sábado, 8 de diciembre de 2012

LE HABLE A DIOS DE TI


Le hablé de ti, le conté lo mucho que me acompañas, de lo mucho que compartes conmigo mis penas y alegrías, lo mucho que me reconfortas y haces que vea mi realidad sin ojos pesimistas.
Le hablé de ti, de lo mucho que te esfuerzas a diario, de lo mucho que te dejas de lado, por hacer las cosas que son mejores para los que te rodean.
Le hablé de ti, de lo mucho que pides por otros, dejándote a veces demasiado de lado, sin importarte que tus necesidades queden sin cubrir.
Le hablé de ti y de tus sueños, que muchas veces son los míos, que quieres estar bien junto a quien te dio el ser.
Le hablé de ti, que añoras tu independencia y don de decisión, añoranza que eternamente postergas por los tuyos y por una sana convivencia.
Le hablé de ti, que quiero que seas feliz, que no importa el sacrificio que haya que hacer por lograrlo, lo que yo soy está disponible y lo entrego para que sea así.
Le hablé de ti, de lo mucho que significas para mí, de que no estaría donde estoy si no fuera por tu aliento, constancia y perseverancia.
Le hablé de ti, porque estarás sola tal vez, y que no importa la distancia que haya entre nosotros, siempre habrá un lugar que deberá dejar vacío, para que al momento del juicio, nos hagamos compañía y nos demos fuerza ante su decisión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario