nos vendrán inmediatamente a la mente las asociaciones que habíamos realizado.

5.- Método fonético numérico (o de Herigón)

A cada número del 0 al 9 se le asigna una (o más) consonante(s) (nunca una vocal).

El criterio para esta asignación puede ser el que determine el estudiante, pero a ser posible en base a algún tipo de vinculación entre el número y la consonante. Bien porque el número comience por dicha consonante o porque sus formas guarden alguna similitud, o por alguna otra relación.

Hay que tratar de que cada número tenga asignada al menos una consonante de uso frecuente.

No se utilizarán las consonantes dobles (ch, ll, rr), ni aquellas de poco uso (x, w), ni tampoco la "h" muda.

Una misma consonante no puede estar asignada a dos números a la vez.

Veamos un ejemplo de asignación:

Al 1: la "t" (tiene un único trazo vertical)

Al 2: la "n" y la "ñ" (tienen dos patas)

Al 3: la "m" (tiene tres patas) y la "d" (tercera consonante del alfabeto)

Al 4: la "c" (empieza por esa letra); también la "k" y la "q" (mismo sonido)

Al 5: la "l" (en números romanos 50 se representa por "L")

Al 6: la "g" (en mayúscula la "G" se parece al 6) y la "j" (sonido parecido)

Al 7: la "f" (en mayúscula la "F" parece un 7 al revés) y la "s" (empieza por esa letra)

Al 8: la "p" (es la primera letra de "Pinocho")

Al 9: la "v" (es su segunda consonante) y la "b" (mismo sonido)

Al 0: la "r" (es su segunda consonante)

Como se puede comprobar la asociación es muy libre. Cada estudiante puede establecer su propia asociación.

Una vez asignadas las consonantes hay que buscar para cada número una palabra que contenga exclusivamente una de las consonantes que se le han asociado: Las vocales se utilizan de comodines.

Estas palabras pueden ser:

Al 1: la "t"; palabra "tío"

Al 2: la "n" y la "ñ" ; palabra "nao"

Al 3: la "m" y la "d"; palabra "ama"

Al 4: la "c", la "k" y la "q" ; palabra "oca"

Al 5: la "l"; palabra "ola"

Al 6: la "g" y la "j"; palabra "ojo"

Al 7: la "f" y la "s"; palabra "oso"

Al 8: la "p" ; palabra "púa"

Al 9: la "v" y la "b" ; palabra "uva"

Al 0: la "r"; palabra "río"

Estas palabras son las que utilizaremos como "palabras-pinza". La serie de "palabras-pinza" puede ser todo lo larga que se quiera, con números de dos o más cifras.

Por ejemplo:

41: letras "c" (del 4) y "t" (del 1): palabra "coto"

54: letras "l" (del 5) y "c" (del 4): palabra "laca"

58: letras "l" (del 5) y "p" (del 8): palabra "lapa"

67: letras "g" (del 6) y "s" (del 7): palabra "gas"

89: letras "p" (del 8) y "v" (del 9): palabra "pavo"

147: letras "t" (del 1), "c" (del 4) y "s" (del 7): palabra "tacos"

Por tanto, se pueden fabricar tantas pinzas como se quiera.

Una ventaja de este sistema es que nos permite recordar los datos en el orden que uno quiera, sin necesidad de repetir toda la lista.

Por ejemplo, puedo ir directamente al número 9, recordar su palabra asociada "uva" e inmediatamente me vendrá a la mente el elemento de la lista que asocié con esa palabra-pinza.

El funcionamiento de este método es similar al método de palabras-pinza que ya vimos, se trata de asociar cada elemento de la lista con una palabra pinza siguiendo el orden numérico.

La asociación será una situación imaginaria, absurda, en la que interactúen el elemento de la lista con la palabra pinza.

Por ejemplo: utilizando la misma lista que en los métodos anteriores:

carpeta, bolígrafo, calculadora, diccionario y libro

1ª asociación: "tío" y "carpeta": Imagino un tío muy gordo en un día de agosto con mucho calor, sudando una barbaridad y en cada mano una carpeta con la que se abanica.

Y así el resto de asociaciones.

A la hora de recordar, empezaré por el número uno, recordaré su palabra asociada "tío" e inmediatamente me vendrá a la mente la escena de un tío gordo abanicándose con las carpetas.

6.- Método de las iniciales

Es un método útil para recordar listas cortas.

Se trata de formar una palabra inventada utilizando las primeras silabas de los elementos de la lista.

Veamos su funcionamiento: tomemos la siguiente lista de objetos:

Tomate, mantequilla, leche, galletas y café

Con sus primeras sílabas formaremos la palabra "tomanlegaca"

Memorizaremos únicamente esta palabra, que al recordarla nos ayudará a recordar toda la lista de objetos.

Para concluir señalar que:

Las reglas nemotécnicas exigen mucha práctica. Al principio pueden resultar difíciles de utilizar, pero con la práctica pueden llegar a ser enormemente útiles.

Cada estudiante puede elegir aquel método que más le convenga

martes, 21 de septiembre de 2010

I love you

Ti amo, god how i love you so
my heart just won't let go
day after day i'm still holdin' on
even though you're gone
Ti amo, wasn't i good to you?
i did all that i could do
to make you want to be here with me
i thought you loved me
I can't believe you could just turn and leave
y'did it so easily
you pulled my world out from under me
look what you've done to me
How could you end it this way
after the love that we made?
god how i wish you had stayed
can't you see that i just want you back?
Ti amo, i never had a clue that i was losin' you
you never once let me know you were lettin' me go
oh, i guess it was there in your eyes
guess it was there in your sighs
guess it was there in your lies
i was blind then, couldn't face the end
Ti amo, thought we'd go on and on
thought we had something strong
you pulled my world out from under me
look what you've done to me
How could you end it this way
after the love that we made?
god how i wish you had stayed
can't you see that i just want you back?
Ti amo, god how i love you so
my heart just won't let go
day after day i'm still holdin' on
even though you're gone
Guess it was there in your eyes
guess it was there in your sighs
guess it was there in your lies
i was blind then, couldn't face the end
Ti amo, thought we'd go on and on
thought we had something strong
you pulled my world out from under me
look what you've done to me
How could you end it this way
after the love that we made?
god how i wish you had stayed
can't you see that i just want you back?
Ti amo, wasn't i good to you?
did all that i could do
to make you want to be here with me
i thought you loved me
I can't believe you could just turn and leave
y'did it so easily
you pulled my world out from under me
look what you've done to me
Ti amo, god how i love you so
my heart just won't let go
day after day i'm still holdin' on
even though you're gone ... [fade out]

ti amo

Ti amo, un soldo
ti amo, in aria
ti amo se viene testa
vuol dire che basta:
lasciamoci.
ti amo, io sono
ti amo, in fondo un uomo
che non ha freddo nel cuore,
nel letto comando io.
ma tremo
davanti al tuo seno,
ti odio e ti amo,
e' una farfalla che muore
sbattendo le ali.
l'amore che a letto si fa
prendimi l'altra meta'
oggi ritorno da lei
primo maggio,su coraggio!
io ti amo
e chiedo perdono
ricordi chi sono
apri la porta
a un guerriero di carta igienica.
dammi il tuo vino leggero
che hai fatto quando non c'ero
e le lenzuola di lino
dammi il sonno di un bambino
che "ta" sogna cavalli e si gira
e un po' di lavoro
fammi abbracciare una donna
che stira cantando.
e poi fatti un po' prendere in giro
prima di fare l'amore
vesti la rabbia di pace
e sottane sulla luce.
io ti amo e chiedo perdono
ricordi chi sono
ti amo, ti amo,ti amo
ti amo ti amo
dammi il tuo vino leggero...
che hai fatto quando non c'ero
e le lenzuola di lino
dammi il sonno di un bambino
che "ta" sogna cavalli e si gira
e un po' di lavoro
fammi abbracciare una donna
che stira cantando.
e poi fatti un po' prendere
in giro
prima di fare l'amore
vesti la rabbia di pace
e sottane sulla luce.
io ti amo,
ti amo, ti amo
ti amo, ti amo ...

te amo

Te amo, moneda
te amo, al viento
te amo, si sale cara diré que tu amor esta muerto
yo te amo, me siento, te amo
un hombre sobre ti
con fuego dentro del alma
quemando en la cama
más yo tiemblo sintiendo tus senos
te odio y te amo
mi mariposa que muere agitando
las alas haciendo el amor en sus brazos,
piel de mi propio fracaso,
hoy necesito tenerla,
voy a hablarle, con coraje
yo te amo y ahora perdóname
solo recuérdame, abre la puerta a un guerrero
sin armas ni ejercito
y dame tu vino ligero
que has hecho mientras no estaba
y las sabanas de lino
dame el sueño, de algún niño que da vueltas
soñando con nubes déjame trabajar
hazme abrazar a una joven que plancha cantando
y hazte rogar un poco
antes de hacer el amor
viste de calma tu furia
y tus faldas sobre la luz
yo te amo y ahora perdóname
solo recuérdame
te amo te amo te amo te amo te amo
y dame tu vino ligero
que has hecho mientras no estaba
y las sabanas de lino
dame el sueño, de algñun niño que da vueltas
soñando con nubes dñejame trabajar
hazme abrazar a una joven que plancha cantando
y hazte rogar un poco
antes de hacer el amor
viste de calma tu furia
y tus faldas sobre la luz
yo te amo y ahora perd�name
solo recuerdame
te amo te amo te amo te amo te amo
te amo te amo te amo te amo te amo
te amo te amo te amo te amo te amo

domingo, 19 de septiembre de 2010

buscando

habia una vez,un joven que un dia busco una explicacion,de lo que sucedia,no entedia aquello,y pensaba en que fallo,no habia respuesta,
para enterderlo hay que analizar el problema,ver la actitud,el nerviosismo lo puede llevar a cometer muchos errores.muchos veces la vida juega con uno,puede estar uno exteriormente tranquilo,,pero en el interior todo lo contrario,muchas veces esto puede ser un arma de doble filo,como lo puede asimilar positivamente,lo acepta negativamente.aquello fue una experencia muy importante en la vida de aquel joven,trato de asimilar aquella experiencia muy positivamente,tratar de no volver a cometer los mismos errores,para poder y continuar con su vida

sábado, 18 de septiembre de 2010

mi forma de sentir

Cada ves que veo salir el sol como hoy
nada mas puedo pensar en ti mi amor
la distancia no es razon para dejar
la esperanza de un dia volverte a besar.

solo tu,solo tu que conoces
mi forma de sentir,mi forma de reir
y hasta mi forma de llorar
solo tu sabes a donde voy
solo tu sabes muy bien quien soy.

cuando estoy yo solo en casa
me pongo a pensar que conoces
alguien mas que de amor te puede hablar
pero de una cosa estoy seguro o mujer
que lo que hay entre los dos
nadie puede deshacer.

solo tu,solo tu que conoces
mi forma de sentir, mi forma de reir
y hasta mi forma de llorar
solo tu sabes a donde voy
solo tu sabes muy bien quien soy.

cuando al fin el dia llegue
en que te vuelva a ver
no te dejare partir pues podria enloquecer
nada en este mundo tendrìa su razon de ser
sin tu amor yo nunca hubiera podido conocer.

solo tu, solo tu que conoces
mi forma de sentir, mi forma de reir
y hasta mi forma de llorar
solo tu sabes a donde voy
solo tu sabes muy bien quien soy
solo tu, mi forma de sentir
solo tu.

jueves, 16 de septiembre de 2010

estudio

Cuando leemos solemos incurrir de forma inconsciente en ciertos vicios que ralentizan considerablemente nuestra velocidad de lectura. Estos vicios son:

1.- Leer palabra por palabra: Es la forma que aprendimos de pequeño. Lo leemos todo, sustantivos, verbos, adjetivos, y también artículos, conjunciones y preposiciones, con independencia de que algunas de estas palabras apenas aporten información.

Por ejemplo: "El colegio de mi hermana está cerca de mi casa" Al leer esta frase iremos leyendo todas sus palabras.

2.- Subvocalización: Al leer tendemos a ir pronunciando las palabras, ya sea moviendo los labios o mentalmente.

3.- Regresión: También tendemos continuamente a dirigir la vista atrás, sobre lo que ya hemos leído, para asegurarnos de que entendemos lo que estamos leyendo.

Frente a esta lectura lenta, el estudiante debe tratar de leer rápido ya que esto le reporta las siguientes ventajas:

1.- Ahorro de tiempo en la lectura: Tiempo que podrá dedicar a avanzar en el estudio o simplemente a descansar.

2.- Mayor concentración: La lectura rápida predispone a prestar más atención, haciendo que sea un tiempo de estudio más provechoso.

Hay que tratar de aproximar la velocidad de lectura a la velocidad del pensamiento (la velocidad del pensamiento suele ser entre 3 y 5 veces más rápida que la de lectura).

El estudiante debe comenzar midiendo su velocidad de lectura.

Debe leer un texto durante 5 minutos y calcular el numero de palabras leídas.

Para ello realizará un cálculo aproximado: cuenta el número de palabras que hay en un renglón estándar y el número de renglones leídos. Multiplicando estas dos cifras obtiene una aproximación del número de palabras leídas. Esta cifra se divide por 5 y se obtiene una medida de la velocidad de lectura (nº de palabras por minuto).

¿Qué se puede hacer para leer más rápido?

1.- Evitar la vocalización, tanto oral como mental. Intentar no mover los labios, manteniendo la boca relajada.

El pronunciar mientras se lee puede reducir la velocidad de lectura hasta en un 50%. Hay que aprender a reconocer la palabra por su aspecto y no por su pronunciación.

2.- Evitar releer. No se debe volver la vista atrás bajo ningún concepto, aunque pensemos que algo se nos ha podido escapar. Con la práctica nos habituaremos a poner la máxima atención en la lectura, evitando de este modo perder información.

Si no se comprende bien el texto es preferible darle una segunda lectura completa que ir constantemente releyendo. Se puede utilizar un lápiz para señalar por donde va uno leyendo y evitar de este modo saltos de línea.

3.- Reducir las fijaciones de los ojos. Aunque no nos demos cuenta, cuando leemos vamos fijando (parando) los ojos en cada palabra, y dentro de ella en cada letra.

Hay que tratar de ir ampliando el campo de visión: de una letra pasar a varias letras, luego a una palabra, y después a varias palabras. Con una fijación de la vista se puede llegar a leer hasta tres palabras a la vez.

Los ojos deben realizar un movimiento suave, continuo, y no una sucesión de breves paradas. Es un aprendizaje complicado pero que con la práctica se consigue.

4.- Centrar la atención en las palabras que aporten significado. Hay que fijarse en los sustantivos, verbos, adjetivos y adverbios, desechando artículos, preposiciones y conjunciones.

Por ejemplo: "El colegio de mi hermana está cerca de mi casa"

Quedaría reducido a: "colegio hermana cerca casa"

5.- Al final de la lectura se buscarán en el diccionario las palabras que no se hayan entendido. En lugar de ir interrumpiendo la lectura cada vez que aparece una palabra que no se entiende, es preferible anotarlas en un papel y al final de la lectura buscarlas en un diccionario.

Para una lectura rápida es importante también cuidar los siguientes puntos:

1.- Iluminación: hay que contar con buena iluminación. La luz natural es mejor que la artificial, pero si no puede ser es preferible combinar una luz central que ilumine toda la habitación y otra luz (preferentemente bombilla azul), no demasiado intensa, centrada sobre el texto.

2.- Postura: el estudiante debe leer sentado, con una postura cómoda (el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante) y con el libro centrado (que las líneas queden horizontales) apoyado en la mesa (la altura de la mesa debe ser la adecuada).

3.- Silencio. Una lectura rápida exige una gran concentración, y para ello es necesario evitar cualquier distracción. Si se quiere oír música que sea tranquila, a ser posible sólo instrumental, y con el volumen bajo.

Se puede mejorar considerablemente la velocidad de lectura.

Hay diversos ejercicios para ello, si bien la mejor manera de aprender a leer rápido es forzarse uno mismo a hacerlo. Al principio se perderá mucha información, pero con la práctica se irá dominando esta técnica.

Entre los ejercicios se pueden mencionar los siguientes:

1.- Localizar dentro de un texto una palabra preseleccionada previamente. Por ejemplo: en un artículo deportivo sobre fútbol tratar de localizar la palabra "delantero". Hay que hacerlo rápidamente y luego chequear que se han localizado todas.

2.- Localizar informaciones específicas dentro de un texto. Por ejemplo, en un artículo periodístico sobre política localizar rápidamente los nombres de todos los partidos políticos mencionados. Luego chequear el resultado.

3.- Ampliar gradualmente el campo de fijación del ojo. Tomar una hoja de un periódico estructurada por columnas relativamente estrechas (por ejemplo, 5 columnas por hoja).

Seleccionar una columna y trazar una línea vertical por el medio. Leer la columna bajando los ojos por la línea vertical, sin apartarse de ella.

Comprobar si se ha captado toda la información.

En definitiva, el estudiante debe tratar de mejorar su velocidad de lectura pero sin comprometer una buena comprensión del texto (puede perder algún detalle, pero nunca información esencial).

el estudio

El estudiante debe afrontar los estudios con optimismo y convicción

Algunas asignaturas pueden resultar complicadas o muy complicadas, pero no por ello hay que tirar la toalla.

Según diversos estudios, las personas utilizamos un porcentaje muy reducido de nuestra capacidad intelectual, contando con un potencial más que suficiente para superar grandes desafíos, por difíciles que parezcan.

El auto-convencimiento de ser uno capaz de aprobar termina influyendo de forma decisiva en el aprobado de dicha asignatura.

Es un proceso que se auto-alimenta.

Si la asignatura es ya de por si complicada y el estudiante está plenamente convencido de que no podrá con ella, la dificultad que encontrará será aún mayor.

Si por el contrario, afronta dicha asignatura convencido de sus posibilidades las dificultades no le resultarán tan insuperables.

Con una buena planificación y dedicación será capaz de sacar adelante cualquier asignatura por complicada que sea.

b) El estudiante debe poner ilusión en lo que hace

Es innegable que estudiar cuesta y que es fácil encontrar otras actividades alternativas que resultan mucho más apetecibles. Pero, en definitiva, como el curso hay que aprobarlo, más vale afrontarlo con cierta dosis de alegría.

Algunas asignaturas pueden resultar interesantes de por si, pero aquellas otras que se hagan más cuesta arriba es donde el alumno debe hacer un esfuerzo y buscarle un lado positivo (planteándoselas como un desafío personal, pensando que mientras antes las apruebe antes se las quitará de en medio, etc.).

Si a uno no le cuesta estudiar y además afronta el estudio con desmoralización, éste se le hará doblemente cuesta arriba.

Si por el contrario lo afronta con cierta dosis de ilusión se le hará mucho más llevadero.

Una persona motivada rinde mucho más

c) El buen estudiante debe actuar con seriedad y el rigor

Los estudios constituyen su principal obligación y debe afrontarlos con profesionalidad.

Debe ser constante y trabajar diariamente.

Tiene que desarrollar su fuerza de voluntad, siendo capaz de sacrificarse por alcanzar unos objetivos (ya vendrá luego la recompensa).

Si desarrolla desde joven estas cualidades, más tarde se beneficiará de ellas en su carrera profesional.

d) El buen estudiante debe buscar la excelencia

No se puede conformar simplemente con aprobar, tiene que apuntar mucho más alto. Debe fijarse unos objetivos exigentes, aunque realistas.

En primer lugar porque puede (tiene capacidades de sobra) y en segundo lugar por seguridad, por contar con un margen de seguridad.

Además, puede aspirar muy alto sin tener que consagrarse en cuerpo y alma al estudio y abandonar el resto de actividades. Es cuestión de organización y de constancia.

No hay que recortar el tiempo de ocio o diversión, lo que hay que evitar es la pérdida de tiempo, ese tiempo en el que uno no hace nada, que se va de las manos sin sacarle provecho.

Normalmente no hará falta incrementar las horas de estudio, sino sacarle más provecho a las actuales.

En esta búsqueda de la excelencia el estudiante no debe nunca bajar la guardia.

Aunque vaya obteniendo buenos resultados no debe confiarse, debe seguir apretando.

Además de fijarse una gran meta (por ejemplo, aprobar todas las asignaturas en junio con nota igual o superior al 8), resulta conveniente fijarse objetivos más inmediatos, más a corto plazo (por ejemplo, sacar más de un 8 en el próximo examen).

Es una forma de mantener la tensión, de no relajarse ante la lejanía de las metas propuestas.

Además, lograr esos objetivos más inmediatos resulta muy motivador.

e) El estudiante debe ser flexible

Si el método de estudio que emplea no le da resultados, debe cambiarlo. El estudiante debe estar permanentemente tratando de mejorar su forma de estudiar, de ser más eficiente.

Por ejemplo, si suele pasar los apuntes a limpio pero esto le lleva mucho tiempo, debe probar con utilizar directamente los apuntes tomados en clase.

Si las horas de estudio, el lugar donde estudia, etc. tampoco le convencen tendrá que cambiarlos, etc.

f) El estudiante debe ser humilde

Debe ser capaz de admitir sus fallos, sus carencias; esto es esencial para comenzar a corregirlos.

No puede engañarse a si mismo, buscando siempre responsables de sus fracasos académicos (el profesor me tiene manía; casi todo el mundo ha suspendido; el profesor se ha equivocado en la corrección, etc.).

g) El estudiante debe ser también un buen "encajador"

Ante un suspenso no se puede hundir, ya habrá más oportunidades. Lo que sí debe hacer es analizar los errores, conocer sus causas y tratar de que no vuelvan a suceder.

De los errores se aprende

Como conclusión, señalar que los estudiantes que sobresalen no suelen ser los más inteligentes, sino alumnos muy motivados, que confían en sus posibilidades, que se toman el trabajo en serio, que lo planifican y que utilizan un eficaz método de estudio.

planning study

planning study
Success in the classroom depends largely on good planning.

Students who are not usually include the most intelligent, but those who know how to plan your work, apply a good method of study, are motivated and have great confidence in himself.

The planning of the study can deliver better results and make more bearable the studies, largely avoiding the dreaded moments of exhaustion.

It is not the same subjects keep up to date and exam time devoted to review, to waste time during the course and exams when they try to do what has not been done before, marathon study sessions, exhausting, with enormous anxiety and a good chance that this great "beat" the end is useless (not to condone, nor of course to learn).

Planning is simply the studio for this organization and the student must answer the following questions:

What material must be mastered well in the face of the exams?

How much effort must be done to achieve this level of knowledge?

How much time is available?

And depending on the answers to the questions above:

What daily effort must be made to reach the examination well prepared?

This is to determine the pace of daily study ("cruising speed") to be established from the first day of course (and not the second).

When it starts the student does not have all the information necessary to clarify the daily effort to be made, but as the course progresses it is possible to determine how many hours you need a daily study.

At the beginning of the course is better to be cautious and to establish a daily rhythm of study harder.

As you progress this rate will be adjusted either upwards or downwards as appropriate.

If a subject is being delayed one can use the weekends to give them a "push" and to update them.

The student gets from day to print a cruising speed of 2-3 hours of study (except in certain races that require more) will be assimilating and mastering the courses gradually, without much hustle final and may reach tests with a high level of preparedness.

To take a subject properly prepared for an exam to be studied in depth and once learned to keep those skills fresh through periodic reviews.



Before preparing a new lesson should give you a quick look at the previous and this can be very useful diagrams, summaries of each (lesson 9th).

Once this initial work (the hardest), the student should plan the reviews. Usually three reviews may be sufficient, although not to be taken as an exact number.

The first review after complete Agenda seen in half (or third, if the subject is extensive).

It reviews all the lessons seen so far, trying to get a level of preparedness similar to that achieved on the day of preparation of each lesson individually.

The same review must be done with the second half of the course (or the second and third-third).

The second review should begin about 10 days before the test and will cover the entire agenda that goes into it.

The third review will take place in the two days before the test.

It is convenient to carry an agenda to go scoring all these reviews and also check that will go on schedule in the curriculum.

This work must be done with each of the subjects.

At the beginning of each quarter the student must take a calendar and mark the approximate dates of examinations (the later will be more precise).

Based on those days set the indicative dates for the beginning of each of the reviews of each of the subjects.

This is a preliminary planning will go forward as shaping the course and get to know more precisely the rate of each subject, level of difficulty, the final days of the examinations.

With this plan, the student may reach the test dates with all the subjects properly prepared, pending a final review only.

Have to be very rigorous in meeting these deadlines.

If one is left behind will be accelerated, however, if you are ahead is preferable to keep the front and you will be calmer in the final days.

Finally, note that overwhelmed is not bad, provided you with sufficient time to react.

Overwhelmed at the beginning of the quarter to see that the agenda is too long may be as beneficial as it will make a print rate of more intensive study.

planificacion del estudio

El éxito en los estudios depende en gran medida de una buena planificación.

Los estudiantes que destacan no son habitualmente los más inteligentes, sino aquellos que saben planificar su trabajo, aplican un buen método de estudio, están motivados y tienen mucha confianza en si mismo.

La planificación del estudio permite obtener mejores resultados y hacer más llevaderos los estudios, evitando en gran medida los temidos momentos de agobio.

No es lo mismo llevar al día las asignaturas y en época de exámenes dedicarse a repasar, que perder el tiempo durante el curso y cuando llegan los exámenes tratar de hacer lo que no se ha hecho antes, con jornadas de estudio maratonianas, agotadoras, con una enorme ansiedad y con muchas probabilidades de que esa gran "paliza" final no sirva para nada (ni para aprobar, ni por supuesto para aprender).

Planificar el estudio es sencillamente organización y para ello el estudiante debe responder a las siguientes preguntas:

¿Qué material hay que dominar perfectamente de cara a los exámenes?

¿Qué esfuerzo hay que realizar para lograr este nivel de conocimiento?

¿De cuanto tiempo se dispone?

Y en función de las respuestas a las preguntas anteriores:

¿Qué esfuerzo diario hay que realizar para llegar a los exámenes bien preparado?

Con ello se trata de determinar el ritmo de estudio diario ("velocidad de crucero") que hay que establecer desde el primer día de curso (y no desde el segundo).

Cuando éste comienza el estudiante no dispone de toda la información necesaria para precisar el esfuerzo diario que debe realizar, pero a medida que el curso avanza sí es posible determinar cuantas horas necesita uno estudiar diariamente.

A principios de curso es preferible ser precavido y establecer un ritmo diario de estudio más duro.

A medida que va avanzando este ritmo se irá ajustando, aumentándolo o disminuyéndolo según proceda.

Si en alguna asignatura uno se va quedando retrasado pueden utilizar los fines de semanas para darles un "empujón" y ponerlas al día.

El estudiante que consigue desde el primer día imprimir una velocidad de crucero de 2 - 3 horas diarias de estudio (salvo en determinadas carreras que exigirán más) irá asimilando y dominando las asignaturas de forma gradual, sin grandes agobios finales, y podrá llegar a los exámenes con un elevado nivel de preparación.

Para llevar una asignatura convenientemente preparada para un examen hay que estudiarla en profundidad y una vez aprendida mantener esos conocimientos frescos mediante repasos periódicos.



Antes de comenzar a preparar una nueva lección es conveniente darle un rápido repaso a la anterior y para ello pueden ser muy útiles los esquemas-resúmenes elaborados de cada una de ellas (lección 9ª).

Una vez realizado este trabajo inicial (el más duro), el estudiante debe planificar los repasos. Habitualmente con tres repasos puede ser suficiente, si bien no hay que tomarlo como un número exacto.

El primer repaso se realizará una vez visto la mitad del temario (o un tercio, si la asignatura es extensa).

En el se revisarán todas las lecciones vistas hasta el momento, tratando de conseguir un nivel de preparación similar al logrado el día en que se preparó cada lección individualmente.

Este mismo repaso habrá que realizarlo con la segunda mitad de la asignatura (o con el segundo y el tercer tercio).

El segundo repaso se debe comenzar unos 10 días antes del examen y en el se abarcará todo el temario que entra en el mismo.

El tercer repaso se realizará en los 2 días previos al examen.

Es conveniente llevar una agenda en la que ir anotando todos estos repasos y al mismo tiempo ir controlando que se van cumpliendo los plazos previstos en el plan de estudio.

Este trabajo hay que hacerlo con cada una de las asignaturas.

A comienzos de cada trimestre el estudiante debe tomar un calendario y señalar las fechas estimadas de los exámenes (las irá precisando más adelante).

En función de dichos días fijará las fechas orientativas para el comienzo de cada uno de los repasos de cada una de las asignaturas.

Se trata de una planificación preliminar que irá perfilando a medida que avance el curso y vaya conociendo con mayor precisión el ritmo de cada asignatura, su nivel de dificultad, los días definitivos de los exámenes, etc.

Con esta planificación el estudiante podrá llegar a las fechas de los exámenes con todas las asignaturas convenientemente preparadas, pendientes únicamente de un repaso final.

Hay que ser muy rigurosos con el cumplimiento de estos plazos.

Si uno se queda atrás tendrá que acelerar, en cambio, si va por delante es preferible mantener dicha delantera ya que le permitirá estar más tranquilo en los días finales.

Por último, señalar que agobiarse no es malo, siempre y cuando se cuente con tiempo suficiente para reaccionar.

Agobiarse a principios del trimestre al ver que el temario es muy extenso puede ser hasta beneficioso ya que hará que uno imprima un ritmo de estudio más intenso.

El problema es agobiarse demasiado tarde, cuando ya no hay posibilidad de reacciónar.