martes, 18 de enero de 2011

Juan Pablo II

Juan Pablo II (latín: Ioannes Paulus PP. II), Karol Józef Wojtyła [ˈkaɾɔl ˈjuzɛf vɔiˈtɨwa] (n. Wadowice, Polonia; 18 de mayo de 1920 – † Ciudad del Vaticano; 2 de abril de 2005) fue el 264º Papa de la Iglesia Católica y monarca soberano de la Ciudad del Vaticano de 1978 a 2005. Anteriormente, había sido Obispo auxiliar (desde 1958) y Arzobispo de Cracovia (desde 1962). Fue el primer papa polaco en la historia, y uno de los pocos en los últimos siglos que no nacieron en Italia. Su pontificado de 26 años ha sido el tercero más largo en la historia de la Iglesia Católica, después del de San Pedro (se cree que entre 34 y 37 años) y el de Pío IX (31 años).

Juan Pablo II ha sido aclamado como uno de los líderes más influyentes del siglo XX, y jugó un papel decisivo para poner fin al comunismo en su Polonia natal y, finalmente, a todos los de Europa, así como para la mejora significativa de las relaciones de la Iglesia Católica con el judaísmo, el islam, la Iglesia Ortodoxa Oriental, y la Comunión Anglicana.

De entre los hechos más notorios de su pontificado destaca el intento de asesinato que sufrió en 1981, mientras saludaba a los fieles en la Plaza de San Pedro, a manos de Mehmet Ali Agca, quien le disparó a escasa distancia desde la multitud. Algo que motivó la construcción de un vehículo especial con cristales blindados diseñado especialmente para este tipo de actos y que fue popularmente bautizado como Papamóvil. Meses después el terrorista fue perdonado públicamente.

Se le recuerda especialmente por ser uno de los principales símbolos del anticomunismo y por su lucha contra la expansión del Marxismo por lugares como Iberoamérica donde combatió enérgicamente al movimiento conocido como la Teología de la liberación con la ayuda de su mano derecha, a la postre sucesor, Joseph Ratzinger.

Fue uno de los líderes mundiales más viajeros de la historia, visitando 129 países durante su pontificado, hablando además los idiomas siguientes: italiano, francés, alemán, inglés, español, portugués, ucraniano, ruso, croata, el esperanto, griego antiguo y latín, así como su natal polaco. Como parte de su especial énfasis en la llamada universal a la santidad, beatificó a 1.340 personas y canonizó a 483 santos, más que la cifra combinada de sus predecesores en los últimos cinco siglos. El 19 de diciembre de 2009, Juan Pablo II fue proclamado "Venerable" por su sucesor papal, el Papa Benedicto XVI, por quien será también beatificado el 1 de mayo de 2011.

Tras una fractura en el cuello del fémur, su salud empezó a ser objeto de numerosas especulaciones debido al deterioro físico sufrido y a su avanzada edad, que irán a más hasta 2005. En aquel año tuvo que ser hospitalizado por un síndrome de dificultad respiratoria. Se le realizó una traqueotomía a mediados de marzo. Hacia finales del mismo mes su estado se agravó y entre el 31 de marzo y el 1 de abril sufrió una septicemia por complicación de una infección de vías urinarias.

Falleció el 2 de abril de 2005 a las 21:37 (hora de Italia). Pocos minutos después Monseñor Leonardo Sandri anunció la noticia a las personas congregadas en la Plaza de San Pedro y al mundo entero. Los días después de su muerte, algunos periódicos publicaron que su última palabra fue "Amén" sin embargo el Vaticano desmintió esta versión y afirmó que las últimas palabras fueron "Déjenme ir a la casa de mi Padre". La muerte fue comprobada por el Cardenal Camarlengo Eduardo Martínez Somalo. El Camarlengo comunicó la muerte al Cardenal Camillo Ruini, como "Vicario para la Urbe" y el Cardenal Decano del Colegio Cardenalicio, Joseph Ratzinger, informó oficialmente a todos los Cardenales convocándoles al Cónclave, al declararse la Sede Vacante.




Karol Wojtyła nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, un pueblo de Polonia cercano a Cracovia.

Era el menor de los dos hijos del matrimonio integrado por Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska. Su madre era una ferviente católica y se las arregló para que su hijo naciera cerca de un templo pues quería que lo primero que oyera su hijo fueran los "cánticos a Dios". Cuando Karol aún era muy pequeño su madre le decía a otras mujeres: "Verán que mi pequeño Karol será una gran persona". Su madre falleció cuando él tenía nueve años (en el año 1929). Su hermano mayor, Edmund, que era médico, murió en 1932, por contagio de una enfermedad cuando curó a un humilde hombre. Junto con su padre se trasladó a Cracovia para iniciar sus estudios en la Universidad Jagellónica; su padre, un suboficial del ejército polaco, murió en 1941, durante la ocupación de Polonia por la Alemania nazi, su padre siempre lo guió en el camino de la fe y el amor cristiano por los semejantes.

Al terminar sus estudios de educación media, una época en la que destacó como consumado ajedrecista (llegando a proclamarse vencedor en varios campeonatos estudiantiles), se matriculó en la Universidad Jagellónica de Cracovia y también en una escuela de teatro. Cuando las fuerzas de ocupación alemanas cerraron la Universidad, en septiembre de 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar ser deportado a Alemania. Fichado por la Gestapo, se refugió en una buhardilla de Cracovia. En esa época, se unió al grupo del célebre actor polaco Mieczysław Kotlarczyk, creador del teatro Rapsódico, con el cual interpretó papeles de contenido patriótico.

También participó en la resistencia contra Alemania, para ayudar a salvar a familias judías. Posteriormente, su situación se complicó en Polonia y debió refugiarse en los subterráneos del arzobispado de Cracovia.

Importante para su crecimiento espiritual fue la persona de un sastre, Jan Tyranowski, quien le dio a leer a San Juan de la Cruz. Se conocieron en 1940; Tyranowski reunía a un grupo de jóvenes.

Uno de los sitios donde más le gustaba ir a rezar y descansar era Kalwaria Zebrzydowska.
En 1943 ingresó en el seminario clandestino que había fundado Monseñor Adam Stefan Sapieha, cardenal arzobispo de Cracovia, iniciando la carrera de Teología. Fue ordenado sacerdote de la Iglesia Católica el 1 de noviembre de 1946 en la capilla privada arzobispal.

Poco después se trasladó a Roma para asistir a los cursos de la Facultad de Filosofía del Pontificio Ateneo Angelicum, obteniendo el doctorado en Teología con la tesis El acto de fe en la doctrina de San Juan de la Cruz.

En 1948 regresó a Polonia y ejerció su primer ministerio pastoral como vicario coadjutor de la parroquia de Niegowić, en los alrededores de Cracovia, durante trece meses. En noviembre de ese mismo año obtuvo la habilitación para ejercer la docencia en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellonica. El 17 de agosto de 1949 se trasladó como vicario a la parroquia de San Florián, en Cracovia, donde ejerció el ministerio durante dos años, alternándolo con su trabajo de consejero de los estudiantes y graduados de la universidad estatal de esa ciudad.

Era muy popular entre los estudiantes, con los que iba muchas veces de excursiones, cosa que no era común en esos tiempos y podía llamar la atención de las autoridades policiales.

Nombrado profesor de Teología Moral y Ética Social del seminario metropolitano de Cracovia, el día 1 de octubre de 1953, comenzó en 1954 a impartir clases de Ética en la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Lublin, en la que dos años después fue nombrado director de dicha Cátedra.


El 4 de julio de 1958, el Papa Pío XII le nombró obispo auxiliar de la arquidiócesis de Cracovia, bajo el administrador apostólico, arzobispo Eugeniusz Baziak.

A partir del 11 de octubre de 1962, comenzó a tomar parte activa en el Concilio Vaticano II, destacando sus puntualizaciones sobre el ateísmo moderno y la libertad religiosa. El 8 de diciembre de 1965 pasó a formar parte de las congregaciones para los Sacramentos y para la Educación Católica, y del Consejo para los Laicos. En 1962, al morir el arzobispo Baziak, fue nombrado vicario capitular y el 30 de diciembre siguiente el Papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Cracovia. El 29 de mayo de 1967 fue nombrado cardenal, lo que le convirtió en el segundo más joven de la época, con 47 años de edad.


El 28 de septiembre de 1978 murió Juan Pablo I, tras un pontificado de apenas 33 días, y el 16 de octubre de 1978, tras dos días de deliberaciones del cónclave, Wojtyła fue elegido sucesor de San Pedro, adoptando el nombre de Juan Pablo II, y convirtiéndose, con 58 años, en el Papa más joven del siglo XX y en el primero no italiano desde el holandés Adriano VI (1522-1523). El 5 de noviembre visitó Asís, en el primero de sus 144 viajes por Italia.

El 25 de enero de 1979 comenzó el primero de sus 104 viajes fuera de Italia, a República Dominicana y México. El último fue el 14 de agosto de 2004 al santuario mariano de Lourdes, en Francia.

Juan Pablo II se propuso el gran objetivo de posicionar a la Iglesia como faro y guía del mundo contemporáneo. Ello en cinco direcciones:

* Nueva evangelización: mediante una renovación de la fidelidad a la persona de Jesús de Nazaret y su mensaje de amor universal, en especial hacia los marginados y desfavorecidos, anunciándolo a todos los pueblos, con gran preocupación por la descristianización de Europa.

* Ecumenismo: mediante el diálogo y el encuentro con las demás iglesias cristianas y todas y cada una de las confesiones religiosas.

* Compromiso ético y social: asumiendo la defensa de la dignidad de la persona y los derechos humanos, así como la promoción de la diversidad cultural de los pueblos y el impulso de la justicia social y la moral personal. Ha sido en este punto donde Juan Pablo II ha sido más discutido, al oponerse por igual a las dictaduras marxistas y al capitalismo liberal y, muy especialmente, en su condena del aborto, la contracepción y la fecundación artificial, en aras a la defensa de la vida y la familia. En este terreno Juan Pablo II ha mostrado una clara desconfianza hacia lo que consideraba una cultura de la muerte fruto de un materialismo occidental, al que veía como hedonista, relativista e insolidario.

* Lucha por la paz: a través de la mediación en múltiples conflictos y la condena enérgica de la guerra y la carrera de armamentos, así como la incentivación de iniciativas de reconciliación y el combate de las desigualdades.

* Rigor doctrinal: Juan Pablo II ha condenado las posiciones más extremas de la Teología de la Liberación pero ha sido más contundente con el ala más conservadora del catolicismo al excomulgar a monseñor Marcel Lefebvre y desautorizar su movimiento. Juan Pablo II ha dado reconocimiento a teólogos en su día sancionados o cuestionados por sus posiciones aperturistas, creándolos cardenales (Hans Urs von Balthasar, Henri de Lubac, Yves Congar o Walter Kasper, a quien puso al frente de la acción ecuménica de la Iglesia). Sin embargo, a través de la Congregación de la Doctrina de la Fe, presidida por Joseph Ratzinger fue inflexible con Hans Küng, ya condenado por Pablo VI, y con Bernhard Häring o Leonardo Boff, debido a sus posiciones reformistas en materia de teología dogmática y moral y su oposición al magisterio papal. Juan Pablo II se ha mostrado desfavorable a dar de comulgar a los divorciados vueltos a casar, al matrimonio de los sacerdotes y a la ordenación de las mujeres.



A lo largo de sus casi 27 años de pontificado nombró a un total de 232 cardenales.

Como Papa, Wojtyła impuso un estilo desusado al desechar la silla gestatoria usada por sus antecesores para mostrarse en público, se puso a nivel de la calle y de las multitudes, mostrando sus simpatías por niños y adolescentes. Debido a sus múltiples viajes al extranjero fue conocido entre los medios de comunicación, en particular en América Latina, como «el atleta de Dios», «el caminante del Evangelio», el «Papa viajero» o el «Papa peregrino».

Durante su prolongado mandato, Juan Pablo II superó numerosas marcas: no sólo fue el pontífice más viajero hasta el momento, sino también el que proclamó más santos y beatos durante su pontificado (el número de santos y beatos elevados a los altares por él equivale al llevado a cabo en los cuatrocientos años anteriores).

Antes de ser elegido Papa, Wojtyła, poeta, filósofo y dramaturgo, había escrito la obra teatral El taller del orfebre, convertida en ópera rock y siendo presentada en España en los inicios de los años 1980.

Desde el atentado sufrido el 13 de mayo de 1981 comenzó a sufrir diversos problemas de salud: además de las dificultades que tuvo para recuperarse de las heridas de bala que sufrió en el estómago y en una mano, padeció luego un cáncer de intestino, la fractura del fémur y de un hombro y, desde los años 1990, tuvo que sobrellevar la enfermedad de Parkinson, de origen genético.

Esto no impidió que, a fines de los años 80, su actuación en Polonia y su influencia en los acontecimientos que se producían en el entonces bloque comunista contribuyeran de modo considerable a la caída de los regímenes de Europa del Este, según coinciden numerosos historiadores.

El 1 de julio de 1986, Juan Pablo II visitó Colombia —como consecuencia de la tragedia de Armero en Tolima— y fue al lugar de los hechos, y frente a una gran cruz oró por un rato y nombró el sitio como lugar santo en honor a los 25.000 muertos de esa trágica escena que tuvo que vivir el pueblo colombiano una semana después del holocausto de la toma del Palacio de Justicia en Bogotá, en el cual murieron 80 personas (o incluso más).

Más de una década después, y pese a su implacable deterioro físico, en marzo de 2003 Juan Pablo II se opuso con todas sus fuerzas y autoridad a la invasión estadounidense de Irak. En esa misión evidenció la misma determinación que había mostrado al inicio de su pontificado para mediar el Conflicto del Beagle entre Argentina y Chile en 1978, cuando se encontraban al borde de un enfrentamiento.
Juan Pablo II en el 2004.

Entre los principales episodios de su pontificado está la primera visita de un Papa a una iglesia luterana (Roma, 1983), la primera a una sinagoga (Roma, 1986), la Jornada Mundial de Oración por la Paz (Asís, 1986) y la excomunión del obispo Marcel Lefebvre (1988). Ese año se produjo un hecho histórico: Juan Pablo II visitó un país ortodoxo, Grecia, y entró en una mezquita, la de Damasco (Siria), siendo la primera vez que un Pontífice católico pisaba una mezquita y oraba en su interior.

Asimismo, figuran el primer encuentro de un Papa con una comunidad musulmana (Casablanca, 1985), el Año Santo de 1983, a partir del cual creó las Jornadas Mundiales de la Juventud, celebradas en Roma (varias veces), Buenos Aires, Santiago de Compostela (España), Denver (Estados Unidos), Manila (Filipinas), Czestochowa (Polonia), París (Francia), Toronto (Canadá), Colonia (Alemania), Sídney (Australia) y próximamente en Madrid (España) en 2011.

También destaca el encuentro con el último presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov,[8] en diciembre de 1989, la normalización de la Iglesia Católica en los países europeos hasta entonces comunistas, y la visita realizada en enero de 1998 a Cuba, donde fue recibido con todos los honores por Fidel Castro.

Aparte de sus catorce encíclicas, con Juan Pablo II se han publicado los nuevos Códigos de Derecho Canónico Latino (1983) y Oriental, así como el Catecismo Universal de la Iglesia Católica[11] (1992), fruto del sínodo especial de obispos de 1985, dedicado al Concilio Vaticano II.

Durante ese viaje, Juan Pablo II, el primero en reconocer en 1986 los derechos nacionales del pueblo palestino[ y entablar relaciones diplomáticas plenas con Israel en 1994, ofició misa en la Plaza del Pesebre de Belén, pidió perdón en el Muro de las Lamentaciones y en el Museo del Holocausto por los errores cometidos por los cristianos que persiguieron a los judíos y celebró misa en el Santo Sepulcro.

Juan Pablo II pidió perdón por los errores cometidos por la Iglesia Católica entre ellos, el del científico italiano Galileo Galilei (1564 - 1642) a quien la Inquisición le hizo retractarse de sus teorías heliocéntricas el 22 de junio de 1633.

Su gran deseo, que materializó, fue llegar al año 2000, abrir la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro e introducir la Iglesia en el tercer milenio con el Jubileo del 2000. En la primavera de 2000 pudo por fin pisar Tierra Santa. Visitó el Monte Nebo, donde (según la Tanaj o Antiguo Testamento) el profeta Moisés vio la Tierra Prometida antes de morir; Belén, Jerusalén, Nazaret y varias localidades de Galilea.

Al concluir su pontificado con su muerte, Juan Pablo II dejó pendientes dos viajes: uno a Moscú, ante la oposición del patriarca ortodoxo Alejo II, que acusaba a la Iglesia Católica de "proselitismo" en su área de influencia y otro a China, donde el régimen comunista prohíbe la obediencia de la Iglesia Católica china a la Santa Sede, además de haber conflictos con el Vaticano a causa del reconocimiento de Taiwán desde 1949.

Al ser anunciada su muerte, en medio del rezo del Rosario, el público presente en la Plaza de San Pedro prorrumpió en nutridos aplausos. Las luces de su habitación en el Vaticano se apagaron por un instante para comunicar de esta manera el momento de su fallecimiento, pero luego fueron encendidas nuevamente y así permanecieron.

Su muerte se produjo el 2 de abril de 2005 a las 21:37 hora de Italia, debido a una septicemia y a un colapso cardiopulmonar irreversible, agravado por su enfermedad de parkinson. Tenía 84 años. En su agonía, le dictó a su secretario, Stanisław Dziwisz, una carta en la que decía:

"Soy feliz, séanlo también ustedes. No quiero lágrimas. Recemos juntos con satisfacción. A la Virgen confío todo felizmente". Aunque el portavoz del Papa, Joaquín Navarro Valls afirmó inicialmente que el pontífice, en sus últimos momentos, dedicó unas palabras a la multitud, sobre todo gente joven, reunida en la Plaza de San Pedro (Yo los he buscado y ahora ellos vienen a buscarme, les doy las gracias), haciendo el gesto de la bendición hacia la ventana de sus aposentos, hacia los fieles apostados en la Plaza de San Pedro, el médico que certificó la muerte ha señalado que el Papa permaneció inconsciente durante los últimos cincuenta minutos de su vida y que por tanto, tales frases tuvo que decirlas al menos una hora antes de su fallecimiento.

Los funerales manifestaron el alto grado de aprecio que sentían por Juan Pablo II no sólo mandatarios de muchos países, sino también gente de toda condición social. Tuvieron una alta resonancia política por algunos gestos inesperados, como el saludo entre los mandatarios de Irán y Siria e Israel.


El 13 de mayo de 2005, el Cardenal Camillo Ruini, Vicario para la ciudad de Roma, dio formalmente por iniciado el proceso de beatificación de Juan Pablo II; para ello, Benedicto XVI concedió el 28 de abril dispensa del plazo de cinco años de espera después de la muerte requerido por el derecho canónico para iniciar el proceso de beatificación, de modo similar a como hizo el mismo Juan Pablo II con el proceso de beatificación de la Madre Teresa de Calcuta.

El 2 de abril de 2007, dos años después de su muerte, concluyó la fase diocesana del proceso de beatificación, reuniéndose todos los testimonios sobre su vida y los presuntos milagros, destacándose el de la monja francesa Marie Simon Pierre, quien dice haber sido curada por intercesión del Pontífice fallecido de la enfermedad de Parkinson dos meses después de su muerte.

En una misa que se realizó en la Plaza de San Pedro el mismo día, el Papa Benedicto XVI aseguró que el proceso va "rápidamente". En tal fecha, finalizada la primera fase de su proceso de canonización, le fue concedido el título de Siervo de Dios.

El 19 de diciembre de 2009 fue declarado Venerable por Benedicto XVI. Un milagro atribuido a su intercesión fue analizado y considerado inexplicable según la ciencia, por lo que tras diversas reuniones el Papa Benedicto XVI autorizó la beatificación de Juan Pablo II en enero de 2011. La ceremonia de beatificación está programada para el 1 de mayo de 2011.

A principio de 2011, P. Federico Lombardi, Portavoz ante la Prensa del Vaticano anunció la fecha de la beatificación y el traslado de sus restos mortales, que hasta entonces se encontraban en la cripta vaticana, hasta la capilla de San Sebastián de la Basílica de San Pedro, en donde podrá ser venerado con culto público por fieles y peregrinos, de manera similar como se hizo con Juan XXIII, preparando la capilla para allí ser expuesto, cubriendo su cara con una máscara dejando el resto del cuerpo perfectamente visible, con vestiduras pontificias.

Este proceso de beatificación es catalogado como el más corto de la historia de la Iglesia Católica moderna, ya que duró seis años y 30 días, superando en un mes el proceso de beatificación de Teresa de Calcuta. Apesar de ello, y según las declaraciones de Lombardi, el proceso se han hecho de manera minuciosa, con completos estudios sobre el milagro de la curación de Sor Marie Simon, así como al resto de su vida, declarando según el decreto papal a Juan Pablo II como digno de veneración por sacerdocio limpio e intachable y una vida ejemplar y digna de admiración cristiana, nunca involucrado con los abusos cometidos por el Marcial Maciel, fundador de los legionarios de Cristo, que fue el principal obstaculo durante este proceso, que, como es habitual, prosigue hasta, si hace se cree oportuno, la canonización del pontífice.

Después de su muerte, muchos católicos, desde el cardenal británico Cormac Murphy-O'Connor hasta periódicos italianos como L'Osservatore Romano, o su sucesor Benedicto XVI se han referido a Juan Pablo II como Juan Pablo Magno. Aún no se sabe si este póstumo título se impondrá, ya que no existe ningún procedimiento formal para asignar este apelativo.

También, muchos seguidores del pontífice demandaron que fuese canonizado tan pronto como fuera posible, gritando "Santo Súbito" ("Santo ya") durante los actos de exposición pública del cadáver y misas de funeral.

Al inicio del pontificado de Juan Pablo II, la Santa Sede tenía relaciones diplomáticas con 84 estados. Al fallecer este Papa, las tenía con 173. Igualmente, participa como miembro de pleno derecho o como observadora en varios organismos internacionales y regionales.

Las 104 visitas internacionales de Juan Pablo II fueron realizadas mayoritariamente en su doble calidad de jefe de estado y el de cabeza de la Iglesia Católica. Por ello el gesto del jefe de estado del país receptor (si es de cultura cristiana) de saludarle primero con la mano (tratándose del encuentro de dos jefes de estado) y eventualmente después con la clásica reverencia y besamanos. El primer viaje que Su Santidad Juan Pablo II hizo fue a Santo Domingo, República Dominicana desde donde se trasladó a México, al que el llamaba "México siempre fiel", una frase que se ha vuelto inmortal. Los países de América Latina que más visitó, fueron México en cinco ocasiones, Brasil en cuatro y Guatemala en 3 (que le servía incluso de sede para visitar otros países cercanos).

Juan Pablo II demostró además ser un hábil diplomático, recién asumido su pontificado debió enfrentar en diciembre de 1978 la crisis prebélica existente entre Argentina y Chile a causa de la aplicación del Laudo Arbitral dictado por la Reina Isabel II de Inglaterra referente al conflicto del Canal Beagle. En momentos en que ambas naciones tenían sus tropas desplegadas a lo largo de la frontera, existen incluso evidencias que indicarían el inicio de las operaciones militares. Juan Pablo II, aprovechando los vínculos de los militares con la Iglesia, influyó decisivamente en impedir el inicio de las hostilidades enviando al Cardenal Antonio Samoré como su representante, obteniendo la separación de las fuerzas y el inicio de un proceso de mediación que culminaría el 29 de noviembre de 1984 con la firma del Tratado de Paz y Amistad entre ambos países.

Fue un extraordinario políglota, ya que no sólo llegó a dominar el polaco, esperanto, griego clásico, latín, italiano, francés, español, portugués, inglés y alemán, sino que también tuvo suficientes conocimientos del checo, lituano, ruso y húngaro, además tenía conocimientos de japonés, tagalo y varias lenguas africanas. Fue un gran deportista en su juventud. Ha sido el primer Papa en hacer uso intensivo de los medios de comunicación y, en especial, de Internet para hacer llegar su mensaje, además de tener acercamientos con líderes de religiones tales como la judía, musulmana, ortodoxa y tibetana (a través del Dalái Lama), entre otras.


En los últimos días de su vida y tras su muerte, son muchos los logros de este Papa que se han destacado. Respecto de la política mundial, poco antes de su muerte, la BBC comentó, refiriendo una significativa toma de postura de Mijail Gorbachov: "El Papa —le dijo Gorbachov entonces a su esposa Raisa— es la autoridad moral más importante del mundo y es eslavo". El entendimiento entre ambas personalidades sin duda facilitó el camino hacia la democracia en el bloque oriental". En palabras del General Wojciech Jaruzelski, último mandatario en la Polonia comunista, la visita de Juan Pablo II a Polonia en 1979, fue el "detonador" de los cambios. Con ocasión de su fallecimiento, el Presidente del Parlamento Europeo, el socialista Josep Borrell, escribía: "Me inclino con respeto ante la memoria de esa gran personalidad que ha marcado de forma determinante la historia del último cuarto de siglo. (...) Imponía el respeto por la claridad de sus opiniones y por la sinceridad de sus continuos esfuerzos en favor de la justicia, la paz y el respeto de la dignidad y de los derechos humanos. Nadie olvidará sus gestos de apertura y diálogo dirigidos a los representantes de las demás religiones, particularmente durante los encuentros de Asís. La historia recordará el determinante empeño de Juan Pablo II en la reconducción de los Estados de Europa Central y Oriental hacia la democracia y la libertad. Recordará, asimismo, su actividad, a menudo discreta pero decidida, en favor del diálogo entre los pueblos y los Estados en conflicto y por la reanudación de las negociaciones entre los Estados de Oriente Próximo". El Canciller alemán, Gerhard Schröder, declaraba que el Papa había «influido en la integración pacífica de Europa de muchas formas. Por sus esfuerzos y por su impresionante personalidad, ha cambiado nuestro mundo».

Se destaca también su empeño en pro de los derechos humanos: "Su empeño como Pontífice fue no sólo el difundir el Evangelio, sino el transformar el Papado romano en el portavoz de los derechos humanos" —indica un artículo de la CNN citando a Marco Politi, autor del libro "His Holiness".

El balance de su vida, desde un punto de vista religioso y personal, lo trazó el entonces Cardenal Ratzinger —luego Benedicto XVI— en el funeral por Juan Pablo II: "«Sígueme», dice el Señor resucitado a Pedro, como su última palabra a este discípulo elegido para apacentar a sus ovejas. «Sígueme», esta palabra lapidaria de Cristo puede considerarse la llave para comprender el mensaje que viene de la vida de nuestro llorado y amado Papa Juan Pablo II".
A principio de este mismo año 2011,el Papa Benedicto XVI dio por finalizado el proceso de beatificación, de forma que el Padre Federico Lombardi(Portavoz del Vaticano)anunció ante los medios que la beatificación de Juan Pablo II había terminado. La celebración litúrgica será el próximo 1 de mayo en la Plaza de San Pedro, unos meses más tarde de su beatificación,sus restos mortales,que actualmente se encuentran en la cripta vaticana,serán trasladados a la Basílica de San Pedro,para que los peregrinos puedan verlo y rezar ante el.El proceso se realizará tal cual se hizo con Juan XXIII,le preparán una capilla y la cara será cubierta con una máscara y el resto del cuerpo será perfectamente visible con el hábito papal.El Vaticano también anunció que la nueva capilla con el cuerpo de Juan Pablo II será donde está actualmente la capilla de San Sebastián,al lado de La Pieda de Miguel Ángel.El Padre Federico Lombardi dijo que el proceso de beatificación ha sido uno de los más cortos en la historia de la Iglesia Católica,y que apesar de ello se han hecho minuciosos estudios sobre el milagro de la curación a una monja francesa...Al igual que también se ha hecho una larga investigación,y el Vaticano confirmó que Juan Pablo II había tenido un sacerdocio limpio y que no estuvo en ningún momento involucrado con los abusos cometidos por el Padre Marcial Maciel,fundador de los legionarios de Cristo,también dijo que Juan Pablo II llevó una vida ejemplar y digna de admiración cristiana.



El Papa Juan Pablo II tuvo que afrontar durante su pontificado y también tras su muerte diferentes controversias tanto a nivel interno de la Iglesia como en el encuentro con el mundo de hoy. Entre estas controversias la más célebres fueron:

* Algunos grupos clamaban por un tipo de democratización de la Iglesia, posición que contesta el carácter absolutista del gobierno de la misma[cita requerida]. Sin embargo, el proceso de la iglesia a su interior no representa por sí mismo una democracia, sino un sometimiento al carácter de la misma. Por lo tanto, la iglesia y sus miembros se unen a la misión que prometen al ordenarse sacerdotes. Toda visión contraria representa un acto de divisionismo y ruptura, ante la esencia de la misión que se toma por voluntad propia.

* Durante su pontificado, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida entonces por el cardenal Joseph Ratzinger (actual Benedicto XVI) prohibió la enseñanza a teólogos católicos como Leonardo Boff, dentro de un exitoso movimiento para aislar y neutralizar a los promotores de la Teología de la Liberación en América Latina, o Hans Küng, uno de los más destacados teólogos católicos etiquetados como "progresistas". Los extensos y trabajados documentos de la Congregación destacan aquellos puntos que son incompatibles con la doctrina católica.

* Otras críticas internas provienen de los sectores más tradicionales, especialmente debido a la excomunión del obispo francés Marcel Lefebvre, líder del movimiento tradicionalista conocido como la Fraternidad de San Pío X, el 2 de julio de 1988, quien consagró a cuatro obispos sin autorización. Motivo del cisma, claro está, es en resumidas cuentas el Concilio Vaticano II, puesto que hubo muchos cambios con los que Lefebvre estuvo en desacuerdo por haber "alterado" la Tradición Apostólica de la Iglesia (el rito de la Misa y los sacramentos, por ejemplo).

* Juan Pablo II se mantuvo fiel a las normas de moral sexual emanadas de la encíclica Humanae Vitae, que recordaba la posición de la Iglesia a lo largo de los siglos sobre este tema (promulgada por Pablo VI en 1968). Al igual que Pablo VI esta posición recibió críticas por algunos sectores católicos que proclamaban un cambio de ideología en consonancia con las ideas de mayo del 68 y condenó también el uso de anticonceptivos siguiendo a sus predecesores en el pontificado. Dicha posición le atrajo duras críticas de sectores que ven a la misma como un obstáculo para la lucha y la prevención de enfermedades de transmisión sexual como el sida y el control de la natalidad en países en vías de desarrollo, especialmente. Sin embargo, dentro de sus principios éticos dio explicaciones profundas a este problema[cita requerida], y señaló las fallas de la política para limitar los problemas que aquejan al mundo, con lo cual se toma ya por hecho que nada puede cambiar en este mundo, y que la dignidad de hombres y mujeres no es ya más que una ilusión, para aquellos que deberían impulsar la capacidad constructiva del ser humano.

* Su oposición a relajar las exigencias de celibato de los sacerdotes, especialmente después de las presiones de muchos grupos ante los escándalos de algunos ministros en diferentes países. Lo cual vuelve a la misma crítica interna, nadie es obligado a tomar este juramento, y la iglesia no se cierra, ni es exclusiva de los sacerdotes; sino que incluye a quienes libremente crean sociedades ajenas a la iglesia, con lo que se respeta a aquellos que hacen de su vida un proyecto de ayuda a sus semejantes. Dando así como resultado, que hombres y mujeres practiquen su fe.

* La posición de la mujer dentro de la Iglesia Católica: En su vertiente doctrinal ha reafirmado la doctrina católica de que la mujer no puede ser ordenada sacerdote y en su vertiente administrativa y de gobierno, la estructura de la Iglesia, formada íntegramente por hombres ordenados, no tiene a ninguna mujer en ningún puesto relevante. Paradójicamente y pese a la confirmación de esta antigua tradición, el pontificado de Juan Pablo II es el que más avances ha tenido en cuanto a la posición de la mujer en la Iglesia Católica. Algunas mujeres llegaron incluso a representar a la Iglesia Católica a modo oficial en conferencias internacionales. Fue además el primer Papa de la historia que escribió un documento extenso dedicado a la mujer, la Carta Apóstolica "Dignidad de la Mujer" en donde se puede leer: "En el Año Mariano la Iglesia desea dar gracias a la Santísima Trinidad por el «misterio de la mujer» y por cada mujer, por lo que constituye la medida eterna de su dignidad femenina, por las «maravillas de Dios», que en la historia de la humanidad se han cumplido en ella y por medio de ella. En definitiva, ¿no se ha obrado en ella y por medio de ella lo más grande que existe en la historia del hombre sobre la tierra, es decir, el acontecimiento de que Dios mismo se ha hecho hombre?"

* El carácter ecuménico del pontífice: Aunque la Iglesia Católica adelanta los diálogos ecuménicos con las diferentes iglesias, en el caso de las iglesias protestantes no reconoce a sus ministros ni a sus celebraciones eucarísticas como válidas. Sin embargo, el bautismo de las iglesias protestantes es válido en virtud del antiguo credo ecuménico "un sólo bautismo", siempre y cuando sea de acuerdo a la fórmula trinitaria. Los partidarios de Juan Pablo II, por su parte, reconocen los enormes avances que ha habido en este campo en su pontificado y la correspondencia entre más de 400 años de separación de la Reforma Protestante y un proceso de diálogo comenzado abiertamente durante el Concilio Vaticano II a tan sólo menos de 50 años.

* Intento de la Iglesia Católica de imponer sus opciones morales en el ámbito civil: Los críticos expresan que en materia de asuntos relacionados con la moral sexual, como la oposición a la anticoncepción, al matrimonio entre personas del mismo sexo, la experimentación con carácter terapéutico con células madre, el aborto y la eutanasia, entre otros, es una interferencia de la Iglesia en el terreno de lo civil. A través de las conferencias episcopales o mediante la participación de la Santa Sede en numerosos organismos y conferencias internacionales, la Iglesia intenta incidir en la legislación a la que considera en contra de la naturaleza humana. Por su parte, la Iglesia, que confirma el principio de libre determinación de los pueblos, acude al derecho de participación democrática como otro sujeto social más con derecho a disentir. Por otra parte, el principal interlocutor de la doctrina y los dogmas de la Iglesia es el creyente y si bien la Iglesia y las iglesias consideran su mensaje moral de carácter universal por estar basado en la dignidad humana, el no creyente viene respetado en su libre albedrío, tal como viene expresado en el Magisterio de la Iglesia del cual Juan Pablo II no se apartó.

* También fue criticado por visitar países de gobierno dictatorial, como Chile bajo la dictadura de Pinochet o la Cuba de Fidel Castro, o por haber apoyado la labor del nuncio en Argentina durante la dictadura militar, Pío Laghi, que, según defensores de los derechos humanos[cita requerida] en Argentina, apoyó tácitamente la represión llevada a cabo por los militares. Al tiempo que esto ocurría, Juan Pablo II criticó públicamente[cita requerida], durante su visita a Nicaragua en 1983 a Ernesto Cardenal, por ocupar un cargo en el Gobierno Sandinista, como ministro de educación del régimen que había derrocado la dictadura de Somoza en 1979. Estos incidentes fueron presentados por sus detractores como un alineamiento del papado con las dictaduras militares latinoamericanas. Sin embargo, para otros sectores, visitas como la Cuba en 1998, constituyeron un intento del Papa por abrir la dureza de los regímenes, como hizo en Polonia, su propio país. Y que nunca limito sus discursos señalando la situación en la que vivían las víctimas de los "gobiernos manchados de sangre"

* Ha sido también criticado por su excesiva proyección externa y su supuesta obsesión por las ceremonias multitudinarias, con la consiguiente presencia en medios de comunicación. Ello habría contribuido a trivializar la figura del Papa, hasta el punto de que diversos ambientes católicos le acusan de haber convertido a la Iglesia en un "parque temático" y no en el lugar de espiritualidad profunda que debería ser[cita requerida]. El propio Juan Pablo II, sin embargo, solía justificar sus viajes por la oportunidad de hacer presente la doctrina de la Iglesia en todas partes; muchas veces —afirman sus partidarios— su viaje ha sido ocasión de dar a conocer al mundo grandes injusticias que de otro modo habrían quedado oscurecidas, como las graves violaciones a la libertad y los derechos humanos en la Europa Oriental de entonces o los barrios de favelas en Brasil o el atraso económico de tantos países de África.

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