lunes, 26 de diciembre de 2011

Soñé un sueño

Soñé un sueño ya hace tiempo
Cuando había esperanza y vivir valía la pena
Soñé que el amor no moriría nunca
Soñé que Dios perdonaría

Entonces era joven y valiente
Y se hacían, se usaban y se desperdiciaban sueños
No había rescates que pagar
Ni canciones sin cantar, ni vino sin probar

Pero los tigres vienen de noche
Con sus voces estruendosas
Al igual que te arrancan la ilusión
Vuelven tu sueño en vergüenza

ella durmió un verano a mi lado
Con ella pasé unos días maravillosos
ella se llevó mi infancia
Pero se marchó cuando el otoño llegó

Y yo aún soñaba que ella regresaría a mí
Que pasaríamos la vida juntos
Pero hay sueños que no pueden ser
Y hay temporales que no podemos capear

Soñé que mi vida sería
Tan diferente de este infierno en el que vivo
Tan diferente ahora de lo que parecía
Ahora la vida ha matado el sueño que soñé

domingo, 25 de diciembre de 2011

Soy el reflejo de mis actos, vivo lo que me forje, cuándo pienso en lo que he vivido, y con las altas y bajas en mi vida, recogí lo que sembré a través de mi vida.
La premisa de toda existencia humana, es que se hallen para “hacer historia en condiciones de poder vivir”.
El tiempo es la frontera final de la existencia humana, es el camino donde transita nuestros espiritos y en estos caminos hay distintas paradas donde hay puertas que nos transporta a distintas épocas de la existencia y a veces nos encontramos con almas gemelas, rara vez se interrelacionan, como en este caso. Cada 1000 años se abre esta puerta donde se relacionan dos tiempos de nuestra existencia, y esto ocurrió en una noche de tormenta y la primera puerta se abre en 1710 y la otra en el 2010.
Esa noche había tremenda tormenta, era muy fuerte, y había dos jóvenes que estaban por cambiar sus vidas para siempre, el primero era del año 1710, era servicial, trabajador y muy querido por todos en el pueblo. El segundo era del año 2010, era universitario, de familia adinerada, acostumbrado a tenerlo todo, aparte de tener el mismo rostro, también tenían el rostro de su amada [sus respectivas novias], era como sus historias no tenían fin, y que transpaso la línea del tiempo, se había abierto la puerta del tiempo.
Ninguna búsqueda se ha llevado a cabo más incesatamente, ni ha sido más violenta.


Primeramente nos ubicamos en el presente [2010]el joven iba para su casa después de una fiesta, he iba por carreta solitaria cerca de un bosque y con esa tremenda tormenta, cuando de pronto cayo tremendo rayo muy cerca del vehículo y recubrió de luz todo el vehículo,miestras tanto el joven del pasado[1710] iba para su casa, he iba pasando por el bosque bajo la tormenta, cuando cayó el rayo en ese momento, fue cuando fueron transportados a otro tiempo.
2010
Cuando el joven [del pasado] se despertó se encontró en un lugar que no había visto, y con un objeto[automóvil]que no conocía, estaba aturdido, en eso paso una gente y paro a ver si el joven necesitaba ayuda. Encontraron el número de teléfono de la familia y esta llego a recogerlo, lo llevaron a su casa y le dieron un tranquilizante, también llamaron a su novia, cuando esta llego estaba dormido y se puso a conversar con la familia del joven y esta le pregunto a la novia, porqué llevaba puesto esa ropa extraña y ella dijo que no sabía.
Cuando despertó todo era confuso, volvió a ver a una parte del cuarto, cuando vio el rostro de su novia, primero la llamo por otro nombre [por el nombre de su novia en el pasado] esta confudido, había dos personas más, él pregunto quienes eran ellos, respondieron que era sus padres, él contesto que era imposible, que no eran sus padres, los médicos le dieron un tranquilizante y les dijo a los familiares que iba a dormir toda la noche.

La mejor solución a cualquier problema es aquella que lleva el mayor bien.


Al siguiente el joven despertó y seguía un poco confundido, pero se fue con esa gente, y empezó a seguirles a ellos, hasta poder entender que había pasado, salieron del hospital y pasaron por la ciudad, estaba asustado, nunca había había visto una ciudad con casas tan grandes y edificios y llego a su supuesta casa, y empezó hacerle preguntas a los empleados del servicio domestico, y estos estaban confundidos, porqué este les hablaba amablemente. El verdadero joven del presente es un profesional [es abogado]es muy prepotente y con una novia muy bonita que a la vez ella también es abogada, todos estaban confundidos, porqué él se comportaba extrañamente[todo lo contrario a siempre] muy amable.
1710
Hay momentos que analizamos lo pasado, pará ver el presente y ver hacia el futuro, y vemos nuestros errores.

Cuando el joven [del presente] despertó, se encontró perdido en un bosque, y aturdido, empezó a caminar, y encontró a una gente, qué le pregunto si estaba bien, lo llamaban por otro nombre, esté le contesto groseramente y se lo llevaron para el pueblo, pensando que que estaba enfermo. Esté [el joven] por lo único que preguntaba era por su vehículo la gente se preguntaba que era esto.
Mi fe, sobrevire, yo creo en el mañana, porqué el futuro es nuestro, tú tienes que controlar el presente y conquistaras el futuro.



2010
Cuando el joven despertó, estaba confundido, y se vio solo en la habitación, todo era extraño, y salió de la habitación, y se encontró en la sala de la casa, y se encontró con su novia. Cuando se encontraron se intercambiaron miradas, fue extraño para los dos, fue como si estuvieran con personas distintas, ella le pregunto qué le pasaba, él contesto, que todo eso era con un muy mal sueño, que era con si estuviera en otro mundo, ella le dijo, que estas cosas llevan tiempo, paciencia, y que tarde o temprano iba a recordar todo. Perdóname mas no sé lo que me pasa, perdóname si te herido de alguna forma, soy capaz de todo por ti, si alguna vez la soledad se apodero de ti, perdóname, pienso solamente en ti, y me imaginaba todo, te amo de verdad, y tú me miras extraña, como si estuviera loco, y ahora en este momento entendí que sufrías, y por fin comprendí lo que fui en el pasado, pienso en lo que lloraste y me duele, nunca te comprendí. Se hinco y le pidió perdón, en ese momento llego la familia, y no lo podían creer porque él no era así, el era prepotente, en ese momento el joven, se volvió a desmayar,y lo trasladaron a la habitacion

Hay momentos que creemos que aquello que vivimos la sido lo mas grande,y entre mas intenso sea lo que sentimos mas fuertes debemos ser.nosotros tenemos que controlar nuestras emociones por mas intensas que estas sean y para esto hay que tener paciencia porque lleva tiempo.



1710
Miestras tanto el joven[del presente]se desperto confundido,estaba en el bosque,solo,busco el automovil,y no lo encontro,empezo a caminar,para buscar la carretera,pero no la encontraba,como la hora de empezar a caminar se topo con una gente,que parecia que lo conocieran,pero el no los reconocian,ellos se lo llevaron para el pueblo,y el se comportaba extrano,prepotente,y una arrogancia,todos estaban confundidos,el no era asi,el era,el era amable.

CARTA DE DIOS

Tú que eres un ser humano, eres mi milagro. Y eres fuerte, capaz, inteligente y lleno de dones y talentos.
Cuenta tus dones y talentos. Entusiásmate con ellos. Reconócete. Encuéntrate. Acéptate. Anímate. Y piensa que desde este momento puedes cambiar tu vida para bien. Si te lo propones y té llenas de
entusiasmo.
Y sobre todo, si te das cuenta de toda la felicidad que puedes conseguir con sólo desearlo.

Eres mi creación más grande. Eres mi milagro. No temas comenzar una nueva vida. No te lamentes
nunca. No te quejes, No te atormentes. No te deprimas.- ¿Cómo puedes temer si eres mi milagro? -. Estás dotado de poderes desconocidos para todas las criaturas del Universo.

Eres ÚNICO. NADIE ES IGUAL A TI.

Sólo en ti está aceptar el camino de la felicidad y enfrentarlo, y seguir siempre adelante. Hasta el fin.
Simplemente porque eres libre.

En ti está el poder de no atarte a las cosas. Las cosas no hacen la felicidad. Te hice perfecto para que
aprovecharas tu capacidad y no para que te destruyas.

Te di el poder de pensar.
Te di el poder de imaginar.
Te di el poder de amar.
Te di el poder de crear.
Te di el poder de determinar.
Te di el poder de planear.
Te di el poder de elección.
Te di el poder de rezar.
Te di el dominio de elegir tu propio destino usando tu voluntad.
Qué has hecho de éstas tremendas fuerzas qué te di?. No importa. De hoy en más, olvida tu pasado, usando sabiamente este poder de elección.

Elige amar, en lugar de no amar.
Elige reír, en lugar de llorar.
Elige crear, en lugar de destruir.
Elige perseverar, en lugar de renunciar.
Elige alabar, en lugar de criticar.
Elige dar, en lugar de no hacerlo.
Elige actuar, en lugar de aplazar.
Elige crecer, en lugar de estancarte.
Elige, elige bendecir, en lugar de blasfemar.
Elige, Elige VIVIR...

- Y aprende a sentir mi presencia en cada acto de tu vida.
- Crece cada día un poco más en el optimismo y en la derrota.
- Yo estoy a tu lado siempre. Llámame. Acuérdate de mí.
- Vivo en ti desde siempre.
Trata de volverte niño, simple inocente, generoso, dador, con capacidad de asombro y capacidad de
conmoverte ante la maravilla de sentirte humano. para que puedas conocer mi amor, puedas sentir una
lágrima, puedas comprender el dolor. No te olvides que eres mi milagro. Que te quiero feliz, con
misericordia, con piedad, para que este mundo que transitas pueda acostumbrarse a reír, siempre que
tú. aprendas a reír. y si eres mi milagro, entonces usa tus dones y cambia tu medio ambiente,

contagiando esperanza y optimismo sin temor, porque yo estoy a tú lado.!!!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

desiderata

Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto te sea posible, Vive en buenos términos con todas las personas, enuncia claramente tu verdad; escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante; ellos también tienen su historia. Evita las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el alma, Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado; porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus logros así como de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea; ella es un tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos, se cauto en tus negocios; pues el mundo está lleno de egoísmos, Pero no te cierres a la virtud que hay en ella; mucha gente se esfuerza por alcanzar nobles ideales; y en todas partes la vida está llena de heroísmo, se tú mismo. En Especial, no finjas el afectos. Tampoco seas cínico en el amor; porque medio de todas las aridez y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaires las cosas de juventud. Cultiva la fuerza del espíritu para que te proteja en la adversidad repentina. Pero no te angusties con fantasmas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina, se benigno contigo mismo.


Tú eres una criatura del universo, no menos que los plantas y las estrellas; y tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, el universo marcha como debiera.
Por lo tanto, manténte en paz con Dios, cualquiera sea tu modo de concebirlo y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén la paz con tu alma en la bulliciosa confusión del planeta, que con todas sus farsas y sueños fallidos, sigue siendo hermoso. Ten cuidado. Esfuérzate por ser feliz.

LAS 48 LEYES DEL PODER

Las 48 leyes del poder, escritas por Robert Greene, demuestran cómo han manejado el poder los distintos gobernantes en las diferentes etapas históricas, cómo lo han conservado y cómo lo han perdido. La aplicación de estas leyes en todos los tiempos, y dependiendo de quien las aplique, han sido un éxito o un fracaso. Se considera que éstas deben ser estudiadas y complementadas con la experiencia de cada uno de ustedes y sobre todo con el deseo de entenderlas y proponer o formular las que correspondan a nuestra realidad para no seguir por la senda del dogmatismo, sectarismo y autoritarismo que nos ha caracterizado y que en la práctica se ha traducido en beneficios para la oligarquía y el imperialismo y en una consecuente pérdida o derrota para nuestro pueblo.

Ley Nº 1- Nunca le haga sombra a su amo
Esfuércese siempre por lograr que quienes están jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su sensación de superioridad. No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más brillantes de lo que en realidad son... y accederá a la cumbre del poder.

Ley Nº 2- Nunca confíe demasiado en sus amigos; aprenda a utilizar a sus enemigos
Desconfíe de los amigos; suelen ser los primeros en traicionarlo, ya que caen fácilmente presa de la envidia. También suelen convertirse en irrespetuosos y tiranos. En cambio, emplee a quien haya sido su enemigo, y le será más leal que un amigo, ya que deberá hacer mayores esfuerzos por demostrar su adhesión. Lo cierto es que usted debe temer más a sus amigos que a sus enemigos. Si no tiene enemigos, busque la forma de creárselos.

Ley Nº 3- Disimule sus intenciones
Desconcierte a la gente y manténgala en la mayor ignorancia posible, sin revelar nunca el propósito de sus acciones. Si no tienen la menor idea de qué es lo que usted quiere lograr, les resultará imposible preparar una defensa. Condúzcalos por el camino de las falsas suposiciones, envuélvalos en una nube de humo y verá que, cuando al fin caigan en la cuenta de las verdaderas intenciones de usted, ya será tarde para ellos.

Ley Nº 4- Diga siempre menos de lo necesario
Cuando intente impresionar a la gente con palabras, tenga en cuenta que cuanto más diga tanto más vulnerable será y tanto menor control de la situación tendrá.

Incluso cuando lo que diga sea sólo banalidad, parecerá una idea original si la plantea en forma vaga, abierta y enigmática. Las personas poderosas impresionan e intimidan por su parquedad. Cuanto más hable, mayor será el riesgo de decir alguna tontería.

Ley Nº 5- Casi todo depende de su prestigio; defiéndalo a muerte
Su renombre y su prestigio constituyen la piedra angular del poder. Basta el prestigio para intimidar y ganar. Sin embargo, una vez que decae, usted se tornará vulnerable y será atacado por todos los flancos. Convierta su prestigio en una fortaleza inexpugnable. Manténgase alerta frente a cualquier tipo de ataques potenciales y desbarátelos antes de que se produzcan. Al mismo tiempo, aprenda a destruir a sus enemigos abriendo brechas en la reputación de ellos. Luego dé un paso al costado y deje que la opinión pública lo crucifique.

Ley Nº 6- Busque llamar la atención a cualquier precio
Todo es juzgado por su apariencia; lo que no se ve no cuenta. Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud o ser sepultado por el olvido. Ponga toda su fuerza en destacarse. Conviértase en un imán que concentre la atención de los demás, mostrándose más atractivo y más misterioso que la gran masa, tímida y anónima.

Ley Nº 7- Logre que otros trabajen por usted, pero no deje nunca de llevarse los laureles
Utilice la inteligencia, los conocimientos y el trabajo físico de otros para promover su propia causa. Ese tipo de ayuda no sólo le permitirá ahorrar mucho tiempo y energía, sino que le conferirá un aura divina de rapidez y eficiencia. A la larga, sus colaboradores serán olvidados y todos lo recordarán a usted. Nunca haga lo que otros pueden hacer por usted.

Ley Nº 8- Haga que la gente vaya hacia usted y, de ser necesario, utilice la carnada más adecuada para lograrlo
Cuando obligue a otro a actuar; deberá ser usted quien en todo momento ejerza el control. Siempre es mejor lograr que su contrincante se acerque a usted y abandone, en este proceso, sus propios planes. Atráigalo con ganancias fabulosas... y después proceda a atacar. Usted tiene todos los ases en la mano.

Ley Nº 9- Gane a través de sus acciones, nunca por medio de argumentos
Cualquier triunfo circunstancial que usted obtenga a través de argumentación verbal en realidad es sólo una victoria pírrica: el resentimiento y la mala voluntad que así genera son más intensos y duraderos que cualquier acuerdo momentáneo que haya logrado. Es mucho más eficaz lograr la coincidencia de otros con la coincidencia de otros con usted a través de sus acciones, sin decir palabra alguna. No explique, demuestre.

Ley Nº 10- Peligro de contagio: evite a los perdedores y los desdichados
La desdicha de los demás puede conducirlo a la muerte: los estados de ánimo son tan contagiosos y tóxicos como una enfermedad infecciosa. Aunque sienta que debe tenderle una mano a alguien que se está hundiendo, lo único que logrará con ello será acelerar su propia caída. A menudo, los perdedores, son los artífices de su propia desgracia y terminan por transmitirla a quien quiere ayudarlos. Evítelos y, en cambio, frecuente a individuos ganadores y felices.

Ley Nº 11- Haga que la gente dependa de usted
Para mantener su independencia, es indispensable que los demás lo quieran y necesiten. Cuanto más confíen y dependan de usted, tanto más libertad usted tendrá. Haga que la gente dependa de usted para lograr su felicidad y prosperidad, y no tendrá nada que temer. Nunca enseñe a los demás lo suficiente como para que puedan arreglárselas sin su ayuda.

Ley Nº 12- Para desarmar a su víctima, utilice la franqueza y la generosidad en forma selectiva
Un gesto sincero y honesto compensará docenas de actitudes dictadas por la hipocresía y la falsedad. El gesto de franca y honesta generosidad hace bajar la guardia aun al individuo más desconfiado. Una vez que su sinceridad selectiva haya abierto una brecha en la armadura del otro, podrá manipularlo y embaucarlo a su antojo. Un obsequio oportuno -especie de caballo de Troya- podrá cumplir el mismo objetivo.

Ley Nº 13- Cuando pida ayuda, no apele a la compasión o a la gratitud de la gente, sino a su egoísmo
Si necesita recurrir a la ayuda de un aliado, no se moleste en recordarle el apoyo que usted le dio en el pasado o sus buenas acciones. Lo pasado se ignora o se olvida. Si, en cambio, al formular su pedido de colaboración, usted muestre elementos que beneficiarán a la otra persona y hace gran hincapié en ellos, su contrincante responderá con entusiasmo a su solicitud, al detectar el beneficio que podría obtener.

Ley Nº 14- Muéstrese como un amigo pero actúe como un espía
Es de fundamental importancia saberlo todo sobre su rival. Utilice espías para reunir información valiosa que le permita mantener siempre una ventaja sobre él. Y mejor aún: haga usted mismo de espía. Aprenda a sondear con cuidado a la gente en corteses encuentros sociales. Formule preguntas indirectas para lograr que el otro revele sus intenciones y sus debilidades. Toda ocasión es buena para ejercer el arte del espionaje.

Ley Nº 15- Aplaste por completo a su enemigo
Empezando por Moisés, todos los grandes líderes de la historia sabían que era necesario aplastar por completo al enemigo al que temían. (En algunas oportunidades aprendieron esta lección a fuerza de golpes). Si se deja encendida una sola brasa, por muy débil que sea, siempre se corre el riesgo de que vuelva a desencadenarse un incendio. Se ha perdido más por una aniquilación a medias que por una exterminación total: el enemigo se recuperará y buscará venganza. Destruyalo por completo, no sólo física sino también espiritualmente.
Ley Nº 16- Utilice la ausencia para incrementar el respeto y el honor
Demasiada oferta reduce el precio: cuanto más lo vean y oigan, tanto menos necesario lo considerarán los demás. Si ya ha afirmado su posición dentro de un grupo determinado, un alejamiento temporario hará que hablen más de usted, e incluso que lo admiren. Deberá aprender cuándo alejarse. Recuerde que la escasez de un recurso incrementa su valor.

Ley Nº 17- Mantenga el suspenso. Maneje el arte de lo impredecible
El ser humano es hijo del hábito y tiene una necesidad insaciable de sentirse familiarizado con las actitudes de quienes lo rodean. Si usted se muestra predecible, confiere a los demás la sensación de tener cierto control sobre usted. Invierta los papeles: muéstrese deliberadamente impredecible. Las actitudes que en apariencia carecen de coherencia o propósito desconcertarán a los demás, que se agotarán tratando de explicarse sus movimientos y acciones. Llevada a un extremo, esta estrategia puede intimidar y aterrorizar.

Ley Nº 18- No construya fortalezas para protegerse: el aislamiento es peligroso
El mundo es un sitio peligroso y los enemigos acechan por doquier; todos necesitan protegerse. Una fortaleza se presenta como la alternativa más segura. Pero el aislamiento lo expone más de la que la protege de los peligros que la rodean, ya que la aisla de información valiosa y la destaca como un blanco difícil para los demás. Es mucho más seguro circular, mezclarse entre la gente y buscar aliados. La multitud lo protege de sus enemigos.

Ley Nº 19- Sepa con quién está tratando: no ofenda a la persona equivocada
En el mundo hay muchas clases de personas diferentes, y usted no puede suponer que todos reaccionarán de la misma manera frente a sus estrategias. Hay ciertas personas que, si usted las manipula o engaña, pasarán el resto de su vida procurando vengarse. Serán, desde el momento de la ofensa, lobos con piel de oveja. Elija con cuidado a sus víctimas y a sus contrincantes, y nunca ofenda o engañe a la persona equivocada.

Ley Nº 20- No se comprometa con nadie
Sólo los tontos se apresuran siempre a tomar partido. No se comprometa con ninguna posición o causa, salvo con la suya propia. El hecho de mantener su independencia lo convierte en el amo de los demás. Obtenga beneficios oponiendo a las personas entre sí.

Ley Nº 21- Finja candidez para atrapar a los candidos: muéstrese más tonto que su víctima
A nadie le gusta sentirse más estúpido que los demás. Por lo tanto, el truco consiste en hacer sentir sagaces e inteligentes a sus víctimas y, sobre todo, más sagaces e inteligentes que usted. Una vez que las haya convencido de esto, nunca sospecharán que usted tiene motivaciones ocultas contra ellos.

Ley Nº 22- Utilice la táctica de la capitulación. Transforme la debilidad en poder
Cuando usted sea el más débil, nunca luche simplemente por salvar su honor. Opte, en cambio, por la capitulación. Rendirse le dará tiempo para recuperarse, tiempo para atormentar e irritar al vencedor, tiempo para esperar a que el poder de éste se diluya. No le dé la satisfacción de luchar y ser vencido por él. Capitule antes de ser derrotado. Al volver la otra mejilla, enfurecerá y desconcertará a su contrincante. Convierta la capitulación en un instrumento de poder.

Ley Nº 23- Concentre sus fuerzas
Conserve sus fuerzas y su energía manteniéndolas concentradas en su punto más fuerte. Ganará más descubriendo un rico yacimiento y explotándolo en profundidad, que pasando de un yacimiento pobre a otro: la intensidad siempre triunfa sobre la dispersión. Cuando busque fuentes de poder que puedan promoverlo, procure encontrar siempre el patrón clave único, la vaca lechera que puedan ordeñar durante largo tiempo.

Ley Nº 24- Desempeñe el papel de cortesano perfecto
El cortesano perfecto, adulador e intrigante, prospera y alcanza su plenitud en un mundo en el cual todo gira en tomo del poder y de la habilidad política. Domina a la perfección el arte de la oblicuidad. Adula, se somete a sus superiores y reafirma su poder sobre los demás de la forma más encantadora y graciosamente indirecta y falsa. Aprenda a aplicar las leyes del cortesano, y su ascenso dentro de la corte no conocerá límites.

Ley Nº 25- Procure recrearse permanentemente
No acepte los papeles que la sociedad le ha endilgado. Fórjese una nueva identidad que atraiga la atención y nunca aburra al público. Sea el dueño de su propia imagen, en lugar de permitir que otros la definan por usted. Incorpore elementos dramáticos en sus gestos y acciones públicas, y su poder se verá reforzado y su personalidad crecerá en forma asombrosa.

Ley Nº 26- Mantenga sus manos limpias
Es necesario que, en todo momento, usted aparezca como paradigma de la corrección y la eficiencia. Sus manos nunca se ensuciarán por ilícitos o descuidos. Mantenga esa apariencia impecable, utilizando a otros como testaferros o pantallas para ocultar, cuando sea necesario, su participación personal en hechos de esta índole.

Ley Nº 27- Juegue con la necesidad de la gente de tener fe en algo, para conseguir seguidores incondicionales
La gente tiene una necesidad irrefrenable de creer en algo. Conviértase en el centro focalizador de esa necesidad, ofreciéndoles una causa o una nueva convicción a la que adherir. Formúlela en términos vagos pero pletóricos de promesas. Enfatice el entusiasmo por sobre el pensamiento claro y racional. Dé a sus nuevos discípulos, rituales que realizar y exíjales sacrificios. Ante la ausencia de una religión organizada y grandes causas en las que puedan creer, su nuevo sistema de convicciones le conferirá un poder inaudito.

Ley Nº 28- Sea audaz al entrar en acción
Si se siente inseguro frente a determinado curso de acción, no lo intente. Sus dudas y titubeos se transmitirán a la ejecución del plan. La timidez es sumamente peligrosa; lo mejor es encarar toda acción con audacia. Cualquier error que usted cometa por ser audaz se corregirá con facilidad mediante más audacia. Todo el mundo admira al audaz; nadie honra al timorato.

Ley Nº 29- Planifique sus acciones de principio a fin
Un final brillante constituye el corolario que da énfasis a todo su accionar. Planifique su camino teniendo en cuenta todas las consecuencias posibles, todos los obstáculos y todos los giros del azar que puedan incidir de manera negativa sobre su trabajosa elaboración y otorgar la gloria a otros. Planificar todo un proceso, de principio a fin, evitará que lo abrumen los factores negativos y le permitirá saber con exactitud cuándo detenerse. Maneje la fortuna con cuidado y determine el futuro planificando a largo plazo.

Ley Nº 30- Haga que sus logros parezcan no requerir esfuerzos
Su accionar deberá parecer natural y de fácil ejecución. Toda la práctica y el esfuerzo que usted realice, así como todas las habilidosas artimañas a las que recurra, deberán permanecer ocultos. Cuando actúe, hágalo como si la tarea que tiene entre manos fuese algo de lo más sencillo, como si pudiese hacer todavía mucho más. Evite la tentación de revelar lo mucho que usted trabaja, pues con ello sólo generará cuestionamientos. No le enseñe a nadie sus trucos especiales, o los usarán contra usted.

Ley Nº 31- Controle las opciones: haga que otros jueguen con las cartas que usted reparte
El mejor engaño es aquel que aparenta ofrecer opciones al otro: sus víctimas sienten que controlan la situación. Pero en realidad no son sino títeres en sus hábiles manos. Presente opciones que siempre le sean favorables, independientemente de cuál de ellas elijan los demás. Obligúelos a optar entre el menor de dos males y logre que cualquiera de las dos elecciones resulte a favor de usted. Haga que cualquier alternativa por la que se decidan sus rivales, los perjudique a ellos y lo beneficie a usted.

Ley Nº 32- Juegue con las fantasías de la gente
Muchas veces se evita la verdad porque suele ser dura y desagradable. Nunca recurra a la verdad, ni a la realidad, salvo que esté dispuesto a enfrentar la ira que genera la desilusión. La vida es tan dura y problemática que aquellas personas capaces de inventar ilusiones o conjurar fantasías son como oasis en el desierto: todos van hacia ellas. Apelar a las fantasías de las masas es una fuente inmensa de poder.

Ley Nº 33- Descubra el talón de Aquiles de los demás
Todo individuo tiene un punto débil, una fisura en la muralla que rodea su fortaleza. Por lo general, esa debilidad es algo que le causa inseguridad, o una emoción o una necesidad que lo supera. También puede ser un pequeño placer secreto. Sea lo que fuere, una vez que usted la haya descubierto, esa debilidad se convierte en un elemento de presión que podrá manejar a su antojo y, por su puesto, siempre a su favor.

Ley Nº 34- Actúe como un rey para ser tratado como tal
Su forma de actuar determinará cómo lo tratarán los demás: a la larga, una presencia vulgar o común hará que la gente le pierda el respeto. Porque un rey se respeta a sí mismo e inspira el mismo sentimiento en los demás. Al adoptar una actitud de rey, mostrando confianza en su propio poder, logrará que lo consideren destinado a llevar una corona real sobre la cabeza.

Ley Nº 35- Domine el arte de la oportunidad
Nunca demuestre tener prisa, ya que el apuro delata una falta de control sobre el tiempo y sobre su propio accionar. Muéstrese siempre paciente, como si supiera que, con el tiempo, todos sus deseos se cumplirán. Conviértase en especialista en el arte de detectar el momento propicio para cada cosa. Descubra el espíritu de los tiempos actuales y las tendencias que lo llevarán al poder. Aprenda a mantenerse a la expectativa cuando el momento propicio no haya llegado, y a golpear con fuerza cuando la oportunidad le sea propicia.

Ley Nº 36- Menosprecie las cosas que no puede obtener: ignorarlas es la mejor de las venganzas
Al prestar atención a un problema trivial, lo convierte en real y le confiere importancia. Cuanta más atención le preste a un enemigo, más lo fortalecerá. Y a menudo, un pequeño error se magnifica en el intento de corregirlo. A veces, lo mejor es dejar ciertas cosas por completo de lado. Si hay algo que usted desea pero no puede obtener, menosprecíelo. Cuanto menos interés demuestre, mayor será el nivel de superioridad que verán los demás en usted.

Ley Nº 37- Arme espectáculos imponentes
Una imaginería impactante y gestos simbólicos grandiosos generan aura de poder, ya que ejercen gran atracción sobre todos. Presente espectáculos imponentes para quienes lo rodean, plenos de elementos visuales fascinantes y radiantes simbolismos que enfaticen su presencia. Encandilados por las apariencias, los demás no se darán cuenta de lo que usted está haciendo en realidad.

Ley Nº 38- Piense como quiera, pero compórtese como los demás
Si usted hace ostentación de ir contra la corriente, alardeando acerca de sus ideas poco convencionales y sus actitudes heterodoxas, la gente pensará que usted sólo desea llamar la atención y que desprecia a los demás. Encontrarán la forma de castigarlo por hacerlos sentir inferiores. Es mucho más seguro confundirse con la masa y adoptar un cierto aire "común". Limítese a compartir su originalidad con amigos tolerantes y con aquellas personas de las que está seguro que aprecian su forma de ser diferente y especial.

Ley Nº 39- Revuelva las aguas para asegurarse una buena pesca
La ira y las emociones son estratégicamente contraproducentes. Siempre deberá mantenerse sereno y objetivo, pero si puede enfurecer a sus enemigos mientras usted conserva la calma, obtendrá una ventaja decisiva. Desoriente a sus enemigos: descubra la grieta, a través de la cual pueda sacudirlos y manejarlos.

Ley Nº 40- Menosprecie lo que es gratuito dpbeTodo lo que es gratuito es peligroso, ya que por lo general implica alguna treta o un compromiso oculto. Las cosas que tienen valor valen la pena pagarse. De esta manera, no estará obligado a gratitud alguna, se verá libre de culpa y evitará fraudes y engaños. Lo más inteligente es, a menudo, pagar el precio total. Cuando hablamos de excelencia no hay gangas. Sea generoso con su dinero y hágalo circular, dado que la generosidad es señal e imán de poder.

Ley Nº 41- Evite imitar a los grandes hombres
Lo que se produce por primera vez siempre parece mejor y más original que lo que viene después. Si usted sucede a un gran hombre o tiene padres célebres, deberá lograr el doble para superar la imagen de ese "modelo". No se pierda en la sombra de esos "grandes" ni se quede estancado en un pasado que no es obra suya: encuentre su propia identidad y reafírmela con su accionar diferente. Elimine a ese padre dominante, reniegue de su herencia y gane poder a través de sus propios méritos.

Ley Nº 42- Muerto el perro, se acabó la rabia
Los problemas suelen tener su origen en un solo individuo fuerte: el instigador, el subalterno arrogante, el sembrador de inquinas y resentimientos. Si usted deja espacio para el accionar de este tipo de individuo, otros sucumbirán a la influencia del personaje. No espere a que los problemas que él causa se multipliquen, y no trate de negociar con él, pues es irrecuperable. Neutralice esa influencia, aislándolo o eliminándolo. Recuerde que, muerto el perro, se acabó la rabia.

Ley Nº 43- Trabaje sobre el corazón y la mente de los demás
La coerción provoca una reacción que, con el tiempo, puede actuar contra usted. Es necesario lograr, mediante maniobras de seducción, que los demás se muevan en la dirección que usted desea. Una vez seducida, la persona se convierte en su leal servidor. Y la forma más eficaz de seducir a alguien, consiste en manejar con habilidad las flaquezas y la psicología del individuo. Debilite la resistencia del otro a través de la manipulación de las emociones, jugando con lo que el otro ama y valora, o lo que teme. Si usted ignora el corazón y la mente de los demás, terminarán odiándolo.

Ley Nº 44- Desarme y enfurezca con el efecto espejo
El espejo refleja la realidad pero también es el arma perfecta para el engaño: cuando usted refleja a sus enemigos, haciendo exactamente lo que hacen ellos, sus rivales no lograrán deducir su estrategia. El efecto espejo los burla y humilla, lo cual los lleva a reaccionar en forma desmedida. Al poner un espejo frente a su psique, usted los seduce con la ilusión de que comparte sus valores. Al reflejar sus acciones en un espejo, les enseña una lección. Son muy pocos los que pueden resistirse al poder del efecto espejo.

Ley Nº 45- Predique la necesidad de introducir cambios, pero nunca modifique demasiado a la vez
En teoría, todo el mundo comprende la necesidad del cambio, pero en el nivel cotidiano el ser humano es hijo de la costumbre. Demasiada innovación resulta traumática y conducirá a la rebelión. Si usted es nuevo en una posición de poder, o un tercero que intenta construir una base de poder, haga alarde de respetar la forma tradicional de hacer las cosas. Si se impone un cambio necesario, hágalo aparecer como una leve modificación positiva del pasado.

Ley Nº 46- Nunca se muestre demasiado perfecto
Siempre es peligroso mostrarse superior a los demás, pero lo más peligroso de todo es parecer libre de toda falla o debilidad. La envidia genera enemigos silenciosos. Lo inteligente es poner de manifiesto, de vez en cuando, sus defectos y admitir vicios inofensivos, a fin de desviar la envidia y parecer más humano y accesible. Sólo los dioses y los muertos pueden parecer perfectos impunemente.

Ley Nº 47- No vaya mas allá de su objetivo original; al triunfar, aprenda cuándo detenerse
El momento del triunfo es a menudo el momento de mayor peligro. En el fragor de la victoria, la arrogancia y un exceso de confianza en sus fuerzas pueden llegar a impulsarlo más allá de la meta que se había propuesto en un principio, y al ir demasiado lejos, serán más los enemigos que le creará que los que logre vencer. No permita que el éxito se le suba a la cabeza. No hay nada como la estrategia y la planificación cuidadosa. Fíjese un objetivo y, cuando lo alcance, deténgase.

Ley Nº 48- Sea cambiante en su forma
Al adoptar una forma definida y tener un plan claro para todo el mundo, usted se convertirá en el blanco de ataques diversos. En lugar de brindar a sus enemigos algo concreto que atacar, manténgase flexible, adaptable y en movimiento. Acepte el hecho de que nada es absoluto y de que no existen leyes fijas. La mejor manera de protegerse es mantenerse tan fluido y amorfo como el agua. Nunca apueste a la estabilidad ni a un orden perdurable. Todo cambia

viernes, 16 de diciembre de 2011

Paulo Coelho - Cerrando circulos -con audio-

CERRANDO CÍRCULOS

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qué, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

martes, 13 de diciembre de 2011

LE PEDÍ A DIOS

Le pedí a Dios estar en primera fila ...
Él me colocó en el último lugar para que conociera la paciencia y la humildad.

Le pedí ser el centro del mundo ...
Él me enseñó que la vanidad me aparta del centro de cualquier cosa.

Le pedí Fama y gloria ...
pero Él me concedió sencillez y comprensión para que mi ego no fuera a herir a los demás.

Le pedí a Dios un auto que viajara veloz ...
Él me concedió un paso firme por el sendero correcto para que no atropellara mis sentimientos.

Le pedí Tener una mansión pero ...
Él me dio una pequeña casa llena de ternura y amor.

Le pedí poseer dinero para tener muchos amigos pero
... Él me concedió algo mejor: me ofreció Su amistad no a
cambio de mi dinero sino de mi sinceridad.

Le Pedí a Dios poseer mucha belleza y sin embargo
...Él me dio sensibilidad y belleza espiritual
para que no me sintiera más que los demás.

Le pedí a Dios ser siempre feliz, pero ...
Él me hizo conocer la tristeza para que comprendiera que la vida no sólo esta compuesta de cosas bellas y para que tuviera compasión por el sufrimiento de los demás.

Le pedí un carácter fuerte pero ... Él me concedió un corazón blando y un carácter pasivo para que pudiera amar y ayudar a los demás.

Le pedí tener el mundo a mis pies pero ...
Él me hizo comprender que es mejor tener amigos en el corazón.

Por todo eso Dios mío ... nunca me concedas todo lo que te pido ... concédeme lo que hasta hoy he tenido la dicha de poseer.

lunes, 12 de diciembre de 2011

TOMA TUS PROPIAS DECISIONES

Alguna vez te habrás encontrado en la siguiente situación: te invitaron a una reunión en una casa en la cual solamente habías estado antes una vez, y que además estaba ubicada en un barrio que no conocías muy bien. Cuando llegó el momento, partiste muy confiado en que no ibas a tener problemas en hallar la casa porque, después de todo, ¡ya habías estado allí!

Cuando llegaste al barrio, comenzaron las primeras dudas. Las cosas no eran exactamente como las recordabas y, además, algunos recuerdos resultaron estar más borrosos de lo que creías. ¿Era esta calle o aquella? ¿Había que doblar en la plaza o más allá?

Para complicar más la situación, si ibas acompañado, tus acompañantes comenzaron a emitir sus propias opiniones. Uno decía: "Yo creo que era por acá". El otro: "No, a mí me parece que era por allá". Como ninguno estaba muy seguro, decidieron preguntar a la primera persona que encontraran. Esto, sin embargo, no solucionó demasiado las cosas porque el consultado no se acordaba bien del nombre de las calles o de si la casa tenía rejas verdes o negras. Al final, felizmente, consiguieron encontrar la casa y llegar, si bien un poco tarde, a la reunión. Entonces fue que te prometiste: "Esto no me vuelve a ocurrir. La próxima vez que me ocurra algo parecido, averiguaré bien cómo llegar antes de salir."

Si cumpliste o no tu promesa, no nos interesa ahora. Lo que importa es darse cuenta de que la vida nos coloca muchas veces en situaciones similares, donde tenemos que llegar a un lugar que no sabemos exactamente donde queda, por caminos que tampoco conocemos bien. Lo que es más, esto ocurre con tanta frecuencia que se diría que es la característica misma de la vida colocarnos en tales situaciones.

Cuando dejamos atrás la infancia y la adolescencia, ya nuestros pasos dejan de estar bajo la dirección de nuestros padres y nos encontramos con que tenemos que decidir por nuestra cuenta hacia dónde los encaminamos. Es entonces que nos asaltan las primeras dudas, que no nos abandonarán por el resto de nuestra vida.

¿Cómo orientarnos en el camino de la vida? Muchas veces resulta difícil, pero sin embargo debemos hacerlo, debemos tomar una decisión: vamos hacia aquí o hacia allí. La esencia de la vida es el movimiento; si algo se mueve es porque tiene vida. La inmovilidad es sinónimo de muerte, por lo que no podemos quedarnos inmóviles: tenemos que movernos.

domingo, 11 de diciembre de 2011

PUEDO ESCRIBIR LOS VERSOS MAS TRISTES ESTA NOCHE

Escribir, por ejemplo: 'La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.'

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, más inmnesa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guadarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

viernes, 9 de diciembre de 2011

EVITA LAS POSTERGACIONES

¿Creéis que se puede cambiar? ¿Que ya está escrito o que cada uno escribe el suyo según sus actos?
Puff en esto cada persona pensará una cosa, yo personalmente… creo que parte del destino esta escrito pero que con nuestros actos podemos cambiarlo, podemos hacérnoslo un poquito mas fácil, o más difícil claro.
Creo también que si nos obcecamos en algunas cosas nos van a salir así, no porque el destino lo diga sino porque nosotros mismos nos lo marcamos así…



Cuando te encuentres en la situación de tener que afrontar un cambio en tu vida, surgirá inevitablemente el temor a dejar atrás lo conocido y tener que internarte en un terreno nuevo, donde las experiencias anteriores ya no tienen validez y tendrás que encontrar nuevas formas de respuesta para reemplazar a las viejas a las que estabas acostumbrado. En esos momentos, todos experimentamos la tentación de dejar las cosas como están y así evitar por completo los peligros y las complicaciones de lo desconocido.

Los pretextos que elegimos para no tener que enfrentarnos a nuevas situaciones, pueden variar mucho según nuestras circunstancias personales, pero lo que tienen de común es el efecto de convencernos de que es mejor dejar que todo siga como está y abandonar nuestras ideas extravagantes de cambiar las cosas. Según cuál sea la situación en que ahora te encuentras: si eres joven o viejo, soltero o casado, con hijos o sin ellos, estudiante o no, puedes fácilmente encontrar razones por las cuales no deberías apartarte del camino que llevaste hasta este momento.

El tema de la edad se presta fácilmente para dilatar la acción. Puedes argüir que eres demasiado joven o, por el contrario, que ya eres muy viejo para hacer tal o cual cosa. También hay cosas que los casados no deberían hacer o que no son convenientes para los solteros, para la gente que tiene hijos o la que no los tiene, y así siguiendo. Con un poco de ingenio siempre puedes encontrar un motivo para dejar de hacer algo que te llevaría fuera del terreno seguro de lo ya conocido y experimentado.

Una manera hábil de no hacer algo y al mismo tiempo quedar bien con uno mismo, es simplemente posponerlo, dejarlo para más adelante. Es fácil convencerse de que, en realidad, no es que tengas miedo de hacer algo, sino de que lo estás postergando en espera de una mejor ocasión. Cuando eres un estudiante, puedes decir que para hacer ciertas cosas es mejor esperar a que termines tus estudios. Si ya estás trabajando, puedes esperar a que llegue el momento de la jubilación. Si estás soltero, tal vez sea mejor hacerlo cuando te cases, y si ya estás casado, cuando lleguen los hijos. Tener hijos pequeños es un buen motivo para esperar a que crezcan; siempre es posible encontrar algo que nos indique que sería más conveniente dejar para más adelante aquel cambio que habíamos pensado.

De una manera u otra, ya sea que descartes totalmente cualquier cambio o que dejes de hacerlo hasta que aparezca una mejor oportunidad, deberías evaluar detalladamente si lo que estás eligiendo hacer es realmente dictado por la voz de la razón o lo es, en cambio, por la voz del miedo. Si has pensado profundamente en lo que vas a hacer y todos tus razonamientos te encaminan a pensar que no es el momento adecuado para hacer algo, no tiene nada de malo que lo dejes hasta que cambien las circunstancias.

Si lo que te está frenando es el temor a lo que no conoces, tienes que pensar que esta es una reacción natural y que le ocurre a todo el mundo. El miedo no es un motivo válido para dejar de actuar cuando se han analizado cuidadosamente todas las posibles consecuencias de lo que piensas hacer.

jueves, 8 de diciembre de 2011

AKENATON

Akenatón

Ajenatón (Amenhotep IV)
Faraón de la Dinastía XVIII de Egipto




Neferjeperura Amenhotep, más conocido como Ajenatón, Akhenatón o Akenatón, fue el décimo faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Su reinado está datado en torno a 1353-1336 a. C.4 y pertenece al periodo denominado Imperio Nuevo de Egipto. Hacia el cuarto año de su reinado, cambió su nombre a Neferjeperura Ajenatón.
Dentro de la historia del Antiguo Egipto, su reinado inicia el denominado Período de Amarna, debido al nombre árabe actual del lugar elegido para fundar la nueva capital: la ciudad de Ajetatón, esto es, «Horizonte de Atón».
Es célebre por haber impulsado transformaciones radicales en la sociedad egipcia, al convertir al dios Atón en la única deidad del culto oficial del Estado, en perjuicio del, hasta el momento, predominante: el culto a Amón. Dichos cambios se desarrollarían a lo largo de varios reinados después del suyo y se detendrían con el fin de la dinastía. Es el primer reformador religioso del que se tiene registro histórico. Con todo, su reinado no sólo implicó cambios en el ámbito religioso, sino también reformas políticas y artísticas.
Aunque tardíamente descubierto y todavía poco conocido, está considerado por muchos historiadores, arqueólogos y escritores, como uno de los faraones más interesantes .





Ajenatón llegó al trono con el mismo nombre de nacimiento que su padre: Imn htp, transcrito Amen-Hotep, que en el antiguo idioma egipcio significa «Amón está satisfecho» o «hágase la voluntad de Amón» (el nombre completo es Nefer-Jeperu-Ra Amen-Hotep, esto es, Hermosas son las manifestaciones de Ra, Amón está satisfecho).
Como consecuencia de su reforma religiosa, tras cuatro o cinco años de reinado, cambió el nombre de Amenhotep por el de Ajenatón (3ḫt itn), esto es, «útil a Atón» o «agradable a Atón».
El sacerdote e historiador egipcio Manetón lo denominó Horus y, posteriormente, otros historiadores también le asignaron el nombre de Amenhotep IV o Amenofis IV. También es conocido como Akhenatón, Ecnatón e Ijnatón.




Ajenatón fue hijo de Amenhotep III y de la reina Tiy, la Gran Esposa Real. De la familia de ésta se tuvo conocimiento cuando se descubrió casi intacta la tumba de sus padres, los nobles Yuya y Tuyu, originarios de la ciudad de Ajmin.
Tras la muerte del faraón Amenhotep III, la reina viuda Tiy fue testigo del ascenso al trono de su hijo Ajenatón y de sus consecuencias: el proceso de sustitución del antiguo orden establecido en torno al culto de Amón y la posterior fundación de la nueva capital del reino, la ciudad de Ajetatón. Los historiadores opinan que Ajenatón construyó en dicha ciudad un palacio para residencia de su madre, donde pasaría sus últimos días hasta llegar a su muerte. Fue sepultada también allí, en la tumba TA28, pero al despoblarse la ciudad –probablemente durante el reinado de su supuesto nieto Tutankamón–, se ordenó el traslado de sus restos a la necrópolis de Tebas, donde fueron hallados posteriormente en la tumba KV55 del Valle de los Reyes.

Akenatón tuvo un hermano mayor, cinco hermanas (Sitamón, Henuttaneb, Isis, Nebetta y Baketatón) y varios hermanastros, hijos de las esposas secundarias del rey.
Su hermano Tutmose, que era el príncipe primogénito o Príncipe de la Corona, ejercía, según parecen indicar los hallazgos arqueológicos relacionados con él, diversos cargos oficiales, como por ejemplo la función de sumo sacerdote de Ptah, en Menfis, un puesto normalmente asignado al sucesor real. Tutmose falleció antes de heredar el trono. No se encuentran rastros ni imágenes de él durante el festival Heb Sed de su padre celebrado en el año 30 de reinado; razón por la cual muchos historiadores afirman que su deceso ocurrió cercano a esa fecha del reinado de Amenhotep III



El cargo de Gran Esposa Real (Ta hemet nesu) fue ejercido por Nefertiti, a quien históricamente se le ha adjudicado una gran belleza física y unas grandes dotes como gobernante. Con ella, la figura de la Gran Esposa Real alcanzó cotas nunca vistas, como lo demuestra el hecho de que haya registros con los nombres de Ajenatón y Nefertiti en cartuchos reales, algo inusual en otros reinados. Una teoría sostiene que llegó a ser corregente junto a su marido, con el nombre de Neferneferuatón.
Nefertiti era hija de Ay y de su primera esposa, que se estima que falleció prematuramente cuando la niña aún era pequeña. Ay era un noble muy arraigado en la corte, y muy influyente en los años finales de la dinastía. Con posterioridad, Ay volvió a desposarse nuevamente y tuvo otra hija: Mutnedymet. Esta hermanastra de Nefertiti llegó a ser consorte del faraón Horemheb (que no pertenecía al linaje de la Dinastía XVIII), quien la desposó para legitimar su ascenso al trono, aunque de manera poco ortodoxa, ya que lo habitual hubiera sido su matrimonio con una pricesa de la familia del rey Ajenatón y no de Nefertiti.
Nefertiti acompañó al faraón en todas las obras que emprendió. Se la puede ver no sólo en las inscripciones conmemorativas religiosas en torno al nuevo dios Atón, sino también en otras ceremonias, como recepciones de embajadores extranjeros y funerales; incluso, aparece su imagen grabada en las estelas fundacionales de la nueva capital: Ajetatón. Como no pudo aportar herederos varones, sus hijas tuvieron que desposarse con los pretendientes masculinos al trono, para darles legitimidad, tanto si eran de sangre real (como era muy probablemente Tutanjamón) o meros cortesanos (Ay).
El deceso de Nefertiti ocurrió, probablemente, antes que el de su esposo, lo que implicó que Ajenatón eligiese a una de sus hijas para ocupar el puesto de Gran Esposa Real a efectos de poder oficiar los rituales que demandaba la presencia femenina real.
También destacó la figura de Kiya, mencionada como «La amada esposa», esposa secundaria de Ajenatón. Kiya, probablemente, cobró relevancia por haber podido dotar de un hijo varón al rey, el príncipe Tut-anj-Atón, el futuro Tut-anj-Amón (Tutankamon).
Como era costumbre en los reyes de la dinastía XVIII, Ajenatón heredó de su padre Amenhotep III el «harén real» (Casa Jeneret), que incluía a la princesa mitannia Taduhepa, fruto de un tratado diplomático que la había enviado para fortalecer aún más las relaciones entre Egipto y Mitanni durante el reinado de su padre Amenhotep III, con el fin de poder mantener el statu quo internacional.






La Dinastía XVIII vivió un periodo histórico de excepcional importancia en Egipto. Liberado del yugo de los gobernantes hicsos, la tierra de los faraones se convirtió en una potencia militar al dominar los territorios aledaños: por el sur, a la vecina Nubia, abundante en minas de oro y puerta de acceso fluvial al África negra, con sus riquezas en forma de marfil, pieles y maderas; y, por el norte, a Siria y Canaán, con Gaza y Fenicia, donde Egipto se podía aprovisionar de telas, maderas y diversos minerales.
Como consecuencia, Kemet (Egipto) se convirtió en un país sumamente opulento y los faraones se volcaron en promover grandes construcciones y embellecer el país. Muchos estudiosos estiman que durante el reinado de Amenhotep III, padre de Ajenatón, Egipto alcanzó su mayor cota en términos económicos. Ajenatón heredó, pues, un estado en muy buena posición financiera y económica, que el faraón utilizó para sus fines políticos.



Ajenatón no figura como sucesor en ningún documento ni monumento de la época, lo que apoya la teoría de la prematura muerte del príncipe heredero Tutmose; en este sentido, los egiptólogos afirman que el joven príncipe Amenhotep (Ajenatón) fue ascendido a corregente en los últimos años de reinado de su padre. Se cree que su residencia estaba en la ciudad de Tebas, lugar donde en sus primeros años contribuyó a la construcción de diversos templos.
Amenhotep ascendió al trono en torno a 1353 a. C., y tomó como nombre Neferjeperura Uaenra (nfr ḫpru rˁ uˁ n rˁ), esto es, «Hermosas son las manifestaciones de Ra, Único en Ra».

De los restos encontrados de este periodo en los yacimientos arqueológicos, se deduce que el reinado de Ajenatón tuvo una duración aproximada de 17 años. Después del decimoséptimo año de reinado no se encuentran ya etiquetas de las ánforas y demás enseres de los palacios y almacenes reales. Tampoco se ha encontrado, hasta el momento, referencia alguna al reinado de Ajenatón pasado dicho año en ningún utensilio o cerámica.
Existe dudas, planteadas por historiadores y egiptólogos, en cuanto a si la duración del reinado incluye el período de corregencia. Mientras algunos estiman que el periodo de 17 años es de reinado en solitario de Ajenatón, otros consideran el período de corregencia de Ajenatón con su padre como parte integrante de esta etapa de 17 años.

Los historiadores creen que la duración del primer período del reinado del rey no fue más allá del quinto año. En este lapso, la figura de Nefertiti cobró importancia como Gran Esposa Real y el matrimonio, probablemente, tendría ya, al menos, dos hijas.


Talatas (del italiano Tagliata) provenientes del templo de Atón en Karnak, edificado en los comienzos del reinado de Amenhotep IV. El uso de estos pequeños bloques de piedra caliza resultó ser una innovación en las técnicas de construcción de su tiempo.
Durante esta primera etapa no hubo ruptura con el orden establecido, aunque se empezó a gestar el cambio que llevaría a privilegiar el culto a Atón. Su padre, Amenhotep III, realizó varias fiestas Heb Sed, cuya principal función era la de regenerar la fuerza del faraón, celebrando algunas en la actual Malkata, donde se hallaba una residencia real, llamada Palacio del deslumbramiento de Atón, lo que atestigua un temprano interés en Atón. Amenhotep III tenía a este dios solar como el más venerado, hecho reflejado en la correspondencia con los reyes de Mitani e Hititas, donde el sol también era la deidad principal.

El culto a Atón, era característico de Tebas. Al principio de su reinado, Ajenatón promovió numerosas obras edilicias en la zona, que se realizaron gracias a diversas innovaciones en las técnicas de construcción. En este sentido, no se utilizaron grandes bloques, sino pequeños mampuestos de caliza, a modo de ladrillos, denominados talata, más fácilmente manejables y trasportables por los trabajadores. Esos bloques fueron descubiertos como material de relleno reutilizados en los pilonos de los templos de Amón en Karnak, construidos por los reyes posteriores.
Entre las obras edificadas en este período están algunas dedicadas a Atón, simbolizado por el disco solar. Debido a la posterior persecución a la que fue sometido todo lo relacionado con el rey hereje, en especial por los gobernantes de la dinastía XIX, han sido escasos los restos hallados de estas representaciones artísticas, más allá de los pertenecientes a las etapas más primitivas.
La etapa histórica de su reinado más importante es la que inicia el conocido como período de Amarna, que comprende los siguientes doce años.

El recuerdo de los cortesanos del faraón Akenatón sobrevive en los relieves de sus tumbas localizadas en Amarna, más precisamente en el grupo de tumbas del sector Norte. Mucho se ha escrito en torno al cuerpo de servidores de la corte, de quienes se han tejido conjeturas de diversas índoles, desde simples advenedizos que siguieron al faraón en sus “delirios” místicos hasta un grupo de cortesanos incondicionales del faraón y su credo. Sin embargo, la historia no develó mucho de sus secretos al día de hoy, lo siguiente es la información con la que se cuenta:

Cargos:Supervisor de la Casa Jeneret real, Supervisor del Tesoro Real y Mayordomo de la reina-madre Tiye.
Es claro que Huya fue un funcionario heredado de la administración del faraón Amenhotep III, siguió a la reina sobreviviente Tiye en su traslado a la nueva capital de Aketatón durante el reinado de su hijo Akenatón. Su tumba esta identificada como la número 1 dentro del conjunto de tumbas del sector norte de la ciudad.




Dentro del grupo de tumbas de la zona sur de Amarna, la correspondiente a Ay identificada con el número 25. Cabe consignar que un ejemplo del famoso Himno a Atón se encuentra grabado en dicha tumba, que nunca fue utilizada porque, una vez ascendido a faraón, Ay fue enterrado en la necrópolis de Tebas conforme a la vuelta a la ortodoxia ya emprendida durante el reinado de Tutankamón.

Si bien se conoce de él no a través de su sepultura sino de su taller localizado en las ruinas de la ciudad de Aketatón. Era el hijo del Jefe de Escultores. Arquitecto y maestro escultor, en el solar donde se ubicaba su taller fue encontrado el busto de Nefertiti así también como innumerables piezas inacabadas de esculturas en especial de la familia real.





Desde los inicios del Egipto faraónico, la religión había ido adaptándose a los diversos factores de carácter histórico que tanto social como culturalmente influenciaban la vida espiritual de los antiguos egipcios.
Conforme se sucedían las distintas dinastías egipcias, los centros de poder e influencia iban sufriendo cambios y desplazamientos, originando variaciones en las prácticas religiosas y en el panteón egipcio. Esto suponía también privilegios en la asignación de recursos (tierras, ganado, siervos, etc.) sobre el resto de los dioses (y sus respectivos templos y clero).
Desde el 2400 a. C. el dios del sol se adoraba como Ra-Horajty, un dios con cabeza de halcón, coronado por el disco solar y el uraeus, con cetro uas y anj. Era el dios de los faraones, que se consideraban sus hijos y su representación en la tierra.
Sin embargo, esta preferencia cambió a finales de la Dinastía XVII: los príncipes tebanos impulsaron la expansión de sus fronteras hasta liberar completamente el territorio egipcio del dominio de los gobernantes hicsos. La reunificación del reino del Alto y Bajo Egipto en una sola corona se efectuó bajo el mando de los príncipes de Tebas, y la guía espiritual del dios tebano Amón, cuyo centro espiritual estaba en Karnak. Así, el culto a Amón (y, por tanto, su clero) ocupó su sitial dorado de preeminencia en el panteón egipcio y se transformó en el «Dios de la Victoria». Este impulso guerrero no se acabó con la expulsión de los hicsos, sino que continuó con la expansión de las fronteras hasta conquistar los territorios de Canaán y Nubia, lo que dio origen al denominado Imperio Nuevo.
Los gobernantes de la Dinastía XVIII, con Amón a la cabeza, convirtieron a Egipto en un gran imperio. Con cada nueva conquista, el agradecimiento a Amón se traducía en nuevos templos y obras, como las sucesivas ampliaciones de los templos de Karnak, y en nuevas prebendas económicas a sus sacerdotes: el culto y el clero de Amón recibieron un trato preferencial como nunca hasta entonces había recibido ningún dios o diosa egipcios, acumulando inmensas cotas de poder.
Durante los reinados de Amenhotep III y Thutmose IV, la tendencia se invirtió paulatinamente, pues el clero de Amón había sido desplazado por el de Ra y se había introducido de nuevo el culto a Atón, aunque como un dios secundario.Atón, Shu y Tefnut, formaban la tríada creadora, y su culto era símbolo del retorno a las bases del panteón egipcio. El culto a estos dioses había sido sustituido por el de sus hijos, pero el faraón abogó por el regreso a los tres primeros dioses, postergando los cultos de otros.
Con Ajenatón, la reforma religiosa se radicalizó con la imposición de la preferencia del dios Atón sobre el resto de dioses y la prohibición del culto a Amón. El faraón intentó, como ya había hecho su padre, aminorar el poder que el sumo sacerdote y el clero de Amón habían adquirido con el tiempo. Sin embargo, este cambio no se realizó en los primeros años del reinado. El propio nombre de nacimiento del rey Amenhotep conllevaba mención al dios Amón y, al principio, ambos cultos podían coexistir libremente.
Según los historiadores, fue alrededor del quinto año de reinado en solitario cuando el rey Amenhotep IV abandonó su nombre de nacimiento en honor al dios Amón y adoptó el de Ajenatón, conjuntamente con modificaciones en los distintos títulos, como los nombres de Horus, Nebty y Horus Dorado.



Por los restos encontrados en la abandonada ciudad de Amarna, es clara la intención de Ajenatón de posicionarse entre el dios Atón y el simple adorador, sin intermediarios, sin sacerdotes en medio, sin clero. Por ende el refuerzo de la autoridad real, ya no en el plano espiritual sino eminentemente político, es un objetivo palpable en los distintos restos encontrados en las tumbas o los altares de los templos.

Atón se representaba como un gran disco solar, del que salían brazos en disposición radial, que terminaban en manos con el signo anj de la vida con las que recogía las ofrendas, dando a cambio luz y vida. No se han conservado imágenes antropomórficas, tan comunes en la religión egipcia, del dios Atón, ya sea en forma de esculturas, pinturas o bajorrelieves.
Atón era la forma del dios del sol en la tarde y personificaba la fuente de toda vida. Amenhotep III había protegido el culto a Atón, y Ajenatón llevó al límite el sentido religioso de adoración del símbolo solar, convirtiendo a Atón en el dios personal del faraón, y por ende, en el de todos y cada uno de sus súbditos. Además, Ajenatón no solo erigió en el Templo de Karnak un santuario dedicado a Atón, sino que fundó una nueva capital político-religiosa: Ajetatón.



Para delimitar el perímetro de la ciudad se erigieron varias estelas de demarcación en las que se declara la pertenencia del paraje al nuevo dios Atón. En la nueva ciudad, hizo construir templos con grandes patios, ya que el culto solar debía hacerse al aire libre.
La construcción de la nueva capital se financió con la confiscación a favor de la corona de las tierras y rentas de los antiguos templos, quitándoles privilegios a los sacerdotes y dejándolos sin las inmensas riquezas que acumulaban cada año. Hacia el quinto año de reinado, el faraón, la familia real y la corte, se trasladaron a la nueva ciudad: la ruptura con el pasado quedaba así totalmente consumada.

Como consecuencia de lo anterior, surgió la nueva religión, sustentada sin fisuras desde el máximo nivel político del estado faraónico. El faraón se nombró único representante en la tierra del dios, haciendo innecesaria la casta sacerdotal.
El faraón como la gran esposa real oficiaban entre el pueblo y Atón. Para Flinders Petrie y otros antiguos egiptólogos, este fue el comienzo de la primera religión monoteísta, cuyo principio rector se resume en las conocidas palabras del eminente egiptólogo Cyril Aldred que, parafraseando el Corán, afirmó que existe un solo Dios, y el faraón es su profeta.
Como sumo sacerdote de Atón, rechazó la autoridad del sumo sacerdote de Amón, quien tenía el título de Jefe de los sacerdotes de todos los dioses y un gran poder político. En el décimo año de su reinado, Ajenatón ordenó borrar el nombre de Amón y el de su esposa Mut de todos los monumentos, hasta de los cartuchos con nombres teóforos de todos los faraones, incluido el de su padre.
La nueva religión se caracterizaba por una fuerte abstracción y conceptualización de la deidad. A esta conclusión se llega al considerar que, si bien la adoración de una deidad solar ofrecía oportunidades de eventos festivos en momentos determinados del calendario, como son los días de solsticio y los de equinoccio, sin embargo, Ajenatón no los utilizó determinadamente en su reforma religiosa. Más aún, la orientación de los edificios en la nueva ciudad dedicados a Atón no sigue ningún patrón solar o cósmico, sino que se adecúa a la topografía del terreno donde estos se asentaban. Todo esto lleva a la conclusión de que la nueva religión en torno a Atón se basaba en una fuerte abstracción conceptual en perjuicio de otras manifestaciones religiosas más concretas.
Esto fue lo que originió un importante problema en el sistema de creencias egipcios, ya que el pueblo no concebía a los dioses sin forma e imagen, sino que necesariamente los corporizaba, ya fuese en una imagen antropomorfa, ya en un animal asociado.
La revolución provocada por Ajenatón comportó la total eliminación de las imágenes humanizadas de dioses en esculturas, relieves, muebles y otros enseres, que habían constituido tradicionalmente la principal fuente iconográfica del arte egipcio. Paralelamente, la familia real se convirtió en el motivo central de las representaciones artísticas: en los altares de los templos donde antes se encontraban las estatuas de los dioses, se veía ahora a la familia real, a veces en pareja, otras veces con todas sus hijas, y siempre con el dios Atón, el disco solar, oficiando como protector y dador de vida.
Simultáneamente, se produjo también un cambio radical en las formas y modos de oficiar las ceremonias religiosas. Los antiguos templos cerrados, oscuros, donde lo primordial es el ocultamiento de la divinidad y el acceso restringido, dieron paso a templos abiertos, al aire libre, donde la observación de la divinidad estaba al alcance de cualquier neófito.



Con todo, subsisten muchos interrogantes en lo relativo al culto de la nueva religión respecto a dos temas: el culto individual o familiar y su relación con el más allá.

La práctica religiosa del Antiguo Egipto intentaban contener y dar sentido a las necesidades espirituales de campesinos, artesanos o del ciudadano medio del reino. La gran cantidad de esculturas, amuletos y textos referidos a cultos particulares que se han conservado, muestra que la religión tenía un profundo impacto en la vida cotidiana. En la cultura egipcia, multitud de deidades tutelaban cada faceta de la vida: la concepción, la fertilidad, el nacimiento, el matrimonio, la muerte, etc. Así, el egipcio común vivía en un entorno de prácticas y ceremonias religiosas íntimamente unidas: la invocación a Min para la cosecha, la protección de Osiris en la muerte, etc.
Por tal motivo, en la investigaciones arqueológicas es muy común hallar en las viviendas del Antiguo Egipto pequeños altares, esculturas etc. La antigua ciudad de Ajetatón muestra variados restos de altares con imágenes tanto de Atón con el faraón o la familia real, como de las antiguas deidades egipcias que habían sido desterradas del nuevo culto oficial. Así, algunos historiadores indican que en algún punto, Ajenatón observó que la religión que implantaba generaba un vacío que no podía cubrir determinadas necesidades espirituales de sus súbditos, y pretendió suplir esas necesidades con la adoración de la familia real, por intermedio de la cual se llegaba a Atón. Sin embargo, la reforma de los cultos privados constituyó una empresa muy delicada.


Altar hogareño para la adoración familiar o individual de Atón y la familia real. Bajorrelieve de la familia real bajo los rayos dadores de vida del único dios: Atón. Museo Egipcio de El Cairo.
Así, muchos estudiosos creen que el abandono y olvido en que cayó la religión de Ajenatón, una vez muerto el faraón, se debió al hecho de que en ningún momento llegó a conseguir que las necesidades espirituales en el plano individual y familiar del pueblo egipcio fuesen colmadas con su propuesta religiosa. Dicho de otra forma, la religión de Ajenatón nunca dejó de ser una religión del aparato del estado, ya que en el plano individual el egipcio siguió encomendándose a las antiguas deidades.
A su muerte, no solo cayó en el olvido el culto a Atón, sino también a Osiris, ya que el destino en el Más Allá dependía de la lealtad al faraón, pero el pueblo seguía adorando a los viejos dioses y apegado a sus tradiciones y supersticiones. Incluso en la propia capital se han hallado estatuas de otros dioses erigidas ya en esa época.

En lo referente al culto del más allá, en la religión egipcia recaía en el dios Osiris, cuya epopeya de resurrección se convertía en modelo de referencia en el momento del deceso del súbdito egipcio. El culto de la resurrección es una constante en la historia del Antiguo Egipto, desde el primitivo período predinástico hasta la época romana. Con diferentes desarrollos, las prácticas mortuorias crearon textos tan elaborados como el Libro del Amduat, los rituales de embalsamamiento, la arquitectura de las necrópolis, etc.
No se sabe todavía cómo Ajenatón, como reformador religioso, reemplazó o modificó este culto del más allá. A pesar de que en la ciudad de Ajetatón hay restos de tumbas con relieves y pinturas murales, en dichas tumbas no hay ninguna referencia al culto osiríaco.
Tradicionalmente, se ha tenido la imagen de Ajenatón como la de un gobernante que había abandonado total o parcialmente su cargo debido a una religiosidad extrema, y que había llevado a Egipto al declive (sobre todo en el exterior). Sin embargo, esta imagen de Ajenatón ha ido perdiendo fuerza a partir de las últimas investigaciones.

El cambio en el modelo político supuso un afianzamiento del poder real. Por los rastros encontrados en las ciudades de Tebas y Ajetatón, todo demuestra que la preeminencia del faraón sobre el resto del aparato del estado era evidente. Ni la clase sacerdotal, ni los principales referentes del engranaje burocrático del estado (virreyes, chatys, supervisores del tesoro, etc.), lograron, aparentemente, algún tipo de relevancia, con las solas excepciones de Ay y Horemheb, aunque ambos fueron sumisos al poder del faraón.
Los principales funcionarios del estado han pasado a la posteridad más como seguidores incondicionales del faraón y su nueva ideología, que por obras, hechos o documentos, como queda mostrado en los relieves que muestran sus tumbas en el cementerio de la nueva ciudad, Ajetatón. En esas imágenes, se esfuerzan en mostrar su devoción hacia el rey, la familia real y, obviamente, hacia la nueva religión.
El alejamiento del clero (en especial el de Amón) de las cuestiones terrenales se puede inferir del abandono de las dos principales ciudades donde residían los faraones: Menfis, la sede política del reino, y Tebas, la sede religiosa y lugar de origen de la dinastía reinante.



Tabla con escritura cuneiforme que pertenece a las tabletas que conforman las Cartas de Amarna; se trata de un mensaje del rey Tushratta de Mitanni al faraón Amenhotep III, padre de Ajenatón, sellando una alianza entre ambos países con el compromiso matrimonial de la princesa mitanni Tadukhipa. Es uno de los primeros registros históricos que reflejan la existencia de relaciones diplomáticas en la antigüedad.
Por lo que se refiere a la política exterior, Ajenatón fue capaz de mantener el statu quo en los territorios conquistados de Canaán y Libia. Por otro lado, aunque la destrucción de los restos de su reinado no ha dejado muchos documentos de política exterior, la correspondencia con otros reyes coetáneos guardada en los archivos de estos, muestra su actividad diplomática, aunque probablemente delegara muchas de sus obligaciones en sus colaboradores.
Del Segundo Período Intermedio, Egipto salió sumamente fortalecido, ya que a la expulsión de los hicsos le siguió un período de conquistas que alcanzó su máxima expansión durante el reinado del faraón Tutmosis III. El equilibrio de poderes se alcanzó en la confrontación con el reino de Mitanni. Dicha rivalidad abarcaría casi dos siglos de historia y llegaría a su fin con el tratado de paz convenido por Amenhotep III y el rey Shuttarna II. Para ratificarlo, el rey de Mitanni envió a su hija, la princesa Giluhepa, para ser desposada con el faraón. El tratado fue reafirmado con el envío de otra princesa mitannia (Taduhepa) durante el reinado del rey Tushratta al harén real del faraón.Todo esto está documentado en las Cartas de Amarna.
Así, el sistema de alianzas entre los estados de Babilonia, Mitanni, Asiria, Hati y Egipto, implicaba un mantenimiento del statu quo internacional, posibilitando un gran entramado de relaciones diplomáticas que ha podido ser desvelado mediante el descubrimiento del archivo egipcio en la ciudad de Amarna. En estas relaciones diplomáticas, el trato que se dan entre los reyes es el de hermano. En los estados vasallos o dentro de la esfera de influencia egipcia, el trato era mucho más servil, siendo el faraón tratado como Mi Señor de forma habitual.
La correspondencia diplomática indica que Ajenatón mantuvo el sistema de alianzas heredado de su padre. Los reyes aliados ofrecían amistad y alianza a cambio del oro faraónico y los estados vasallos imploraban atención de parte del faraón para recibir recursos o ser beneficiados y conservar el poder.
Este equilibrio se mantuvo durante el reinado de Ajenatón, aunque con tendencia a desestabilizarse por la belicosidad y poderío que estaba adquiriendo Hati, que había empezado por atacar al reino de Mitanni, que inútilmente pidió auxilio a Egipto. El liderazgo que alcanzó el reino hitita llevaría a una serie de confrontaciones bélicas entre Egipto y Hatti que se prolongarían desde el gobierno de Tutanjamón hasta el de Ramsés II, quien firmaría una paz duradera estableciendo un nuevo statu quo internacional.
Todo hace suponer que, en el manejo de las relaciones internacionales, el faraón mantenía el conocimiento y la toma de decisiones en los tratos con las potencias extranjeras, como bien lo atestiguan las Cartas de Amarna. Algunas de esas tablillas de barro cocido estaban dirigidas a la reina madre Tiyi, aunque se supone que fue durante un breve período inmediatamente posterior a la muerte del anterior rey Amenhotep III, cuando el nuevo rey Ajenatón no estaba del todo familiarizado con las relaciones diplomáticas.

El cambio religioso provocó también un cambio en los cánones artísticos; aunque efímera, la llamada «revolución amarniana» significó un periodo muy interesante en el arte egipcio, pues se pasó del hieratismo monumental a un curioso y descarnado naturalismo en el cual se notan destellos de ternura (como, por ejemplo, se puede apreciar en la estela que representa a Nefertiti con sus hijas pequeñas o en el famoso busto que representa a la célebre soberana).



la escuela artística tradicional del Antiguo Egipto no utilizaba la perspectiva en las imágenes murales, pues el tamaño determinaba el grado de importancia del personaje respecto del resto de los componentes.
las imágenes antropomórficas se dibujaban de la siguiente forma: la cabeza, los brazos y las piernas de perfil, pero los ojos y el torso de frente. Este método de representación se modulaba con una cuadrícula de cuatro unidades de ancho por nueve de alto.
Una de las principales características del nuevo arte nacido con el Atonismo es el cambio en este estilo de representación. Por un lado, se abandonó el canon tradicional de representación del cuerpo humano, que sería modelado a partir de entonces en una nueva cuadrícula de cuatro unidades de ancho por doce de alto, modificación que se mantuvo bajo sus inmediatos sucesores. Las imágenes son más naturalistas, llegándose a extremos descarnados. Se deja de lado la representación idealizada, sin faltas o defectos físicos, y se remarcan algunos rasgos de forma extrema: poseen cabezas alargadas en su parte posterior, ojos rasgados, labios gruesos, mandíbulas prominentes, cuellos largos y estilizados, vientres pronunciados —tanto en personajes masculinos como femeninos— y contornos redondeados que, en muchos casos, dificultan la identificación del sexo del personaje representado.
Este último cambio hizo pensar a muchos estudiosos del siglo XIX y de principios del XX que las esculturas del faraón Ajenatón describían malformaciones físicas producto de supuestas enfermedades que habría padecido el faraón, como el síndrome de Marfan.Las esculturas halladas del faraón herético describen una imagen nunca vista antes en cualquier otro rey: cuello alargado, hombros y torso estrecho, caderas protuberantes, labios gruesos y mentón alargado. Hoy en día, los historiadores y arqueólogos estiman que las imágenes del rey son representaciones artísticas y no son elementos suficientes para suponer que padeciese enfermedades crónicas.
Además, con el hallazgo de la tumba de Tutankamon, se ha podido observar que la momia del faraón-niño poseía un cráneo alargado parecido a las esculturas e imágenes encontradas de la familia real del período de Amarna. Como consecuencia de ello, se ha especulado con la posibilidad de que este tipo de creaciones artísticas podrían pretender reflejar ciertos atributos físicos compartidos por los miembros de las familias reales, con la intención de ofrecer una imagen homogénea de la realeza.



Otro de los innovadores cambios de la revolución de Amarna es el motivo de las representaciones. Eliminados los motivos religiosos, ya que Atón era una deidad abstracta simbolizada por el disco solar, en el universo artístico egipcio surgirían las escenas íntimas, familiares y personales. Las imágenes tradicionales del faraón destrozando a sus enemigos, tanto interiores como exteriores, fueron reemplazadas por escenas íntimas del faraón venerando a su dios, con su familia o con su Gran Esposa Real: Nefertiti.
Surgieron piezas excepcionales que muestran al faraón en una faceta más humanista, sea compartiendo un momento con su amada, jugando con sus hijas en el regazo, o en momentos penosos, como la fúnebre despedida de una de sus hijas.
Gracias a las excavaciones en la ciudad de Ajetatón, salieron a la luz importantes obras de arte del período. Precisamente, en el taller de Thumose, el escultor real, se encontraron dos docenas de piezas escultóricas, incluido el conocido busto de la reina Nefertiti.
De todos los legados del período de Ajenatón, solamente el artístico perduró tras su muerte. El legado político se extinguió con ella, ya que durante el reinado de su sucesor el faraón niño Tutankamón, sometido a Ay y Horemheb, la corte regresó a Tebas. Y en el plano espiritual, como ya se ha indicado, la reforma religiosa de Ajenatón se extinguió también con su muerte. Solamente, las innovaciones artísticas del periodo de Amarna lograron sobrevivir algún tiempo tras el deceso de Ajenatón, pudiendo encontrarse rastros aún durante los reinados de Tutankamón, Ay y Horemheb. Con todo, durante la Dinastía XIX, el arte egipcio volvió a la antigua ortodoxia artística.

Himno a Atón. Transcripción del texto encontrado en una tumba en Amarna.
En algunas tumbas de los funcionarios de Ajenatón, particularmente en el de Ay, se encontraron fragmentos del Himno a Atón, en el que el propio faraón expresó los conceptos de la nueva religión. Llama la atención por su parecido con el salmo 104 de la Biblia. Dice así:
Eres tú quien desarrolla el embrión en la hembra,
tú quien crea la simiente en el varón,
tú quien da vida al hijo en el seno de la madre,
tú quien le mandas el consuelo que apacigua sus lágrimas,
tú, la nodriza de quien aún esté en el vientre materno,
tú el que no deja de dar aliento a la vida de cada criatura.
Cuando salen del seno materno para respirar, el día de su nacimiento,
tú abres al instante su boca y les das lo necesario.


Durante el Periodo de Amarna se produjo una importante pandemia, probablemente de peste bubónica, poliomielitis o, tal vez, gripe,que se originó en Egipto y se extendió por todo el Levante mediterráneo, acabando con la vida, por ejemplo, de Suppiluliuma I, el rey hitita. En el supuesto de que hubiese sido una gripe, se explicaría porque se trata de una enfermedad asociada a la proximidad de aves acuáticas, cerdos y seres humanos, y su origen como una enfermedad pandémica pudo ser debido al desarrollo de los sistemas ganaderos, pues facilitaban la proximidad de estos animales con sus desechos. Algunas de las primeras evidencias arqueológicas de este sistema ganadero se han fechado durante el reinado de Ajenatón, y la pandemia que siguió a este período en todo el Oriente Próximo puede haber sido el primer brote registrado de gripe.
Sin embargo, la naturaleza precisa de esta plaga de Egipto sigue siendo desconocida, y también se ha sugerido Asia como posible lugar de origen de la pandemia de gripe en seres humanos.
La sucesión de muertes en la familia real debió de impactar profundamente en lo personal al faraón Ajenatón y, en general, a todo el reino. Fueron víctimas de esta pandemia la reina madre Tiy, la Gran Esposa Real Nefertiti y las princesas Meketaton, Meritatón, Setepenra y Neferura, en un intervalo de tiempo que va desde el año 12 al 17 de, reinado.
Por lo demás, la prevalencia de la enfermedad puede ayudar a explicar la rapidez con que la ciudad de Ajetatón fue posteriormente abandonada, y también el por qué las generaciones posteriores consideraron que los dioses se habían vuelto contra los reyes de Amarna.
Zahi Hawass ha sugerido que la epidemia podría ser de peste negra, porque se han encontrado huellas de esa enfermedad en Amarna. Arielle Kozloff, por su parte, ha discutido esa hipótesis y argumenta que la epidemia fue causada por una peste bubónica sobrevenida junto a una epidemia de poliomielitis. Sin embargo, su argumento de que la poliomielitis no es tan virulenta como algunas otras enfermedades ha sido refutado pues ignora la evidencia de que las enfermedades son menos virulentas cuanto más tiempo están presentes en la población humana, como se demostró con la sífilis y la tuberculosis.

No se sabe a ciencia cierta cómo terminó el reinado de Ajenatón, ya que no se cuenta con documentos ni crónicas de la época. Además, la damnatio memoriae decretada por los posteriores faraones de la Dinastía XIX eliminó mucha información sobre su mandato.


El cénit del reinado de Akenatón puede situarse en su decimosegundo año de reinado cuando se efectuó una gran celebración de ofrendas y tributos de países aliados y estados vasallos en Aketatón. Dibujo extraído de la tumba de Meryra II en Amarna
La culminación del reinado de Akenatón puede centrarse en una gran celebración en Aketatón en el año 12 de reinado. El acontecimiento consistió en una gran recepción real de embajadores de potencias extranjeras y enviados de estados vasallos del Imperio Egipcio. Gracias a los relieves en la tumba del cortesano Meryra, se puede saber que la familia real estaba en pleno: Akenatón, Nefertiti y sus seis hijas.
Después del duodécimo año de reinado de Akenatón, sobrevino la muerte de la princesa Meketatón, que supuestamente falleció al dar a luz. Se desconoce tanto el nombre como el sexo de este bebe real, lo que probablemente indica que no sobrevivió a su madre. En el funeral de Meketatón se pudo ver a sus padres despidiéndola, pero no hay rastro alguno de la reina-madre Tiye, razón por la cual se estima que la madre de Akenatón falleció dentro de un lapso de tiempo que va desde el año 12 al 14 del reinado del faraón.
Después del año 14 de reinado, no hay menciones a la reina Nefertiti, mientras que la princesa Meritatón es elevada a la posición de Gran Esposa Real. Todo indica que la reina Nefertiti falleció después de ese año de reinado.
A su vez, las princesas Meritatón y Anjesenpaatón fueron elevadas sucesivamente a la posición de Gran Esposa Real, no solo en funciones ritualistas sino también bajo una base sexual. Ambas princesas dieron a luz sendas princesas, a quienes se nombró como a sus madres con el agregado de "ta sherit" (“la menor”). Así, las princesas Meritatón-Tasherit y Anjesenpaatón-Tasherit fueron el fruto de la relación incestuosa del faraón Akenatón con sus hijas, muy probablemente con la intención de conseguir un descendiente masculino.
El ascenso de Semenejkara a corregente puede ser ubicada alrededor del año 15 de reinado, ya que en ese año Anjesenpaatón reemplazó a su hermana Meritatón como Gran Esposa Real. Así, Meritatón fue la consorte real del nuevo corregente Semenejkara, mientras Anjesenpaatón se convirtió en la Gran Esposa Real de su padre Akenatón.
Se pueden datar los decesos de cuatro de las seis hijas de Nefertiti y el faraón, quienes fallecieron entre los años duocécimo y decimoséptimo del reinado. Esta sucesión de muertes en un corto período dentro de la familia real ha abierto el campo de la especulación entre los estudiosos, con dos hipótesis explicativas al respecto:


Escena íntima entre el faraón Tutankamón y su Gran Esposa Real Anjesenamón, hija sobreviviente de Ajenatón y Nefertiti. Las imágenes y el motivo artístico son típicos de la época de Amarna. (Detalle del respaldo del trono ceremonial de Tutankamón.)
las muertes fueron debidas a una enfermedad congénita y hereditaria que padecerían las hijas de Nefertiti;
la causa de las muertes fue una epidemia que azotó Egipto y afectó a la familia real. Esta hipótesis es la más aceptada entre los especialistas. Las dificultades en la identificación de momias o la falta de estas impiden avanzar más en la elucidación de este aspecto.
En otro orden de cosas, la sucesión no se encuentra debidamente registrada, sobre todo si se tiene en cuenta que los faraones posteriores pretendieron borrar el reinado de los registros, tendiendo un puente entre Amenhotep III y el usurpador Horemheb.
La muerte de Ajenatón en el decimoséptimo año de su reinado da al faraón una edad probable de entre 30 y 36 años. Su inmediato sucesor, el desconocido Semenejkara, reinó durante un breve período, que algunos estudiosos estiman entre menos de un año a no más de tres. Tras él, ascendió al trono de Egipto un niño de menos de once años de edad: Tutankatón (Tutankamon).
Ajenatón fue enterrado en la tumba que se hizo construir, la llamada Tumba Real de Amarna, como demuestra el hecho de que la cámara funeraria estaba sellada. Sin embargo, el cuerpo del faraón fue retirado cuando la corte regresó a Tebas, y probablemente su momia fue inhumada en algún lugar del Valle de los Reyes, quizá en la KV55. Su sarcófago fue destruido y permaneció en la necrópolis de Amarna; ahora se encuentra, reconstruido, en el exterior del Museo de El Cairo.

Una costumbre que se impuso durante la Dinastía XVIII era la de nombrar un corregente, de modo que el faraón reinante delegaba algunas funciones políticas y religiosas en el heredero, quien una vez acontecida la muerte del rey accedía al trono. En los casos en que la posición del príncipe heredero era indiscutible (por ser el hijo del rey y la Gran Esposa Real), la corregencia era vista como un marco de continuidad y formación del joven príncipe. En otras ocasiones, la instauración de un corregente era una necesidad para afirmarlo como heredero, ya fuera porque no existía ese príncipe, ya porque provenía de una esposa de menor rango que la Gran Esposa Real. El hecho de que Ajenatón y Nefertiti solo tuvieran hijas debió de haber planteado el problema sucesorio de forma prematura.
El período de sucesión de Ajenatón no se conoce todavía bien. Se sabe que existió a finales de su reinado un personaje denominado Anjjeperura-Semenejkara, que portaba cartuchos reales, dando la apariencia de que, si no era corregente, seguramente era el sucesor inmediato del faraón Ajenatón.
La duración del reinado del rey Anjjeperura-Semenejkara no está clara, aunque los egiptólogos han determinado que su lapso de tiempo fue sumamente breve, estimándose un intervalo que va de menos de un año a un máximo de tres. Se desconoce por completo cuál era el vínculo sanguíneo o político con el faraón hereje, aunque se han planteado varias hipótesis:
Semenejkara era hijo de Ajenatón y de una reina de menor rango que Nefertiti (probablemente, Kiya).
Era hermano o hermanastro de Ajenatón (o sea hijo real del faraón anterior Amenhotep III).
Pertenecía a la alta nobleza en la corte del faraón, quien desposó a la princesa Meritatón, y por su vinculación e influencia accedió primero a la corregencia en las postrimerías del período de Amarna y después alcanzó el trono en solitario.
Era Nefertiti que emuló a su antecesora Hatshepsut convirtiéndose en faraona y asumiendo rasgos masculinos.63 En contra de esta teoría está el hecho de que Nefertiti no era de sangre real, al contrario que Hatshepsut.
La sucesión del faraón Semenejkara recayó en un joven príncipe de sangre real: Tutankatón, quien tomando como Gran Esposa Real a Anjesenpaatón, una de las hijas de Nefertiti y depositaria de los derechos reales, ascendió al trono. Los historiadores opinan que el lento período de restauración comenzó durante este reinado. El mismo faraón modificó su nombre de nacimiento en favor del anterior dios Amón, llamándose de ahora en adelante Tut-anj-Amón. El abandono de la ciudad de Ajetatón se produjo de forma paulatina, trasladándode no sólo las oficinas administrativas y políticas del reino sino también su necrópolis, el Valle Real, con las momias reales, como bien lo atestiguó el descubrimiento de KV55. La pronta e inesperada muerte del faraón niño quebró la línea sucesoria extinguiéndose con él la Dinastía XVIII.



Sarcófago encontrado en KV55. La peluca de estilo nubio sugiere que fue diseñado primeramente para una mujer de la realeza. Contiene menciones a la favorita real Kiya. El añadido de la barba faraónica hace pensar en un posterior reacondicionamiento muy probablemente para una momia real, quizá la de Ajenatón.
La tumba KV55 fue descubierta el 6 de enero de 1907 en el Valle de los Reyes por Edward Ayrton, durante una expedición promovida por Theodore Davies. Se pensó que era un lugar de entierros múltiples, ya que en un primer momento se identificó como la morada de la momia de la reina madre Tiy, quien fue posteriormente localizada en la tumba KV35. Los restos encontrados, en muchos casos destrozados, hacen muy dificultosa su interpretación.
Las puertas tienen los cartuchos de Tutankamón, el sarcófago encontrado porta el nombre de la favorita real Kiya, el altar roto contiene los jeroglíficos de Tiy y existen ladrillos mágicos con el nombre de Ajenatón. Una de las hipótesis es que el lugar habría funcionado como un lugar de entierros múltiples en distintos momentos dentro del lapso de tiempo que fue desde finales del reinado de Ajenatón hasta el de Ay.
Horemheb y sus sucesores destruyeron sistemáticamente todo lo relacionado con Ajenatón y su familia, incluyendo lo referente a Tutankamón y Ay, para aparentar continuidad con Amenhotep III, por lo que no queda constancia de su enterramiento, aunque se estima que fue sepultado en la Tumba real de Amarna.
Tras descubrir la tumba KV55 con un santuario en su interior dedicado a la reina Tiy, se realizaron diversos estudios de la momia allí enterrada, que arrojaron los siguientes resultados:
la momia corresponde a un varón de unos 35 años;
es del mismo grupo sanguíneo que Tutankamón, supuesto hijo del faraón;
tiene el cráneo proporcionalmente más grande que el cuerpo, guardando cierto parecido con las estatuas esculpidas durante el reinado de Ajetatón.
Mientras que algunos historiadores estiman que la momia pertenece a Ajenatón, basándose tanto en que el sarcófago contiene los jeroglíficos del nombre y los atributos de realeza (uraeus) borrados, como en la existencia de los ladrillos mágicos que portan el nombre de Ajenatón, otros estudiosos adjudican la momia al sucesor Semenejkara, basándose en recientes estudios forenses que dan al personaje momificado una edad de deceso cercana a los veinte años, dato que excluye terminantemente a Ajenatón.

En septiembre de 2010, National Geographic dio a conocer en su publicación mensual que un equipo de científicos liderados por Zahi Hawass había efectuado una serie de estudios sobre la más que estudiada momia del faraón Tutankamón, extrayendo muestras de ADN del cuerpo del "Rey Niño".
Los estudios de ADN realizados sobre la momia deTutankamón han permitido averiguar la identidad de una serie de momias descubiertas hacía muchísimo tiempo, pero cuya identidad era desconocida. Tomando como base la momia de Tutankamón y la que se presumía era la de Amenhotep III, se pudo determinar que una de las momias de la famosa tumba KV55 era el padre del faraón-niño e hijo del faraón Amenhotep III. Tal patrón genético de la momia hace concluir que el morador de KV55 no sería otro que Ajenatón. Además se identificó a dos momias femeninas conocidas como la Dama Mayory la Dama Joven, como la Abuela (La Reina Ty) y Madre respectivamente de Tutankamón, a dos fetos hijos suyos y a su esposa Anjesenamón.