No puedo ver el sol sin tu presencia
Me mata su esplendor sin tu alegría
No puedo ver su luz
No anhelo ver clarear el nuevo día
No puedo ver el mar y su imponencia
Me ahogo entre el disgusto y la tristeza
Me hastía el respirar, me hiere hasta el fulgor de las estrellas
No deseo ni pensar que me haces falta
Que la vida es gorrión que se me escapa
Me parece imposible que te vayas
Y te lleves prendida mi esperanza
El golpe del reloj en el silencio
Testigo del dolor de tu partida
Sigue hablando de ti
Esparciendo recuerdos por la casa
El sueño vendrá a mí con su ternura
Y beberé en su copa mi cansancio
Sediento esperaré
Que borre con sus alas tu recuerdo
No deseo ni pensar...
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