martes, 25 de diciembre de 2012

PROSPERIDAD


Eres tu propio Universo, eres la medida de todas las cosas, 
eres la sutil y etérea  sustancia de los sueños, partículas de Cosmos 
y llevas en tu corazón polvo de estrellas.

Eres tu propio camino, tu mismo destino,
tus mismas huellas, eres todo lo que ha sido y eres todo lo que resta ser, 
eres el principio y fin que va más allá de tu propia existencia.

Eres todo lo que buscas, eres todas las respuestas, 
eres soplo de conciencia que se devela en si mismo,
que se desnuda ante ti.

Eres puertas sin abrir, eres misterios y luz,
eres puente, eres signo, eres sonido,eres alma.

Eres Universo y partícula eres mundo y átomo, eres tu propio Dios
 brillando en la oscuridad del mundo al amparo de tus sentimientos

Tu hogar nunca estuvo tan lejos como el pensamiento te engaña, 
tu hogar está dónde tú estás ha sido y así será por siempre.

Esa es la conexión, ese es el secreto,
la revelación y la verdad, apenas sujetas por la forma,
por la ilusión del espacio y el tiempo.


NUESTROS SUEÑOS SE MANIFIESTAN ANTE NOSOTROS - PROSPERIDAD UNIVERSAL

Quien se atreve a tener un proyecto en su vida, quien tiene el valor de dejarlo todo para vivir su Leyenda Personal, acabará logrando sus objetivos. 
Lo importante es mantener el fuego en el corazón, y tener resistencia para superar los momentos difíciles.
Recuerden: el deseo que está en nuestra alma no vino de la nada.
Alguien lo puso allí. Y este Alguien, que es puro amor y sólo desea nuestra felicidad, sólo hizo eso porque nos dio, junto al deseo, las herramientas para hacerlo realidad.
Somos  seres viviendo día a día, respirando la consciencia de la vida.
Alimentándonos de sensaciones, de momentos, de experiencias. 
Creciendo día a día, viviendo y sintiendo con todo nuestro ser.

Somos seres que sueñan, que viven y sienten. Somos Dios, reflejándonos unos a otros, experimentando la existencia a través de la experiencia compartida de la vida. 
Y en el soñar, se crea la vida.

Sigamos soñando, sigamos creyendo en que podemos traer a la realidad la manifestación de nuestros sueños. 
Porque aquella fe que expresemos será la vida que le dará forma a nuestro existir.
Nuestros sueños se manifestaran ante nosotros.

Créelo…créelo con todo tu ser y así será.

Porque eres Dios y los dioses sueñan al crear.

Dios esta en Nosotros, En cada átomo, en cada particula y su esencia primaria es el AMOR..

Amate a Ti mismo, ama la vida y seras UNO con DIOS.
 Soñamos con un mundo donde el amor sea el lenguaje unificado de los seres. 
Soñamos con una tierra limpia. Con aguas cristalinas y con un cielo resplandeciente.

Vivimos creando.

Creamos viviendo.

Somos aquellos que están moldeando una nueva realidad.

Juntos, unificando nuestras consciencias a través de una cooperación armónica de sentimientos y sueños compartidos de luz.

Soñamos con la paz.

Soñamos con la unión de las naciones, de los sentimientos y de las emociones.

Soñamos ….. 

lunes, 24 de diciembre de 2012

LA ESPERANZA




La esperanza no es fingir que no existen los problemas, es realmente la forma más exacta de encontrar las soluciones, que nos brinda la vida cotidiana.
Es la confianza de saber que estos no son eternos, que las heridas curarán, y las dificultades se superarán. Es tener fe, es una fuente de fortaleza y renovación absoluto de nuestro interior, la que nos guiará desde la oscuridad hacia la luz.
Cuando el amor profundo de tú vida no te quiere,cuando la llamada que esperas nunca llega, cuando no consigues el trabajo que deseas, cuando no recibes la invitación que esperabas..... el mensaje no es que no te lo mereces..... el mensaje no es que no eres importante..... el mensaje es que tú mereces algo mejor.
Cada vez que sientas decepción por no recibir lo que deseas ó esperas, no lo veas como rechazo ó mala suerte.... simplemente piensa que es una tremenda oportunidad a algo mucho mejor de lo que esperabas obtener de la vida.
La vida está hecha de millones de momentos, vividosde mil maneras distintas ó diferentes. Algunos, buscamos amor, paz, armonía, comprensión, ternura. Otros sobrevivimos día a día, semana a semana, mes a mes, y de año a año. Pero no hay momentos más plenos que aquel en el cual descubrimos con alegría, que la vida , con sus constantes alegrías, y sus penas, debe ser vivida a plenitud día a día.
Aunque vivamos en una mansión de cuarenta cuartos, rodeados de riquezas y siervos los cuales nos sirven a plenitud ó en una choza humilde, ó luchemos de mes en mes para pagar el alquiler, tenemos el poder absoluto de estar totalmente satisfechos, y vivir una vida con verdadero significado.
Día a día, semana a semana, mes a mes, año a año,tenemos ese poder absoluto, gozando cada momento que nos ofrece la vida, y regocijándonos de cada sueño. Porque, cada día es nuevo y flamante, y podemos empezar de nuevo y realizar todos nuestros más anhelados sueños, en un mundo futurista.
¡CADA DÍA ES NUEVO, Y SI LO VIVIMOS PLENAMENTE, PODREMOS REALMENTE GOZAR DE LA VIDA Y VIVIRLA A PLENITUD, Y REALIZAR NUESTROS MÁS ANHELADOS SUEÑOS FUTUROS

miércoles, 12 de diciembre de 2012

¡Levántate!


¡Levántate!
No te dejes vencer ante las adversidades de la vida, no te dejes
arrastrar por la corriente que parece inefable, ineludible, fatal.
Aférrate a tus raíces, arremángate y ponte a remar. Sabrás que el
mundo no se ha hecho por sí mismo si la conciencia no lo hubiera
moldeado. El mundo es contenido por el pensamiento, así, de tal
manera construirás tu mundo, tus sueños, tus ilusiones.

No te dejes arrastrar por la corriente que parece terrible porque
mientras más pienses en ella, más fuerza le darás. Tu pensamiento ha
obrado siempre a lo largo de tu vida. ¿Es que no lo sabes?. ¿Quién
te ha hecho creer que no eres lo que eres?. ¿Alguien te ha moldeado
a su gusto?. Es hora de sacarte cosas viejas, cosas que no funcionan
ya. Es hora del cambio y la renovación, es la hora de tu vida, es el
momento de tus sueños, es el tiempo de tu tiempo, porque no tienes
más que una vida. ¡Vívela como tú quisieras!. Vive tu vida porque
es el cuaderno en el que quedan muchas hojas en blanco por escribir,
colores a inventar en la paleta de tu alma.

¡Recréate!
Vístete nuevamente de felicidad y camina con la frente en alto. Tú
no eres menos que nadie. Nadie puede darte lo que tú no te das.
Búscate en el rostro de un niño, mírate jugando como cuando apenas
mirabas al mundo renacer en cada ilusión de tu infancia. Vuelve a
creer en los reyes magos, en los ángeles, en los duendes del jardín.
Vuelve a tu divina raíz y nútrela otra vez con la ilusión. No
permitas que alguien quiera vivir la vida por ti, porque sabes que
no podrá hacerlo, nunca nadie podrá vivir la vida por ti. Nunca dos
personas podrán ocupar el mismo espacio al mismo tiempo. Tú eres un
precioso instante en la historia del universo, y un espacio que éste
te ha dedicado para que brilles como una estrella y colmes de luz a
las vidas que a ti se acerquen.

Levántate y no te dejes vencer, ni por la lucha diaria, ni por un
amor fallido, no te entregues al sopor de una cama a mirar el techo
o cerrar los ojos voluntariamente en la oscuridad de una habitación.
Levántate y anda. Anda lejos, anda cerca, sonríe con la gente que
pasa, acaricia a un niño, date el gusto de saborear aquello que
tanto te gustaba en otros tiempos. Cómprate algo lindo y disfrútalo.

¡Ámate!
No permitas que nada ni nadie destruya ese don precioso que brilla
dentro de ti. No permitas que se termine el brillo del amor en tu
alma, porque quienes te han amado tanto, aún, con el paso del tiempo
te siguen amando y deseándote el bien. Hazles el homenaje de no
permitir que nadie quiera doblegarte y someterte a su voluntad.
Ámate como ellos te han amado y respétate tú también.

Reconoce en cada buen recuerdo el germen de tu vida y corrige los
errores del hoy, podando las hojas muertas del árbol que sostiene tu
historia. Rodéate de luz y sé luz, descansa pero no te dejes caer.
No te dejes vencer por las corrientes que parecen tan terribles, tan
inefables, no les des mayor atención de la que debes darle, porque
si todo el tiempo piensas en las contrariedades de la vida,
terminarás confundiéndote con lo mismo que no deseas.

¡Libérate!
Saca tus nudos corporales y muévete. Baila, camina, corre, mueve tu
cuerpo hasta darle mayor fluidez. A veces las zonas más duras del
cuerpo son la materialización de muchas horas de pensamiento
negativo o trabajo sin placer, rutinas que habrás debido cumplir,
pero que se pueden demoler, ablandar y restaurar.

Libérate de tus miedos ocultos. Piensa en ellos y destrábalos
hablándoles como si fueran personas con las que tienes problemas y
que son difíciles de abordar. Sácalos de tu interior con paciencia,
razón y voluntad. Háblales y diles que se retiren, que desde ahora
en adelante vas a manejar tus sueños, tus ilusiones, tus planes
directamente, sin intermediarios fantasmas. Libérate y confía, en
Dios y en ti. Libérate y empieza a ser un poquito más feliz.

¡Perdónate!
Tal vez algún error pasado no te deje en paz por momentos, tal vez
alguna falta cometida haya sido motivo suficiente para que te
impongas un castigo por el solo proceso conciente de saber que has
cometido un error. Pero siempre hay una oportunidad de cambiar,
corregir y mejorar. Solo piensa en cómo enmendarlo, en cómo
modificar una situación pasada. Pídele a Dios el sano consejo para
corregir una situación. Dile que ya no quieres seguir con un
sentimiento que se arrastra dentro de ti silenciosamente y te hace
cada día más presa de sus tormentos. Decídete a perdonar y a
perdonarte, de esa forma encontrarás el recto camino a la liberación
del alma y la felicidad entrará por tu puerta como un pájaro en un
día soleado.

¡Renuévate!
No guardes cosas viejas si no las vas a usar nunca. Haz un regalo a
alguien que le gusten esas cosas, o véndelas y cómprate algo mejor y
si no sirven, tíralas, porque de nada sirve quedarse atrapado en
objetos del ayer. Tu mayor tesoro es el buen recuerdo, eso nadie te
lo podrá quitar, ni se podrá oxidar. Esa es la joya de tu alma, la
luz que te hace cada día mejorar desde la experiencia y la plenitud
de saber que bien has vivido la vida.

Y no te olvides de sonreírle a la imagen del espejo, porque de tal
manera aprenderás a desplegar el buen humor, las buenas formas y la
simpatía. Después de todo, el sujeto que llevas dentro de vez en
cuando necesita de tu sonrisa y saber que desde tu conciencia
irradias una buena onda hacia afuera tanto como la que envías a tu
alma. Y así cuando pase el tiempo, verás que todo es un continuo
movimiento y un eterno retorno siempre desde una dimensión superior.
¡Siempre mejorando y liberándote!

¡Ámate y déjate amar!
Aunque parezca difícil emprender el camino y avanzar, cuando hayas
dado varios pasos, estarás nuevamente andando el sendero de la
felicidad. Recuérdalo siempre: nunca es tarde para… volver a
empezar.

sábado, 8 de diciembre de 2012

VIDA


Cuando en el largo camino de la vida te encuentres con obstáculos que no quieran dejar tu camino libre lucha contra ellos da un salto en tu corazón y los sobrepasarás siempre tendrás a alguien a tu lado para que te ayude.. Cuando la dicha sientas que se acerca a ti compártela y disfrútala dando parte de dicha a tus amigos para que ellos también sientan esa felicidad ..Si la salud el bienestar la sensación de poseer todo en la vida no solo te sientas feliz porque feliz no es el que lo tiene todo si no el que sabe compartirlo.

Aprendamos a perdonar a quien te ofendió porque si no sabes perdonar nunca serás perdonado Cuando la injusticia llegue a tu corazón déjala pasar porque en el transcurso de los días, meses o quizás de años quizás cuando ya no podamos ni pedir perdón se hará cargo de poner las cosas justas en su sitio La vida es un don maravilloso que si sabemos vivirla con dignidad, con amor hacia los demás con respeto y por el contrario quitando de nuestros sentidos la envidia la venganza la arrogancia y tantas y tantas cosas que perjudican a nosotros mismos y a los demás la vida sería mucho mas bonita porque vivir en la plena convicción de creer o al menos intentarlo de ser buenos y honestos tratando de comprender a los demás y no creyendo solo en uno mismo nos llenaría de paz y riqueza espiritual tan en falta como hoy en día estamos, sería maravilloso aprender a querer al otro mas que a nosotros mismos pienso que esto aportaría una sensación maravillosa de sentirnos felices..

felices porque sabemos entregarnos saber que no solo somos esa materia para

enriquecernos a nosotros mismos...

hagamos algo por los demás para sentirnos mejor...

Hay hay si cambiásemos un poquito que bello sería todo verdad?

pues no hay que dejar de intentarlo os lo digo con el corazón en la mano...

LE HABLE A DIOS DE TI


Le hablé de ti, le conté lo mucho que me acompañas, de lo mucho que compartes conmigo mis penas y alegrías, lo mucho que me reconfortas y haces que vea mi realidad sin ojos pesimistas.
Le hablé de ti, de lo mucho que te esfuerzas a diario, de lo mucho que te dejas de lado, por hacer las cosas que son mejores para los que te rodean.
Le hablé de ti, de lo mucho que pides por otros, dejándote a veces demasiado de lado, sin importarte que tus necesidades queden sin cubrir.
Le hablé de ti y de tus sueños, que muchas veces son los míos, que quieres estar bien junto a quien te dio el ser.
Le hablé de ti, que añoras tu independencia y don de decisión, añoranza que eternamente postergas por los tuyos y por una sana convivencia.
Le hablé de ti, que quiero que seas feliz, que no importa el sacrificio que haya que hacer por lograrlo, lo que yo soy está disponible y lo entrego para que sea así.
Le hablé de ti, de lo mucho que significas para mí, de que no estaría donde estoy si no fuera por tu aliento, constancia y perseverancia.
Le hablé de ti, porque estarás sola tal vez, y que no importa la distancia que haya entre nosotros, siempre habrá un lugar que deberá dejar vacío, para que al momento del juicio, nos hagamos compañía y nos demos fuerza ante su decisión.

EXISTENCIA

Cuando nos planteamos la pregunta ¿qué es el hombre? salen a la luz todo tipo de respuestas posibles. Una de ellas, que es la que vamos a plantear: el hombre es un ser arrojado en el mundo de las posibilidades. Ésta respuesta la dio Heidegger en Ser y Tiempo. Allí destaca que el “dasein”, o “ser ahí” (que interpretamos “hombre”) es un “ser-en-el-mundo”. La preocupación de Heidegger en el inicio de su obra era el problema del ser, no del hombre. ¿Cómo llegó a plantear la problemática de la existencia del hombre? El proceso es simple: el único ser que se pregunta por el ser es el “ser ahí”, o sea, el hombre. Para comprender, ante todo, lo que es el ser debemos fijar nuestra atención en el interrogador por el ser. La afirmación citada acerca de que el hombre está eyectado sobre sus posibilidades se explicita si mencionamos, más claramente, que es un ser que está proyectando permanentemente mientras existe. Nuestros proyectos se basan en posibilidades, es decir, se pueden concretar o no de acuerdo a las circunstancias contextuales en las que vivimos. Ahora bien, existe una posibilidad que abarca todos nuestros proyectos y que, a la vez, puede anularlos: la muerte. El hombre que ha logrado reconocerse como un ser finito, que tiene plena consciencia de que algún día va a morir, ese ha logrado entrar en lo que Heidegger llama una “existencia auténtica”. También están aquellos que pretenden ocultarse de la muerte, es decir, que niegan la posibilidad de la finitud de la existencia y que creen que el morir sólo les toca a los demás. Vivir de esa manera “inauténtica” sólo nos puede llevar a ser parte de un todo en el cual somos anónimos e intrascendentes. El problema que nos planteamos es: ¿cómo hace el hombre que sí acepta su naturaleza mortal, que sí reflexiona acerca de su finitud, y, al mismo tiempo, hace proyectos y trata de concretarles de todas maneras?. Es cierto que cuando nos ponemos a pensar en la muerte nos angustiamos. El sólo hecho de sabernos finitos nos deja solos, aislados del mundo, pues nuestra muerte es intransferible (nadie muere por nosotros). Aún así los hombres seguimos adelante con entereza. El misterio que responde a ésta pregunta puede ser tratado desde múltiples dimensiones y enfoques de pensamiento. Nosotros creemos que el hombre asume esta angustia y sigue viviendo porque ahora es más consciente que nunca que su tiempo en el mundo es precario y debe aprovecharlo. ¿Aprovecharlo en qué? Decidimos creer que quien quiere hacer buen uso de su temporalidad busca la felicidad en ella. Aquí entran a jugar un papel fundamental los principios éticos y morales de las personas. No todos vamos a asumir nuestra finitud de la misma manera, ni todos vamos a actuar similarmente. En otras ocasiones hemos dicho que uno de los motores que impulsan al hombre a seguir viviendo es la búsqueda de la concreción de “propósitos” o proyectos que, dependiendo de la persona, serán trascendentes. Nadie busca propósitos intrascendentes como sostén de la vida misma. La trascendencia es un concepto muy subjetivo, es decir, no todos consideramos las mismas cosas a la hora de decidir si son o no trascendentes. De todas maneras, aquí surge otro problema en la existencia humana: ¿qué sucede si mi proyecto resulta ser intrascendente?, o ¿y si mi paso en este mundo fuese intrascendente? Este también es un motivo de angustia, pues con proyectarnos simplemente no logramos la felicidad inmediatamente, en algunos casos es necesario concretar nuestros proyectos para sentirnos satisfechos. Bueno, eso no es realmente tan estricto. Pues, si bien algunos propósitos pueden ser frustrados por cualquier acontecimiento, el hombre siempre sigue proyectando, sigue buscando respuestas y logros dentro de sus posibilidades, no se estanca, sigue. ¿Cómo lo hace? En muchos casos la angustia ante el fracaso truncan todos nuestros planes de antemano. Dependiendo de la seguridad personal que tengamos, podremos o no iniciar un proyecto aún sabiendo que podemos fracasar. En la historia están reflejados miles de hombres que, con miles de dificultades de por medio, decidieron lanzarse al mar de las posibilidades y lograron concretar sus proyectos. No hace falta que nos remitamos a grandes personajes de la historia universal, fijemos nuestra atención en quienes nos rodean: familiares, amigos, conocidos, etc. seguramente encontraremos un caso ejemplar. Es que el esfuerzo de vivir y de ser feliz, aún sabiendo que vamos a morir, es parte de nuestra naturaleza, de nuestro ser. Todos estamos “llamados” a atravesar la temporalidad y sus tempestades y lograr en ella nuestros anhelos. Los fracasos no son más que la imposibilidad de una de todas las posibilidades que tenemos ante nosotros. No perdamos la esperanza ante la negativa de un mundo que nos dice constantemente “no puedes”. La búsqueda de la autenticidad es una de las vías posibles para afrontar (nunca escapar a) la angustia existencial. Todo hombre que hace uso pleno de su consciencia, que hace valer su voz frente a la de todos los demás, que afronta los problemas vivenciales con entereza y valentía, que se rige por el camino de la honradez y la sinceridad, llega al final de sus días con proyectos por hacer, no con frustraciones y negatividad.

martes, 4 de diciembre de 2012

MI SOLEDAD


**MI SOLEDAD**

No se por que pero hoy converse con mi soledad
 y nos entrampamos en un dialogo muy fluido hasta el amanecer no todos los dias lo hago, pero hoy necesitaba hablar con alguien, alguien que sepa de mis temores y mis dudas, alguien que me conozca y sepa como pienso, alguien que sepa de mis hazañas y mis sin sabores y mientras manejaba con dirección a casa me preguntaba quien me conoce asi? y termine diciendo que mi soledad compañera de muchos años me conoce.
LLegué a mi casa, abri la puerta, encendí la luz y no la vi...con cierta risa burlona me dijo aqui estoy, jamás me quedo siempre te acompaño y supe que era mi soledad...vaya dije si que te sabes esconder y como estas? le pregunte y me dijo bien y dispuesta a conversar, asi que quien mejor que yo que te conoce para despejar unas dudas.
¿Como es que me conoces tan bien?le pregunte aah! replico es que siempre estoy ya son muchos años juntos y te escucho hablar, reir, te veo llorar y siempre termino por enterarme de ti.
¿Será posible que algun día puedas dejarme? le pregunte no lo se me respondió, pero si te dejo ya no estare más y estarás sin soledad y quizá te sientas peor que hoy, ahora te veo solo y cada día mas... solo que nunca...pero no se si algún día me iré.
Que tengo que hacer para que me dejes le dije a manera de conversación ya que estoy cansado de estar siempre solo.
Pues no lo se, respondió certeramente, diciendome solo tu rconocerás el momento y sabrás que me fui, pero en el hoy me encargaron secar tus lágrimas y quizá un día lo añores, por que si encuentras a alguien que seque tus lagrimas mejor que yo, solo lo sabras tu.
Volteo y miró la habitación,sola y vacía, la luz de la luna se cuela por la ventana y ello te invita a escribir y a escucharte a ti mismo, mientras volteo me doy cuenta que la noche esta terminando y el día comienza a rayar, el canto de las aves se deja escuchar y la luz de la ciudad se apaga, pienso y digo mis ojos deben estar hinchados de tantas lágrimas y mi soledad aqui conmigo, como siempre me invita a descansar un rato hay mucho trabajo para hoy y si tienes más dudas siempre estaré aqui me dice, aunque por momentos me olvides sabes que al terminar el día estaré aquí para seguir secando tus lagrimas.
Bueno soledad es muy grato saber que estas aqui aunque cansado de estar solo me encuentro no me queda mas que soñar que el día llegará y vendrás a disipar y terminar con mi soledad.

lunes, 3 de diciembre de 2012

LA VIDA





La vida no se mide anotando puntos (como en un juego).
La vida no se mide por el número de amigos que tienes, ni por cómo te aceptan
los otros.
No se mide según los planes que tienes para el fin de semana o por si te quedas
en casa sólo.
No se mide según con quién sales, con quién solías salir, ni por el número de
personas con quienes has salido, ni por si no has salido nunca con nadie.
No se mide por la personas que has besado.
No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca de
coche que manejas, ni por el lugar donde estudias o trabajas.
No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que eres, por la marca de ropa que
llevas, ni por los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta.
La vida simplemente no es nada de eso.
La vida se mide según a quién amas y según a quién dañas.
Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros.
Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.
Se trata de la amistad, la cual puede usarse como algo sagrado o como un arma.
Se trata de lo que se dice y lo que se hace y lo que se quiere decir o hacer,
sea dañino o benéfico.
Se trata de los juicios que formulas, por qué los formulas y a quién o contra
quién los comentas.
Se trata de a quién no le haces caso o ignoras adrede.
Se trata de los celos, del miedo, de la ignorancia y de la venganza.
Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, de cómo lo
cultivas y de cómo lo riegas. Pero por la mayor parte, se trata de sí usas la
vida para alimentar el corazón de otros.
Tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar a otros y esas decisiones
son de lo que se trata la vida.
Hacer un amigo es una Gracia.
Tener un amigo es un Don.
Conservar un amigo es una Virtud.
Ser un amigo es un Honor.

sábado, 1 de diciembre de 2012

ESTOY SIEMPRE CONTIGO



¿Me necesitas? Estoy aquí contigo.
No puedes verme, sin embargo soy la luz que te permite ver
No puedes oírme, sin embargo hablo a través de tu voz.
No puedes sentirme, sin embargo soy el poder que trabaja en tus manos.
Estoy trabajando en ti, aunque desconozcas Mis senderos.
Estoy trabajando, aunque no reconozcas Mis obras.
No soy una visión extraña. No soy un misterio.
Sólo en silencio absoluto, más allá del "yo" que aparentas ser puedes conocerme, y entonces sólo como un sentimiento y como Fe.
Todavía estoy aquí contigo, Todavía te oigo.
Todavía te contesto.
Aunque me niegues, estoy contigo.
En los momentos en que más sola crees encontrarte, Yo estoy contigo.
Aún en tus temores, estoy contigo.
Aún en tu dolor, estoy contigo.
Estoy contigo cuando oras y cuando no oras.
Estoy en ti y tu estas en Mí.
Sólo en tu mente puedes sentirte separada de Mí, pues sólo en tu mente están las brumas de "lo tuyo" y "lo mío".
Sin embargo tan solo con tu mente puedes conocerme y sentirme.
Vacía tu corazón de temores ignorantes.
Cuando quites el "yo" de en medio, estoy contigo.
De ti misma no puedes hacer nada, pero Yo todo lo puedo.
Yo estoy en todo.
Aunque no puedas ver bien, el bien está allí, pues Yo estoy allí.
Sólo en Mí el mundo tiene significado; sólo de Mí toma el mundo forma;
Sólo por Mí el mundo sigue adelante
Soy la ley en la cual descansa el movimiento de las estrellas y el crecimiento de toda célula viva.
Soy el amor que es el cumplimiento de la ley.
Soy seguridad, Soy paz
Soy unificación, Soy la ley por la cual vives.
Soy el amor en el que puedes confiar. Soy tu seguridad.
Soy tu paz, Soy uno contigo, YO SOY.
Aunque falles en encontrarme, Yo nunca dejo de encontrarte.
Aunque tu fe en Mi es insegura. Mi fe en ti nunca flaquea
Porque te conozco, porque te amo.
Mi bien amada (o), estoy aquí, contigo.

LA EXISTENCIA



“El limite  mi existencia es la existencia” 
¿Cuál es el sentido de la existencia? 


La pregunta por la existencia es la más profunda, la más determinante, la cual el hombre,  algún momento de su vida, no puede evadir. 
¿Por qué ser un humano y no un animal?, ¿Por qué haber nacido acá y no en Rusia? ¿Por que ser tan distinto al resto de la naturaleza?, ¿Por qué haber nacido y no haber “fallado” en un cigoto que no se desarrolló? ¿Por qué decidir por una profesión, amigos, pareja, caminos,  y no, en cambio, nada? 
Podríamos pensar que lo que nos hace ser humanos está dentro de nosotros y es como una fuente de la que emana nuestro ser y el sentido de nuestra existencia. Podríamos pensar también, que nuestra existencia está totalmente realizada o, tal vez, que somos como una arcilla informe que se va modelando, como lo haría un artesano, con cada una de nuestras decisiones. 
Primero, quiero plantear la posición “negativa”, la del sin sentido de la existencia. Si la existencia carece de sentido, cabría preguntarnos: ¿por qué existimos? Si la respuesta es simplemente porque sí, toda nuestra vida sería un caminar hacia la nada, sería un construir inútil, un hacer y deshacer al mejor estilo Penélope. 
En esta posición negativa no me quiero detener, lo expuesto es sólo una afirmación, para fundamentarlo creo que se volvería un texto mucho más largo y, de ser así, la pregunta debería ser “¿cuál es el no sentido de la existencia?”. 
Si la existencia tiene un sentido habría que comenzar a buscarlo en alguna de éstas direcciones o, de ser posible, en las dos. (Y el dos es realmente significativo, es un “número casi existencial”, en todo hay dos opciones: o se es bueno o malo, es verdad o mentira, es izquierda o derecha, se vive o se muere). 
La primera dirección es poner el sentido de la existencia en el interior del hombre, es verdad que no es un ser limitado, sino abierto: puede conocer, amar, soñar, temer, odiar, esperar o desesperar y lo más fundamental reflexionar. Desde esta perspectiva, buscando el sentido de la existencia en el interior del hombre, podríamos decir que su razón de ser y su fin es el autoconocimiento. El sentido de la existencia sería el reconocerse como distinto, autónomo y autárquico. Surgen así las siguientes preguntas: 
• ¿Distinto a qué? Por sus capacidades (físicas) y facultades (mentales), el hombre es claramente distinto al resto de la naturaleza. Sin embargo existe un punto común donde el hombre no puede sentirse ajeno al reino animal. Comparte las mismas funciones biológicas generales: nace, crece, se reproduce y muere. Y aquí encontramos nuevas semejanzas y diferencias: el hombre, al igual que los animales, no elige nacer. Sin embargo puede saber que se desarrolla, puede optar por reproducirse o no y puede pensar, reflexionar, temer, esperar o buscar; la muerte. 
• ¿Cómo crea sus propias normas? Crea sus normas como una forma de preservar la libertad. Puede optar por hacer el bien o el mal, en la medida de lo que considere bueno o malo. En si, las normas que el hombre cree para regir su vida son aquellas que él considera le permitirán alcanzar sus máximas aspiraciones. 
• ¿En qué consiste su propio gobierno? En la capacidad de obrar sin determinación de “el otro”, sin que sus elecciones estén forzadas por nada externo a su voluntad. 

La segunda dirección es plantear el sentido de la existencia desde una esfera exterior al hombre. 
Siguiendo con las semejanzas y diferencias entre el hombre y los animales, encontramos aquí otra similitud: el hombre aislado del hombre se deshumaniza. El hombre fuera de todo contacto con “lo humano” se animaliza. Pierde todo lo que lo distingue del resto de los animales. 
Desde el comienzo mismo de la existencia, sea considerado en el momento de la concepción o de la primera sinapsis o en el que fuere, el hombre necesita de “el otro”. Precisa de un hombre y una mujer, o más preciso, de un esperma y un óvulo (en definitiva de un hombre y una mujer) para constituirse en un individuo. Durante nueve meses (o cuarenta semanas) precisa de una mujer que lo alimente. Durante más de veinte años precisa de personas que: lo alimenten, lo eduquen, lo cobijen… lo introduzcan en el mundo de “lo humano”, desde el habla hasta las reglas de conductas aceptadas por la sociedad. 
El hombre se encuentra determinado, en un sentido positivo: como constituido, conformado, por “el otro”. Aquí ya es más que clara la importancia de las relaciones interpersonales. Sin relación no hay existencia que sea posible. Podría establecer entonces, que el primer sentido de la existencia es la relación. Provenimos de ella, nos formamos por ella y vivimos en ella. 
Ahora bien, surge una pregunta que es fundamental: ¿es la simple relación lo que da sentido a nuestra existencia? o, mejor expresado, ¿cualquier relación da sentido a nuestra existencia? Al hablar de relación viene implícita la otra posibilidad (nuevamente nos encontramos acá con el “dos existencial”), la de una “no-relación”. Entonces se puede hablar de una relación en sentido positivo y negativo. Todo lo que permite que la relación se de en un sentido positivo, podría recibir, como idea general (no significa que todas las relaciones estén signadas por esto) el nombre de “amor”. 
Para que haya relación es indispensable que, al menos, existan dos seres para relacionarse, un yo y un “el otro”. Y el modo en que nos relacionamos se podría comparar a un juego de frontón, según la forma en que yo arroje le palota la pared me la devolverá con la misma intensidad con la que yo la envié. 
En una relación, como en el frontón, la pared pasa a ser “el otro” que me devuelve lo que yo doy. “El otro” pasa a ser un espejo, que me muestra lo que doy y eso que doy es lo que soy. Pero, aún más, en la relación yo soy jugador y pared a la vez, es decir, doy y recibo, entonces soy yo y soy espejo para el otro. Donde él me dice hasta dónde puedo ir y yo le digo hasta donde puede llegar. Esta limitación es en ningún sentido negativa. Pretender una libertad absoluta es una “ilusión existencial”, porque estamos insertos en el mundo de “el otro”, que cuando pretendemos ser un árbol no reprende a gritos: “¡Sos humano!”, cuando pretendemos ser un león nos vuelve a gritar: “¡Sos humano!” 
Lo que permite que la relación pueda darse y, así, el hombre ir constituyendo su existencia es “el amor”. Que es la amalgama entre los seres humanos, lo que mantiene estable esa relación en la cual soy yo y espejo a la vez. La que permite ver en el otro al “yo”. Si en la relación no hay “amor”, en primer lugar, difícilmente la relación se mantenga; y, en segundo lugar, de no haber “amor” no me reconocería en el otro. Por ejemplo: reconocemos, por nuestra autonomía (acá se entiende autonomía en el sentido más estricto) y por las normas, que se crean para reglar la relación con “el otro”, que un ser humano no puede, arbitrariamente, matar a otro. Al cumplimiento de estar norma llamo “amor”. El “amor” hace que no matemos, robemos, violemos, mintamos o corrompamos a los demás. 
En cambio el “odio”, llamo odio a todo aquello que impide la relación con “el otro”, surge de la “ilusión existencial”. Dicha ilusión no nos permite ser concientes de “la autorreflexión” ni de “las relaciones interpersonales” (que son los dos sentidos de la existencia). En primer lugar, esa fantasía nos genera una visión distorsionada de la existencia. Ya que la libertad se manifiesta en un poder: hacer, pensar, creer, etc. Entonces pensamos que podemos actuar como consideramos mejor y no como consideremos bien; manifestamos ser lo que anhelamos y no lo que en verdad somos; consideramos bien lo que se ajusta a lo que deseamos. 
En segundo lugar, la “quimera existencial” afecta a las relaciones interpersonales, porque consideramos que nuestra libertad (nuestro poder hacer) tiene un alcance ilimitado, infinito. Si la libertad fuese de dicha forma, chocaría contra “el otro”, que posee su libertad, que también sería infinita y la existencia se movería en el mundo de lo caótico. Por ejemplo: yo podría matar a otro, por el simple hecho de tener la real posibilidad de hacerlo y la libertad como para ejecutar esa posibilidad. Todos mis actos estarían “redimidos” por mi libertad. 
Por eso todo movimiento de la existencia debe tener en cuenta a “el otro”, ya que este me muestra cuáles son mis límites. El límite de mi existencia es la existencia. 

Así como el enlace entre las ideas y el mundo son las palabra, el enlace entre los sentimientos y el mundo es la poesía. Por eso quiero terminar esta reflexión con un poema en el cuál expreso el sentido de la existencia: las relaciones interpersonales y el amor. 
 

Miren al hombre que esta sobre la roca, 
con los cabellos blancos, 
las manos hecha surcos 
y la sonrisa como un llanto. 

Miren a ese hombre 
que una vez fue niño, 
abierto de par a un mundo 
del que aprendió tanto. 

Miren a ese hombre, que una vez fue joven, 
escuchen su canto, 
¡qué hermosa melodía! 
Es la que también nosotros cantamos. 

Miren a ese hombre, 
que hoy ya es viejo, 
que está abierto a la nada 
o al encuentro del todo. 

Miren a ese hombre 
que clava su mirada en la nuestra, 
miren a ese hombre, 
que nos mira como lo miramos… 
miren a ese hombre 
que al mirarnos se encuentra…

jueves, 22 de noviembre de 2012

La dependencia del poder judicial


La dependencia del poder judicial con otros poderes o
niveles trae como consecuencia,  que la aplicación de justicia quede supeditada a personas que no tienen el conocimiento jurídico, presentándose en la mayoría de los
casos que los procedimientos jurisdiccionales no se resuelvan conforme a derecho,  dejando  con ello en estado
de indefensión a los ciudadanos  ya que,  el Juez al  tener
parcialidad viola en su perjuicio una de las garantías establecidas por la Constitución, siendo necesario que se
respete el derecho a la independencia y a la autonomía
de los poderes.


Se considera que las garantías previstas en la Constitución, deben subsistir aún a pesar del arbitrio del Juez y
de otros poderes,  porque de no existir,  se estaría violando el derecho establecido en la propia Carta Magna,
situación que provoca que los ciudadanos no tengan
certeza jurídica, lo que nos lleva a cuestionarnos ¿La independencia del poder judicial es parte fundamental del
Estado de Derecho?



La independencia judicial es uno de los presupuestos
esenciales para el mejor funcionamiento del Poder Judicial. Se trata de una garantía que impide la injerencia de
los otros Poderes en la resolución de litigios sometidos a
su conocimiento y que además nos da como resultado la
confianza del pueblo como parte fundamental de la democracia.




Haciendo un análisis de lo anterior tenemos que la principal garantía de la independencia del Poder Judicial radica precisamente en la división de poderes, es decir, la
definición o limitación de un ámbito propio de actuación
de cada uno de ellos que los otros no pueden ni deben
invadir.





El hablar de independencia del poder Judicial nos conduce, necesariamente, a referir la relación de este poder
con los otros poderes del Estado para llegar a definir las
notas que caracterizan la independencia del poder Judicial.




El principio de división de poderes ha pretendido limitar
y equilibrar el poder público, de forma que se ejerza autónoma e independientemente por cada uno de los poderes, sin embargo, vemos en la actualidad que existen mecanismos que tienden a violar dicho principio, que debe
ser contrarrestado con nuevas reformas, ya que vivimos
en un país ‘democrático’ y el sistema jurídico es de gran
trascendencia para la estabilidad y seguridad social, más
aún cuando la actuación de los sujetos del Derecho jurisdiccional se someten al supremo principio de división de
poderes y a la independencia judicial



La investidura de un Juez debe ser de muy alta dignidad
moral y legal, puesto que en sus fallos están en juego los
bienes más preciados del hombre, su patrimonio, su honor, su libertad y a veces hasta su vida




.
















miércoles, 21 de noviembre de 2012

De la estupidez a la ruindad del ser político




Es verdaderamente patético y vergonzoso lo que ocurre en el Congreso de costa rica. Se trata de un acto salvaje, irracional en todas sus expresiones. La forma en que tomaron la tribuna los diputados no merece más que el enérgico repudio de los costarricenses de bien. En esta trifulca pierden, perdemos todos, pierde la política.
La pusilánime y cobarde conducta de quienes no son capaces de discernir sus diferencias basados en la razón, el conocimiento y el apego a la legalidad, para escudarse en la violencia de grupo, conduce sin duda al caos, a la anarquía. Más aún cuando a la mínima provocación se actúa en consecuencia y sin calcular efectos. Esto ocurrió a los diputados del PLN. 
De nada sirve la toma de una tribuna ya de por sí inaccesible. ¿Con quién han pretendido quedar bien, como LAURA CHINCHILLA? ¿Con el pueblo de costa rica en la defensa de sus instituciones? ¡Pamplinas! Cayeron redonditos en la trampa de la provocación, los “chamaquearon” y ahora pagan el costo político junto con el PLN. Sus fotos y sus siglas recorren el mundo para vergüenza de la nación entera. Dejar solo a los liberacionistas el asalto al estrado parlamentario finalmente se reduce a lo mismo: Entorpecer el acto protocolario de cambio de constitucional con la consecuente reprobación de la gran mayoría de los ticos.
Y frente a lo que hasta hoy se presenta como una torpeza de los legisladores del PLN en su contestataria reacción frente al los costarricenses. Por un lado mientras se defiende la legalidad y el estado de derecho para evitar la caída del estado constitucional argumentando que el estado costarricense no debe ceder ante presiones y chantajes, por otro proponen lo contrario al impulsar acceder a las demandas de una fracción parlamentaria para violentar lo establecido en la ley. Ahora sí estamos fregados ante la actitud de los tres partidos políticos.
Esto nos debe motivar a la reflexión en el sentido de adecuar nuestras leyes para establecer por ejemplo que en el futuro la llamada “ceremonia de transmisión de poderes” se realice en el seno del Poder Judicial donde se supone se está por encima de los intereses partidistas y se privilegia la legalidad sin cortapisas.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Veinte poemas de amor y una canción desesperada



Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistirá en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin limite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito. 



En su llama mortal la luz te envuelve.
Absorta, pálida doliente, así situada
contra las viejas hélices del crepúsculo
que en torno a ti da vueltas.
Muda, mi amiga,
sola en lo solitario de esta hora de muertes
y llena de las vidas del fuego,
pura heredera del día destruido.
Del sol cae un racimo en tu vestido oscuro.
De la noche las grandes raíces
crecen de súbito desde tu alma,
y a lo exterior regresan las cosas en ti ocultas.
de modo que un pueblo pálido y azul
de ti recién nacido se alimenta.
Oh grandiosa y fecunda y magnética esclava
círculo que en negro y dorado sucede:
erguida, trata y logra una creación tan viva
que sucumben sus flores, y llena es de tristeza. 



Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose,
lento juego de luces, campana solitaria,
crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca,
caracola terrestre, en ti la tierra canta!
En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye
como tú lo desees y hacia donde tú quieras.
Márcame mi camino en tu arco de esperanza
y soltaré en delirio mi bandada de flechas.
En torno a mí estoy viendo tu cintura de niebla
y tu silencio acosa mis horas perseguidas,
y eres tú con tus brazos de piedra transparente
donde mis besos anclan y mi húmeda ansia anida.
Ah tu voz misteriosa que el amor tiñe y dobla
en el atardecer resonante y muriendo!
Así en horas profundas sobre los campos he visto
doblarse las espigas en la boca del viento. 



Es la mañana llena de tempestad
en el corazón del verano.
Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes,
el viento las sacude con sus viajeras manos.
Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.
Zumbando entre los árboles, orquestal y divino,
como una lengua llena de guerras y de cantos.
Viento que lleva en rápido robo la hojarasca
y desvía las flechas latientes de los pájaros.
Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancia sin peso, y fuegos inclinado.
Se rompe y se sumerge su volumen de besos
combatido en la puerta del viento del verano. 



Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.
Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.
Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.
Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.
Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.
Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.
El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.
Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas. 



Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo
Y las hojas caían en el agua de tu alma.
Apegada a mis brazos como una enredadera.
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma. 


 

INCLINADO en las tardes tiro mis tristes redes
a tus ojos oceánicos.
Allí se estira y arde en la más alta hoguera
mi soledad que da vueltas los brazos como un
náufrago.
Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes
que olean como el mar a la orilla de un faro.
Solo guardas tinieblas, hembra distante y mía,
de tu mirada emerge a veces la costa del espanto.
Inclinado en las tardes echo mis tristes redes
a ese mar que sacude tus ojos oceánicos.
Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas
que centellean como mi alma cuando te amo.
Galopa la noche en su yegua sombría
desparramando espigas azules sobre el campo. 



Abeja blanca zumbas --ebria de miel en mi alma
y te tuerces en lentas espirales de humo.
Soy el desesperado, la palabra sin ecos,
el que lo perdió todo, y el que todo lo tuvo.
Última amarra, cruje en ti mi ansiedad última.
En mi tierra desierta eres tú la última rosa.
Ah silenciosa!
Cierra tus ojos profundos. Allí aletea la noche.
Ah desnuda tu cuerpo de estatua temerosa.
Tienes ojos profundos donde la noche alea.
Frescos brazos de flor y regazo de rosa.
Se parecen tus senos a los caracoles blancos.
Ha venido a dormirse en tu vientre una mariposa de sombra.
Ah silenciosa!
He aquí la soledad de donde estás ausente.
Llueve. El viento del mar caza errantes gaviotas.
El agua anda descalza por las calles mojadas.
De aquel árbol se quejan, como enfermos, las hojas.
Abeja blanca, ausente, aún zumbas en mi alma.
Revives en el tiempo, delgada y silenciosa.
Ah silenciosa ! 


 

Ebrio de trementina y largos besos,
estival, el velero de las rosas dirijo,
torcido hacia la muerte del delgado día,
cimentado en el solido frenesí marino.
Pálido y amarrado a mi agua devorante
cruzo en el agrio olor del clima descubierto.
aún vestido de gris y sonidos amargos,
y una cimera triste de abandonada espuma.
Voy, duro de pasiones, montado en mi ola única,
lunar, solar, ardiente y frío, repentino,
dormido en la garganta de las afortunadas
islas blancas y dulces como caderas frescas.
Tiembla en la noche húmeda mi vestido de besos
locamente cargado de eléctricas gestiones,
de modo heroico dividido en sueños
y embriagadoras rosas practicándose en mí.
Aguas arriba, en medio de las olas externas,
tu paralelo cuerpo se sujeta en mis brazos
como un pez infinitamente pegado a mi alma
rápido y lento en la energía subceleste. 



Hemos perdido aún este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.
He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.
A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.
Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.
Entonces, dónde estabas?
Entre qué genes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?
Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.
Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas. 



Casi fuera del cielo ancla entre dos montañas
la mitad de la luna.
Girante, errante noche, la cavadora de ojos.
A ver cuántas estrellas trizadas en la charca.
Hace una cruz de luto entre mis cejas, huye.
Fragua de metales azules, noches de las calladas luchas,
mi corazón da vueltas como un volante loco.
Niña venida de tan lejos, traída de tan lejos,
a veces fulgurece su mirada debajo del cielo.
Quejumbre, tempestad, remolino de furia,
cruza encima de mi corazón, sin detenerte.
Viento de los sepulcros acarrea, destroza, dispersa tu raíz soñolienta.
Desarraiga los grandes árboles al otro lado de ella.
Pero tú, clara niña, pregunta de humo, espiga.
Era la que iba formando el viento con hojas iluminadas.
Detrás de las montañas nocturnas, blanco lirio de incendio,
allá nada puedo decir! Era hecha de todas las cosas.
Ansiedad que partiste mi pecho a cuchillazos,
es hora de seguir otro camino, donde ella no sonría.
Tempestad que enterró las campanas, turbio revuelo de tormentas
para qué tocarla ahora, para qué entristecerla.
Ay seguir el camino que se aleja de todo,
donde no está atajando la angustia, la muerte, el invierno,
con sus ojos abiertos entre el rocío. 



Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto como un viaje.
Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma. 


 

He ido marcando con cruces de fuego
el atlas blanco de tu cuerpo.
Mi boca era una araña que cruzaba escondiéndose.
En ti, detrás de ti, temerosa, sedienta.
Historias que contarte a la orilla del crepúsculo,
muñeca triste y dulce, para que no estuvieras triste.
Un cisne, un árbol, algo lejano y alegre.
El tiempo de las uvas, el tiempo maduro y frutal.
Yo que viví en un puerto desde donde te amaba.
La soledad cruzada de sueño y de silencio.
Acorralado entre el mar y la tristeza.
Callado, delirante, entre dos gondoleros inmóviles.
Entre los labios y la voz, algo se va muriendo.
Algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido.
Así como las redes no retienen el agua.
Muñeca mía, apenas quedan gotas temblando.
Sin embargo, algo canta entre estas palabras fugaces.
Algo canta, algo sube hasta mi ávida boca.
oh poder celebrarte con todas las palabras de alegría.
Cantar, arder, huir, como un campanario en las manos de un loco.
Triste ternura mía, qué te haces de repente?
Cuando he llegado al vértice más atrevido y frío
mi corazón se cierra como una flor nocturna. 


 

Juegas todos los días con la luz del universo.
Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada día.
A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?
Ah déjame recordarte como eras entonces cuando aún no existías.
De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.
El cielo es una red cuajada de peces sombríos.
Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.
Se desviste la lluvia.
Pasan huyendo los pájaros.
El viento. El viento.
Yo solo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.
El temporal arremolina hojas oscuras
y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo.
Tú estás aquí. Ah tú no huyes
Tú me responderás hasta el último grito.
Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo.
Sin embargo alguna vez corrió una sombra extraña por tus ojos.
Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas,
y tienes hasta los senos perfumados.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.
Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí,
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.
Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.
Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos. 


 

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto. 


En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces
y viven en tu vida mis infinitos sueños.
La lámpara de mi alma te sonrosa los pies,
el agrio vino mío es más dulce en tus labios:
oh segadora de mi canción de atardecer,
Cómo te sienten mía mis sueños solitarios!
Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisa
de la tarde, y el viento arrastra mi voz viuda.
Cazadora del fondo de mis ojos, tu robo
estanca como el agua tu mirada nocturna.
En la red de mi música estás presa, amor mío,
y mis redes de música son anchas como el cielo.
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto.
En tus ojos de luto comienza el país del sueño. 



Pensando, enredando sombras en la profunda soledad.
Tú también estás lejos, ah más lejos que nadie.
Pensando, soltando pájaros, desvaneciendo imágenes, enterrando lámparas.
Campanario de brumas, qué lejos, allá arriba!
Ahogando lamentos, moliendo esperanzas sombrías, molinero taciturno,
se te viene de bruces la noche, lejos de la ciudad.
Tu presencia es ajena, extraña a mí como una cosa.
Pienso, camino largamente, mi vida antes de ti.
Mi vida antes de nadie, mi áspera vida.
El grito frente al mar, entre las piedras,
corriendo libre, loco, en el vaho del mar.
La furia triste, el grito, la soledad del mar.
Desbocado, violento, estirado hacia el cielo.
Tú, mujer, qué eras allí, qué raya, qué varilla
de ese abanico inmenso? Estabas lejos como ahora.
Incendio en el bosque! Arde en cruces azules.
Arde, arde, llamea, chispea en árboles de luz.
Se derrumba, crepita. Incendio. Incendio.
Y mi alma baila herida de virutas de fuego.
Quién llama? Qué silencio poblado de ecos?
Hora de la nostalgia, hora de la alegría, hora de la soledad.
hora mía entre todas!
Bocina en que el viento pasa cantando.
Tanta pasión de llanto anudada a mi cuerpo.
Sacudida de todas las raíces,
asalto de todas las olas!
Rodaba, alegre, triste, interminable, mi alma.
Pensando, enterrando lámparas en la profunda soledad.
Quién eres tú, quién eres? 



Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.
Se descine la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.
O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma esta húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.
Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.
Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.
Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.
Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre. 


Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas,
el que cuaja los trigos, el que tuerce las algas,
hizo tu cuerpo alegre, tus luminosos ojos
y tu boca que tiene la sonrisa del agua.
Un sol negro y ansioso se te arrolla en las hebras
de la negra melena, cuando estiras los brazos.
Tú juegas con el sol como con un estero
y él te deja en los ojos dos oscuros remansos.
Niña morena y ágil, nada hacia ti me acerca.
Todo de ti me aleja, como del mediodía.
Eres la delirante juventud de la abeja,
la embriaguez de la ola, la fuerza de la espiga.
Mi corazón sombrío te busca, sin embargo,
y amo tu cuerpo alegre, tu voz suelta y delgada.
Mariposa morena dulce y definitiva,
como el trigal y el sol, la amapola y el agua. 


 

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo. 


 

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.
Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!
Sobre mi corazón llueven frías corolas.
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!
En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.
Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio !
Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.
Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!
En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!
Hice retroceder la muralla de sombra.
anduve más allá del deseo y del acto.
Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.
Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.
Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.
Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!
Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.
Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.
Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.
Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.
Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en el cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!
Oh sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron.
De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste
de pie como un marino en la proa de un barco.
Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.
Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.
El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.
Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.
Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.
Es la hora de partir. Oh abandonado.