viernes, 20 de enero de 2012

LA TEORÍA KANTIANA DEL CONOCIMIENTO

A la pregunta ¿qué puedo conocer? responde Kant en su obra Crítica de la Razón Pura. Intenta señalar 1) los principios que garantizan un conocimiento científico de la naturaleza y 2) los límites dentro de los cuales es posible tal conocimiento.

1. Kant ante el racionalismo y el empirismo

La doctrina kantiana del conocimiento parte de un distinción fundamental entre dos fuentes de conocimiento: la sensibilidad y el entendimiento. Las dos vías de conocimiento poseen características opuestas entre sí.

a) Sensibilidad: es pasiva y se limita a recibir las impresiones procedentes del exterior -colores, sonidos, etc., equivalentes a lo que Locke denominó ideas simples y Hume impresiones de sensación-.
b) Entendimiento: es activo y produce espontáneamente ciertos conceptos e ideas sin derivarlos de la experiencia, como los de «sustancia», «causa», «necesidad», «existencia», etc.

Las consecuencias de esta distinción son importantes:
1) Comienzos racionalistas de Kant: Si el entendimiento produce espontáneamente ciertos conceptos sin derivarlos de la experiencia, se podrá conocer la realidad mediante un sistema basado en tales conceptos, sin recurrir a la experiencia -tesis central del racionalismo-. Combinando los conceptos de causa, sustancia, existencia y necesidad mediante razonamientos adecuados se puede dar por cierta la existencia de un ser necesario, sustancia y causa primera.
2) Abandono del racionalismo tras la lectura de Hume: Kant despertó del «sueño dogmático» tras leer las críticas de Hume al racionalismo, y quedó convencido de que nuestro conocimiento no puede extenderse más allá de la experiencia. Pero respecto a los conceptos que no proceden de la experiencia afirma que son útiles en la medida en que no son aplicados fuera de los límites de la experiencia. P. ej., el concepto de «sustancia» se aplica a objetos de los que sólo percibimos cualidades o propiedades aisladas -colores, sonidos, movimientos, formas...- pero suponemos que tras ellos existe un sustrato material que les sirve de soporte. Conceptos así se utilizan sólo para unificar impresiones sensibles que de otro modo quedarían inconexas. Sin un concepto como el de sustancia no podríamos hablar de ningún objeto del universo y la ciencia y el estudio de la naturaleza sería imposible.

3) Conclusiones de Kant sobre el uso correcto de los conceptos que el entendimiento posee al margen de la experiencia: 1ª) el entendimiento los utiliza para conocer los objetos de la experiencia, ordenarlos y unificarlos; 2ª) no pueden ser legítimamente utilizados para referirnos a algo de lo que no tenemos experiencia sensible. No tendría sentido, p.ej., aplicar el concepto de sustancia a Dios, objeto del que no tenemos experiencia sensible.

De este modo Kant toma distancia frente al racionalismo y frente al empirismo. Mientras el empirismo sostiene que todos nuestros conceptos proceden de la experiencia, Kant sostiene que el entendimiento posee conceptos que no proceden de la experiencia, aunque solamente puedan ser aplicados en el ámbito de lo empírico.


2. Posibilidad de la metafísica como ciencia y condiciones del conocimiento científico

a) En la introducción a KRV Kant se pregunta si es posible obtener un conocimiento riguroso acerca de Dios, la libertad humana y la inmortalidad del alma -las cuestiones metafísicas tradicionales-. Estos intereses son los propios de un racionalista, y Kant lo fue en sus comienzos.

La situación de inferioridad, discusiones sin fin y estancamiento en que se halla la Metafísica respecto a otras ramas del conocimiento -física, matemática, cuyo progreso era evidente en la época de Kant- tiene que ver, a juicio de Kant, con el método utilizado en uno y otro caso. Si es imposible hallar un método adecuado para la MF, entonces será mejor renunciar definitivamente a toda pretensión de conocimiento científico en MF.

b) El problema inicial, por tanto, era si es posible la MF como ciencia. Pero la respuesta a esta pregunta exigía aclarar otra antes: ¿cómo es posible la ciencia? Establecidas y conocidas las condiciones que hacen posible la ciencia, estaremos en condiciones de averiguar si la MF se ajusta o no a ellas. En caso de que tal ajuste no fuera posible, tendríamos sobradas razones para abandonar la MF.

• Condiciones necesarias para la ciencia:
Empíricas: Son las condiciones físicas, temporales o instrumentales que hacen posible la obtención de datos útiles para el conocimiento científico, por ejemplo: color del objeto a percibir, distancia, superficie, volumen, etc. Sin tales condiciones empíricas, fácilmente alterables, el conocimiento científico sería imposible.

A priori: Hay condiciones para extraer datos científicamente aprovechables que no son alterables, son estrictamente necesarias y tienen un carácter general: afectan a cualquier individuo, como p.ej.: el percibir la cosas en determinadas coordenadas espacio-temporales: en un lugar concreto, en un instante preciso. Dicho de otra manera: las condiciones a priori son universales y necesarias, y previas a la experiencia. Condicionan la estructura y experiencias del sujeto que percibe, pero no proceden de la experiencia. Hacen posible la experiencia -observar algo tiene que hacerse en el tiempo y en el espacio- y el conocimiento: son, pues condiciones trascendentales.

• Estrategia para investigar las condiciones que hacen posible el conocimiento científico
Hay que partir de que una ciencia es un conjunto de juicios o afirmaciones -proposiciones-: «el agua es un compuesto de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno», «la Tierra gira en torno al Sol», etc. Los razonamientos científicos se componen de múltiples juicios, más o menos complicados. Kant llegó a la conclusión de que preguntar por las condiciones que hacen posible la ciencia es lo mismo que preguntar por cuáles son las condiciones que hacen posible los juicios de la ciencia. Por tanto:
1ª. ¿Es posible la MF como ciencia?
2ª. ¿Cuáles son las condiciones trascendentales que hacen posible el conocimiento científico?
3ª. ¿Qué condiciones trascendentales deben cumplir las juicios de la ciencia para ser tales?
3. Los juicios sintéticos a priori
¿Cuáles son los juicios de la ciencia, de las matemáticas y la física en concreto? Kant establece dos grandes distinciones: analíticos/sintéticos, por un lado, y a priori/a posteriori, por otro:

i) Juicios analíticos: aquellos cuyo predicado está incluido -al menos implícitamente- en el sujeto, y basta analizar el sujeto para conocer el predicado correspondiente; no son extensivos, es decir, no nos proporcionan ninguna información acerca del mundo, y por ello no amplían nuestro conocimiento. Ej.: «el conjunto es mayor que la suma de sus elementos».
ii) Juicios sintéticos: aquel cuyo predicado no está incluido en el sujeto. Son extensivos y amplían nuestra información sobre el mundo. Ej.: «Los bancos se enriquecen más en épocas de crisis». Para saber si este juicio es verdadero o no, no basta analizar el sujeto «banco», porque no incluye en absoluto la idea -predicado- de aumentar sus beneficios en épocas de crisis.

Las distinciones analítico/sintético se establecen según el predicado esté o no incluido en el sujeto. Corresponden a la distinción leibniziana entre «verdades de razón» y «verdades de hecho». Pero si atendemos al modo en que podemos conocer si un juicio cualquiera es verdadero o falso, cabe otra distinción:
iii) Juicios a priori: aquellos cuya verdad puede ser conocida independientemente de la experiencia. Por lo mismo, son universales y necesarios: no admiten ninguna excepción posible. Ej.: «el conjunto es mayor que la suma de sus elementos».
iv) Juicios a posteriori: sólo sabemos si son verdaderos a partir de la experiencia, comprobando lo afirmado. No son universales ni necesarios. Ej.: «los pigmeos bosquimanos miden 35 cm. menos que los adolescentes españoles». Sólo podemos considerarla verdadera si hemos efectuado las medidas correspondientes entre miembros de uno y otro grupo. Además, caben muchas excepciones: seguramente habrá alguno o muchos españoles más bajos y pigmeos más altos. Tampoco puede ser éste un juicio necesario, porque nada obliga, en principio, a que necesariamente los españoles deban ser más altos que ciertos africanos. Por tanto, todo juicio extraído de la experiencia será siempre particular y contingente, sujeto a excepciones.

Las anteriores son clasificaciones de juicios que de un modo y otro ya se encontraban en filósofos anteriores. Para Hume, esta clasificación sería equivalente a su distinción entre «relaciones de ideas» y «relaciones de hechos». Además, los juicios analíticos pueden ser considerados también a priori y los juicios sintéticos son asimismo a posteriori. Pero Kant introduce una clase de juicios nueva:
v) Juicios sintéticos a priori. Ej: «La recta es la distancia más corta entre dos puntos» no puede ser considerado analítico porque en el concepto de línea recta no entra para nada la idea de distancia. Es, por tanto, sintético. Pero no puede ser considerado a posteriori, porque conocemos que es verdadero sin necesidad de ir midiendo distancias entre dos puntos y sin tener que recurrir a ningún experimento que lo demuestre. Además, es rigurosamente universal y necesario, porque no admite excepción posible. Y Kant llega a la conclusión de que, frente a lo que Hume creía, existen juicios sintéticos a priori.
Como son sintéticos, proporcionan nueva información sobre el mundo que amplía nuestros conocimientos; y por ser a priori, son universales y necesarios. Su verdad no depende de la experiencia. Kant estaba convencido de que los principales juicios de la matemática, la física y la geometría son de este tipo.
Un juicio sintético a priori en geometría: «los ángulos de un triángulo suman dos rectos». Otro juicio así en física: «Todo suceso o fenómeno tiene una causa». Hume consideraría un juicio así a posteriori y no universal, resultado de una generalización a partir de observaciones sucesivas que han creado en nosotros el hábito de poner una causa a la raíz de todo fenómeno.

La respuesta de Kant a estas objeciones de Hume mostraría una aparente confusión de: Hume parece confundir leyes particulares -del tipo «El agua hierve a 100° »- con el principio de causalidad. Mientras las primeras pueden ser contingentes -sabemos que el agua hierve a esa temperatura, pero si el agua tiene alguna impureza necesita más temperatura y pueden apreciarse excepciones-, el principio de causalidad no lo es: siempre que el agua hierva, debe ser por alguna causa, independientemente de que se necesiten 100 grados o 200 para hacerlo. Por tanto, el principio de causalidad es una ley universal y necesaria, que el entendimiento aplica necesaria y universalmente a todos los fenómenos de la experiencia. Si eliminamos esta ley, la experiencia misma y la ciencia serían imposibles.

Resumiendo las características de los juicios sintéticos a priori:

• Son extensivos, por ser sintéticos, y estrictamente universales y necesarios.

• Son a priori, porque su validez se establece y conoce independientemente de la experiencia.

• Los juicios fundamentales de las matemáticas, la física y la geometría son de este tipo.

• Preguntar por las condiciones que hacen posible los juicios de la ciencia lleva a preguntar por las condiciones trascendentales que hacen posible los juicios sintéticos a priori.

No hay comentarios:

Publicar un comentario