El camino pedregoso se abre entre las manos de madera
Esas garras afiladas que desde el suelo rasgan la
Y rasguñan la abriendo heridas,pero no arrancan el dolor
De las almas que antes inocentes,sufren y tiemblan como arboles al viento.
Esos rios gelidos que crujen como vidrios rotos
Congelados de susto,con miedo a seguir su curso
No calman la sed de aquellos que aun deambulan entre alambres
Entre gemidos interminables que la luz de la verdad
Ha sabido desenterrar,pero aun no son bien oidos.
Y las nubes que desde su manto gris,no hacen sino llorar
Por ser unicas testigos,de aquellos crueles castigos
Que el hombre al hombre,a la mujer y al niño
Sin vacilar tan solo un suspiro,les han podido marcar.
Los bosques tiemblan,el rio teme y el firmamento desconsolado
Desesperanzado llora,angustiado por no tener brazos que extender
Al clamor de aquellas almas,que poco a poco,ante sus infinitos ojos
Parecen,por siempre y por fin,desaparecer
No hay comentarios:
Publicar un comentario