lunes, 13 de febrero de 2012

ADVERSIDAD

Los golpes de adversidad, son estos sucesos aparentemente desfavorables y calificados de amargos, al considerar que van en contra de nuestra prosperidad o fortuna. Sin embargo, deberíamos tener presente que llevan siempre consigo una beneficiosa lección. Al afrontarlos, nos ayudan a forjar nuestro carácter y nos brindan una oportunidad única para nuestra propia superación. Tal como decía Aristófanes: 'En la adversidad sale a la luz la virtud'. O Séneca, que decía al respecto que: 'La adversidad vuelve sabio al hombre'.

La conducta, es la reacción o conjunto de actos de una persona, en respuesta a las circunstancias que se presentan en su vida. Toda conducta externa en relación al entorno y a los demás, viene motivada por una causa y también pretende una finalidad. Y aunque en dicha finalidad se busque siempre el propio beneficio, conviene tener en cuenta que no se debe menospreciar el derecho de los demás, procurando siempre no dañar, ni perjudicar, y si en cambio tratar de favorecer a lo ajeno. A su vez, intentar con altruismo y dignidad que todo acto no obedezca a razones exclusivamente materiales, sino que esté también basado en un enfoque espiritual.

Cuando una persona conoce su auténtica realidad como ser humano, conoce también que posee la capacidad de dirigir y controlar sus pensamientos y sentimientos, siendo ambos en definitiva los que determinan su manera de ser. De modo que todo depende de ella y según sea su actitud, así afrontará el curso de los acontecimientos de su vida. Por tanto, cuando la persona es consciente de que posee tal potencial, procura usarlo y se produce un cambio en ella que optimiza su vida labrándose un mayor porvenir.

Lamentablemente, son muchas las personas que todavía no se dan cuenta de que viven condicionadas por una sociedad que a todas
horas y a través de diferentes medios, trata de programar sus vidas. Estas personas, son esclavas de unas ideas ajenas, que les someten a un ritmo de vida que no es el suyo propio y que incluso en algunas ocasiones, les lleva al límite de sus posibilidades con el fin de conseguir unos objetivos que les han sido impuestos por los demás.


No podemos olvidar que todos nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, sean positivos o negativos, generan unos efectos o consecuencias, que inevitablemente pronto o tarde vuelven a nosotros y debemos afrontar. Quien siendo consciente de ello, sigue albergando en su interior cualquier pensamiento o sentimiento negativo, como por ejemplo el odio, es consciente también de que recaerán sobre si mismo las consecuencias negativas de su erróneo proceder. Por tanto, al incurrir en su contra de forma voluntaria, no hace más que evidenciar su escasa lucidez y su falta de inteligencia.

Contrariamente a lo que mucha gente piensa, la felicidad no depende de la suerte, ni esta supeditada a ningún bien material. Depende únicamente de nuestro interior, que es en definitiva el que determina el significado que damos a cada acto o situación. Según nuestra manera de ser y del grado de conocimiento que tengamos sobre la realidad y trascendencia de nuestro ser, daremos un determinado sentido a las pequeñas cosas de cada día, de modo que en vez de ver la vida como un valle de lagrimas, podemos hacer de ella que sea un lugar maravilloso donde vivir todo tipo de experiencias necesarias para nuestro desarrollo y superación.

En el transcurso de nuestras vidas, todos nos enfrentarnos alguna vez a problemas de diferente índole, incluso puede suceder que en determinadas ocasiones el problema sea tan grande para nosotros que nos sobrepase y tengamos la sensación de que es imposible hallar una solución. En estas circunstancias sobretodo, es cuando se hace realmente útil 'dividir los obstáculos' y para ello nada mejor que analizar con calma la situación y fijarnos en las diferentes partes en las que se compone el problema. De este modo y sucesivamente por orden de importancia según nuestro criterio, iremos afrontando por separado cada una de dichas partes, intentando resolverlas de la mejor manera posible, con lo cual, el problema se irá resolviendo poco a poco siendo mucho más fácil llegar a una solución.

Las grandes crisis son situaciones extremas en las que a menudo el desánimo va haciendo mella en nosotros, rompiendo nuestro corazón y llevándonos incluso a la desesperación. Sin embargo, sería posible evitar esta amarga experiencia, si nuestra actitud ante la vida fuera mucho más positiva y si además tuviéramos plena confianza en nosotros mismos, pensando que poseemos la capacidad suficiente para afrontar y superar cualquier situación, por adversa que ésta sea, porque todo aquello que nos depara la vida, es ni más ni menos que el efecto de una causa que nosotros mismos hemos generado anteriormente, aunque no nos lo parezca y cuando llega la hora de afrontarlo, debemos hacerlo con voluntad firme, pensando y actuando de la mejor manera posible. No hay que olvidar que 'querer es poder' y con este convencimiento podemos evitar que nos venzan las circunstancias, evitando de esta forma una crisis, al mismo tiempo que curtimos nuestro corazón.

En el transcurso de nuestras vidas, estamos tomando decisiones continuamente, eso es, tomar partido por algo, posicionarse ante una situación, apostar por una tendencia, etc. Siempre nos encontramos con un mínimo de dos opciones a elegir, precisamente porque el Origen de todo cuanto existe es dual. Una persona que esté de acuerdo con todo a alguien está engañando aparte de engañarse a sí mismo, ya que si se observa detenidamente verá que su interior siente preferencia por una u otra tendencia, de manera que resulta imposible estar de acuerdo con diferentes tendencias a la vez que incluso pueden ser totalmente opuestas. Como dice el escritor brasileño contemporáneo Paulo Coelho, 'escoger un camino significa abandonar otros'. Es decir, debemos definirnos por un camino aún a riesgo de equivocarnos, porque se evoluciona más rápidamente apostando y caer en un error, que ser ambiguos y no tener criterio propio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario