miércoles, 18 de abril de 2012

QUE ES LIDERAZGO


¿Qué es Liderazgo?
Es la habilidad para lograr lo que se desea a través de otras personas.
¿Qué es Liderazgo empresarial?
Es la habilidad para lograr lo que desea la Empresa a través de su equipo funcional.
¿Cuáles son los límites del Liderazgo?
- Lo que se desea lograr, no corresponde a caprichos personales sino a objetivos comunes.
- El fin no justifica los medios ni los valida. Estos deben regirse por valores, principios y el bien común.
- Las personas lideradas deben tratarse con respeto y deben beneficiarse de los logros.
¿Cuál es la finalidad del liderazgo?
Actuar en equipo y superar los objetivos.
¿Cuáles son los retos del liderazgo?
- Superar las adversidades y hechos inesperados.
- Mantener al equipo motivado y enfocado para que siempre dé lo máximo.
- Llegar a la meta con el menor esfuerzo y lo más rápido posible.


Confianza y empoderamiento para lograr el cometido. Flexibilidad para atender las diferentes situaciones y tipos de personas. Absorber tensión y convertirla en oportunidades y optimismo. Actitud positiva y persistencia. Pasión por lo que se hace. Sensibilidad hacia las personas y el desarrollo de relaciones constructivas. Organización y seguimiento de actividades. Visión e identificación de Objetivos. Comunicación permanente y al alcance de todos. Equilibrio. Acompañamiento y delegación. Trabajo en equipo y beneficios comunes. Enfoque hacia la acción. Crecimiento y mejoramiento permanente. Orientación empresarial e interrelación de objetivos y actividades. Incentivar y reconocer desempeños. Al servicio de los demás. Respeto. Sumar y multiplicar esfuerzos. Manejo de crisis y hechos inesperados. Innovación.



Si el faro de la luz parpadea es señal de la proximidad del apagón. Si el líder titubea y transmite inseguridad y desconfianza, la señal es caos y temor. No es un problema de más o menos conocimientos, ni de más o menos habilidad, se hace indispensable que el líder sienta y transmita confianza, sin importar el estado en que se encuentre la situación. ¿Su subiría usted a un avión con un piloto en el que no confía, o con un piloto que transmite miedo e irradia pánico? Sin importar las circunstancias, siempre se debe transmitir serenidad y confianza, aunque por dentro nos muramos de miedo.

Ahora bien, si se tiene la confianza en uno mismo pero la organización no le brinda su apoyo, ni le da las responsabilidades y autonomía acorde a las necesidades, la confianza se diluirá en puras intenciones. La Organización debe también confiar en sus líderes, dándoles el poder para realizar sus acciones y manejos. La autoridad formalizada es el prerrequisito para continuar ganándola en el día a día.
Recuerde: Sienta confianza, transmítala aún en las peores situaciones, y exija el respaldo para poder sustentar sus actuaciones.



Hoy en día, el Cambio es una rutina, siempre está y estará presente. La mejor manera de enfrentarse al cambio es no enfrentarlo sino fluir con él. La mejor manera de fluir con el cambio es la flexibilidad para modificar y modificarnos a él. Qué agradable y placentero es, encontrarnos con materiales dúctiles y flexibles, como la plastilina, para que se adecuen a nuestras creaciones y formas requeridas. Qué placentero y útil es, contar con la flexibilidad para cambiar nuestros paradigmas, si lo merecen, para corregir el sendero si lo amerita, para liderar a cada persona según lo requiera.

Tanto las situaciones como las personas requieren recetas específicas, los lineamientos generales deben delinearse para ajustarse a las situaciones y a las personas. Se hace indispensable el "liderazgo situacional", el cual tiene en cuenta y en consideración a los agentes influenciados, recursos, procesos y por encima de todo, a la gente.
No todas las personas somos iguales ni necesitamos lo mismo. Algunos preferimos espacio para actuar y otros el acompañamiento, algunos requieren supervisión y otros vigilancia estrecha, algunos somos proactivos y otros reactivos, algunos necesitan detalle y otros panorama, y así sucesivamente. No es de extrañar la coexistencia dentro de los equipos de trabajo, de muchos de estas características, aparentemente contradictorias, pero todas útiles y complementarias. ¿La solución? Ser cada vez más dúctiles y flexibles, menos aferrados al pasado y más abiertos al cambio y mejoramiento.
Recuerde: La fortaleza no se mide por el cuero y la piel, sino por la agilidad y movilidad. La flexibilidad es indispensable para nuestra evolución y la de los demás.



Un cable de tensión está hecho para conducir la energía sin inmutarse ni absorberla, y en cambio un fusible está diseñado para absorber las altas tensiones y con ello evitar que se lesionen o dañen los equipos. El líder es más un fusible que un cable, más un generador que un canal conductor, más un hacedor activo que un reactor pasivo. Las tensiones externas que pululan por doquier debe el líder absorberlas y evitar transmitirlas a su equipo de trabajo. Él se encuentra más preparado para manejar las adversidades y cuenta con herramientas más afinadas para convertir los problemas en oportunidades, las derrotas en optimismo, las dificultades en energía revitalizadora.

¿Se debe entonces ocultar la verdad y tensiones a la gente? De ninguna manera. Pero si se debe dosificar y preparar a la gente para la recepción de noticias, y sobretodo evitar que los vaivenes externos afecten la motivación y concentración de las personas.
Recuerde: Que el buen líder haces las veces de fusible para evitar que se afecte el rendimiento y motivación de su equipo de manera innecesaria.



No todo lo que brilla es oro, ni la basura es desperdicio. ¿De qué depende el valor de las cosas? De los ojos que lo miran. ¿En qué se fundamenta el mejor o menor desempeño de las actividades? En la Actitud con que se enfrentan y se desarrollan. Recordemos el famoso refrán "en el reino de los ciegos, el tuerto es rey". No ganamos nada con lamentarnos y tirarnos al piso, es más importante levantarnos y actuar. Las oportunidades se encuentran por doquier y solo hay que detectarlas.

La Actitud del líder es contagiosa y difundida rápidamente a todo el grupo de personas que dirige. Si nuestro estado de ánimo es alegre y optimista, influiremos de manera positiva a nuestro entorno. La gente trabajará con más ganas y deseo, verán el futuro con optimismo y obtendrán mejores resultados.
En el camino no siempre encontraremos flores, una que otra piedra y espina aparecerán, una que otra caída se sucederán. Solo la persistencia nos permitirá llegar a nuestro cometido, y si no, preguntémosle a los alpinistas cual es una de sus claves para alcanzar las más altas cumbres.
Recuerde: El líder es un hacedor de vidas y con su ejemplo se contagia a los demás. Cultive siempre una buena Actitud hacia los acontecimientos y verá rápidamente florecer su cultivo.


Siempre se ha dicho que los éxitos son el fruto de un poco de habilidad y mucho de transpiración y esfuerzo. La fuente de energía es la Pasión, el deseo y las ganas con que se enfrentan las cosas. El deseo y las ganas son la gasolina que nos impulsa a lograr hechos inimaginables. Los deportistas de alto rendimiento lo conocen y lo aplican. La diferencia entre el éxito y la derrota puede residir en una simple chispa.
Querer lo que se hace, quererse así mismo, querer a los demás, querer hacer la diferencia. Todos tenemos miles de ejemplos, de la diferencia que se alcanza cuando hacemos las cosas con gusto y pasión. Nos salen mejor las cosas, nos concentramos en su logro, persistimos y sacamos fuerzas de donde no las tenemos.
Recuerde: Que la Pasión es energía, es foco, lumbre y guía, para que todos nuestros esfuerzos se conviertan en realidad y se establezca la diferencia. El líder debe irradiar pasión y fomentarla dentro de su gente.



La sensibilidad es la habilidad para percibir más allá de lo aparente. Ver a las personas como seres humanos y no simples máquinas. ¿Sensibilidad para qué? Para intuir los sentimientos del entorno, los peligros y las oportunidades. Las personas son el centro y eje de todas las cosas, sin importar el avance tecnológico, éste siempre requerirá de personas para que lo utilice y administre, lo redireccione y se sirva de él. El principal objetivo, sin importar el producto o servicio del que nos valgamos, es el servicio y beneficio de las personas, llámense accionistas, clientes, empleados, comunidad o nosotros mismos.

Una vez identificada nuestra prioridad en la gente y el equipo de trabajo, el siguiente paso es la construcción de relaciones duraderas en el tiempo, comúnmente denominada "lealtad" o "fidelización". No existe duda, de que es más conveniente y placentero, mantener a las personas actuales a base de crecimiento mutuo, respeto y transparencia. Los clientes y empleados lo valoran, los accionistas y la comunidad también.
Recuerde: Valore a las personas, sea sensible a sus necesidades, y sobre todo esté dispuesto a servirles. El líder trabaja con y para la gente.





Las cosas a veces hay que romperlas para construirlas de nuevo. Los creativos justifican el desorden como inspiración de su creatividad, y puede ser válido. Pero siempre será más benéfico el orden que el caos, la organización que la improvisación, el seguimiento que el olvido. A partir de allí, surge la planeación, no como una camisa de fuerza sino como una guía y un faro. Acostúmbrese a organizar su mente y su trabajo diario, el recorrido a realizar, el orden de las actividades, la definición de prioridades y el seguimiento al desarrollo de lo planeado.

No todas las personas necesitan el mismo tipo de seguimiento y control, pero todos bendecimos su presencia cuando es transparente y constructivo. Los sensores siempre deben estar dispuestos y correctamente ubicados, para emitir señales y alarmas respecto al normal curso de las actividades, sus desviaciones deben ser analizadas y perfeccionadas cuando lo ameriten, los éxitos aplaudidos y amplificados por doquier.
Recuerde: Ante tanta y valiosa información, un poco de ayuda no sobra, y ésta es denominada "Organización", que no es otra cosa que planear por anticipado, establecer prioridades y actuar con foco. El líder organizado, clarifica la tarea y hace más sencilla la labor.


Gracias a Dios, fuimos creados con la vista para evitar tropezar, olfato para intuir el entorno, y tacto para verificar. No hay más ciego que el que no quiere ver. Visión es poner la mira en el horizonte, definir el destino más apropiado, intuir el camino a seguir y permanecer verificando la ruta para corregir el curso.
El atleta de alto rendimiento, el conferencista estrella y el líder exitoso, siempre visualiza primero la faena antes de darla, percibe la alegría del triunfo y se prepara para obtenerlo.
Recuerde: Que el impacto siempre se da en el punto en donde se apunta la vista, y que para garantizar el logro debe primero fijarse el objetivo. Cuando se camina sin dirección se puede llegar a cualquier parte menos al sitio deseado. El líder es creador y vocero de la visión, así como de la identificación y logro de los objetivos.



En el Servicio existe una frase muy importante, "No suponga, averigüe", averigüe sus necesidades, su satisfacción, sus expectativas, sus objetivos, sus problemas, y todo lo que le atañe al Cliente. De manera similar, en las empresas se puede aplicar la misma frase pero se le añadiría, "No suponga, averigüe, comunique y repita". La comunicación es indispensable para relacionarnos y trabajar en equipo, es útil para informar, escuchar, vender, incentivar, capacitar, trabajar y por supuesto liderar.
La comunicación puede ser formal o informal, verbal o gestual, directa o masiva, general o detallada, individual o grupal, manual o tecnificada, de carácter obligatorio u opcional. Sin importar su origen o característica, sigue siendo fundamental para la interacción y relación entre las personas.
Recuerde: El que más habla no es necesariamente el mejor líder, pero no se concibe un líder sin comunicación. La comunicación aclara, estrecha, define, orienta, descubre, integra y relaciona.


Todas las cosas son susceptibles de mejorar y esto se debe convertir en una constante para nuestra vida y trabajo. La filosofía y principio más importante del concepto de "calidad total" se resume en la frase "Mejoramiento continuo", el cual nos invita a mantenernos en movimiento y crecimiento continuo. Para lograrlo es prerrequisito el desarrollo personal, la información y el conocimiento, la observación siempre astuta y alerta, la actualización, la atención de las sugerencias y reclamos de los empleados y clientes, y la preocupación sincera por servir y mejorar.

La mejor manera de mejorar es preguntarle a las personas que producen y a las cuales servimos, compararse con los pares, evaluarse sincera y frecuentemente. Apertura para aceptarse y aceptar todo aquello positivo en nuestro entorno, valentía para modificar lo que sea pertinente, y dedicación para llevar los cambios a buen puerto.
Recuerde: Lo que no se puede mejorar debe ser reemplazado, y lo que no crece se muere. Cultive y fomente la evolución permanente, cuidando que los éxitos no lo duerman en los laureles, porque justamente en este estado es donde se debe mejorar más.




Las necesidades y objetivos del grupo deben siempre primar sobre las individuales. Todo lo que hacemos debe estar engranado a un fin superior y corporativo. Los objetivos y actividades deben apuntar hacia los objetivos y misión empresarial. Cada pieza del engranaje es fundamental y se debe interrelacionar una con otra. Hagamos la pregunta, ¿Cuál es el aporte de esta y aquella actividad en el logro de los objetivos empresariales?, ¿Cuál es el beneficio de esta y aquella actividad para los clientes?.


Las áreas y los individuos no pueden andar como ruedas sueltas, y los líderes son indispensables en el logro de éste cometido. Bajando, subiendo y trasladando la información, definiendo objetivos que apunten al norte de la Organización, sensibilizando a la gente e integrándola al negocio, desarrollando la cultura y valores corporativos, negociando y equilibrando las necesidades individuales con las de grupo.

Recuerde: La gran sombrilla que nos cobija en todos nuestros actos, es la Organización a la cual pertenecemos, a la cual le debemos no solo nuestra afiliación sino nuestro respeto y entrega. El líder con su tacto, visión y ejemplo, debe irradiar este mensaje a lo largo y ancho de toda la empresa.


La fuerza de ventas de las empresas es el ente más beneficiado con los incentivos. Nadie duda de la importancia que reviste un buen plan de incentivos para alcanzar las metas de ventas en menor o menor grado. Pero ¿Qué pasa con las restantes personas y funcionarios de la empresa? También deben ser sujetos activos del plan de incentivos.

La motivación es la fuente de energía para actuar y el incentivo es esa ayuda externa que necesitamos para mantenernos motivados. No nos dediquemos solo a corregir los errores, acostumbrémonos a reconocer los buenos desempeños, con una palmadita en el hombro o una buena zanahoria.

Recuerde: Aunque la llama se encuentre encendida, ésta se apagará indefectiblemente si no la alimentamos con los combustibles adecuados. Las personas necesitamos del cariño y el afecto, el reconocimiento es una manera de demostrarlo, y el incentivo es el combustible para que la llama nunca se apague.



Toda actividad por pequeña que sea, se sirve de proveedores y le sirve a los clientes, en forma continua y permanente. Servir es el más noble valor y el más potente detonador de las relaciones. Cuando se sirve, se recibe y se produce placer, se bajan las defensas, se elimina el egoísmo y se abren los corazones para facilitar el intercambio, ya sean de bienes o servicios, de información o de emociones.

Siempre se dice que primero hay que dar para luego recibir, habría que agregarle que primero se sirve para luego ser servido, primero se debe buscar el beneficio del otro para luego ser beneficiado. El servicio se nutre del deseo genuino por satisfacer a los demás aún a costa de uno mismo, así como de la generosidad, la entrega y la satisfacción que se siente al satisfacer a los demás.

Recuerde: Quien se sirve únicamente a sí mismo, solo se queda. Quien sirve a los demás contará con su apoyo irrestricto y ganará su fidelidad.



Para ganarse el respeto de los demás, primero hay que respetarlos a ellos. El respeto es sinónimo de los buenos modales, tanto en la expresión como en los actos. No es aceptable la agresión verbal y mucho menos cuando se aprovecha del poder jerárquico para hacerlo, a través del insulto, la burla o el menosprecio. No es aceptable la imposición de normas y criterios de manera unilateral, ni el uso de la violencia para lograr nuestros deseos, ni hacerse el de los oídos sordos ante las necesidades del otro, ni el abuso en el tiempo, ni la esclavitud, ni la intimidación, ni la utilización del miedo para mantener nuestro estatus.


Todas las personas sin distinción merecen nuestro respeto, el derecho a ser escuchados y comprendidos, la apertura de canales de comunicación, la aceptación de las diferencias y de la individualidad, la declaración de inocencia hasta que se demuestre lo contrario, el derecho a la intimidad y a contar con su propio espacio, y sobre todo el no abuso del poder.

Recuerde: Los procesos y las personas no se pueden violentar. El fin nunca justificará el uso indiscriminado de los medios. El cómo es fundamental para contar con un excelente clima laboral y una mejor productividad. Trate a los demás en la forma en que quiera que lo traten a usted.


Es muy fácil deducir que la suma y la multiplicación son más benéficas que la resta y división. Dos ideas siempre serán mejores que una, cuando se adicionan y complementan. Cuando se da participación activa a las personas, se mejora el interés y el nivel de pertenencia. No es lo mismo ser un contratista indiferente que hacer parte integrante del equipo, comprometido con las actividades y los resultados.

Para sumar hay que ampliar nuestra visión sobre las cosas, para verlas desde diferentes puntos de vista, ser capaces de reconciliar posiciones aparentemente extremas y disímiles, ser buenos coordinadores e integradores, desapegados al poder y vanidad personal, buenos intérpretes del entorno, flexibles y sensibles.

Recuerde: Para evitar que las sumas queden como una colcha de retazos e improvisaciones, hay que buscar la sinergia y relaciones entre los aportes, su direccionamiento hacia el objetivo final y la clara delimitación de responsabilidades.




Lo más fácil es nadar en aguas mansas y tranquilas, pero la realidad es otra, ya que debemos conscientizarnos de los constantes cambios que se pueden suceder en todo proyecto, así como de los cambios en las reglas de juego, el ingreso de nuevos competidores, la modificación de las necesidades de los clientes, el redireccionamiento por parte de los dueños y accionistas, modificaciones en la filosofía gerencial, el ingreso y salida de personal, las piedras en el camino, las fallas o los errores.


Por ello, es conveniente prepararse de antemano con una buena dosis de contingencias dispuestas para atender los diversos escenarios posibles. Y en el evento de presentarse un hecho no predecible o no programado, debemos ante todo mantener la serenidad, el buen juicio, la creatividad, el trabajo mancomunado, la toma de decisiones y la diversificación para cubrir los riesgos.

Recuerde: El líder como el capitán del barco siempre debe permanecer sereno y dispuesto a colaborar con sus huéspedes y anfitriones. En los momentos de crisis lo principal es mantener los canales de comunicación bien abiertos para apoyar, transmitir confianza y direccionar los esfuerzos.



Cuando los productos y servicios se vuelven cada vez más commodities, por su semejanza en los beneficios y precios provistos, la innovación es el único camino para diferenciarnos. La innovación exige capacitación, entrenamiento, apertura mental y emocional, capacidad para asumir riesgos, confianza, toma de decisiones, capacidad operativa y de actuación rápida, incentivo y disciplina.

Aunque la presión puede generar destellos de innovación, la mejor manera de innovar es preparar a la organización y a su gente para que de manera regular, genere aportes y mejoras, motive y reconozca los logros y aplique las ideas periódicamente.

Recuerde: Para innovar no hay que inventar la luz o el teléfono, simplemente hay que mantener la luz encendida y la comunicación siempre disponible.





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